Nos Volvemos A Encontrar (KNB X TU)

Capítulo 40: Adios...

Hinata POV.

Durante los dos días que estuvimos en las aguas termales, me la pasé extremadamente bien, convivimos tranquilamente, cosa que antes era prácticamente imposible.

...

Pero había algo que me inquietaba, los chicos se me habían declarado y aún no recibían respuesta.

Me sonroje de solo pensarlo.

No era posible que con tan solo pensarlo, ya estuviera nerviosa.

Me senté en mi cama a pensar sobre el tema, no tenía ni idea de que hacer, cada uno era muy especial para mí.

Inclusive Kou.

–Se te quemara el cerebro – dijo Kim mientras salía de el baño.

Las chicas habían ido de compras, puesto que ya pronto se tendrían que regresar.

Eso me ponía aún más triste, no sabía si ponerme nerviosa por lo de los chicos o triste por lo de las chicas.

–Gracias por ignorar...– me vio con los ojos llorosos, asi que paro–¿A quién golpeo?

–A mi – dije con una sonrisa y me pellizco.

Solté un aullido del dolor y le regrese el pellizco.

– Oye, tu lo dijiste– dijo riendo – Ahora dime, ¿Que sucede?

– Bueno...– comencé – No se a quien quiero realmente.

Ella me miro firme.

–Me cansé de esto de el harem – le dije apenada – ellos quieren una respuesta y no se las estoy dando.

Seguimos hablando como por un par de horas más y me aconsejó mucho para tomar mi decisión. Aunque aún no estaba segura.

Las demás llegaron y comenzamos a ver una película.

Kou me marco a mitad de dicha película, estaba afuera de mi casa esperandome.

Y yo en pijama.

Le lance el teléfono a Kim y ella siguió hablando con Kou, se llevaban realmente bien, y eso me agradaba.

Me vestí rápidamente y salí de mi casa, mis padres se me quedaron viendo con cara rara, yo ni siquiera les explique.

Kou me esperaba en la calle, traía una rosa roja.

–Hola – me dijo en cuanto llegó.

Yo lo saludé y el me abrazo repentinamente, algo pasaba.

Me entregó la rosa y comenzó a rascarse la nuca.

...

Y si, realmente algo pasaba.

El se regresaría a España, junto con su familia.

El padre de Kou trabajaba en la misma compañía que mi padre. Así que no entendía por qué nada más el se iría.

– Me voy en un par de días – dijo y como hacia frío, su aliento caliente se hacía humo – así que quiero despedirme.

El tomo mi mano y me acerco a el.

Y me beso.

– Adiós... – le grité después de que el ya estaba a unos metros de mi.

El se iría.

Entre a mi casa y me senté en el sofá.

Rápidamente mis padres se acercaron, yo no pude evitar llorar, lo extrañaría demasiado.

– Creo que hay que decirlo – dijo mi mamá, yo la mire desconcertada y mi papá prosiguió.

– Nosotros también regresaremos– me dijo mi padre.

Genial, ahora dejaría de nuevo a la Generación de los milagros, no era posible que noticias así llegarán ahora.

– Pero... – continuo mi madre –Tendrás la opción de quedarte aquí, si así lo deseas.

La mire con ojos llorosos aún peor. El pensar que estaré lejos de ellos también me ponía triste.

– Siempre y cuando sigas teniendo tu beca tanto deportiva como de calificaciones – seguí llorando, a partir de ahora me llamaran manguera o algo así.

Mi mamá me dió un abrazo fuerte.

– Cualquiera que sea tu decisión, te apoyaremos.–

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Alesschic