¿Un mal-entendido?

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Respire hondo mientras veía a mis alumnos retirarse, hace unos minutos tocó el timbre de salida, aunque al principio se burlaban de mi, logré caerles bien, eso creo.

_Chibi-sensei-me llamaba unos de mis alumnos, se trataba de Katsuro, mi alumno problemático, aunque todos lo eran.

¡¿Chibi-sensei?¡ ¡Es la culpa de la genética! ¡Estupido mi 1.60 idiota!

_¿Pasa algo?

_No preste atención en los horarios. Me perdí. ¿Me los puede apuntar? -Dijo mientras me extendía una hoja, con la mitad de los horarios escritos.

_Claro ¿Tienes algún lápiz?- pregunté, Katsuro me extendió uno y comencé a apuntar, y borrar los que estaban mal, a veces pienso que en realidad el pasado no se puede borrar así como lo hago con esta nota.

Cuando terminé, Katsuro se fue sin ni siquiera dar las gracias, creó que me acostumbrare a eso. Como era el primer día, los tutores debíamos pasar un dia con nuestros alumnos e indicarles los horarios y profesores de cada materia.

Seguí alistando mis cosas observando la ventana, mi juventud no fue tan buena, pasaron muchas cosas que me gustaría olvidar.

_¡Nagisa-kun!~ ¿Quieres ir a tomar un café?- me dijo una cantarina voz, sólo pude voltear mientras lo fulminaba con la mirada algo que le dio escalofríos, siempre ha sido así, ahora que lo recuerdo...

_Disculpe Akabane-san. Pero tengo cosas mas importantes que hacer.- Era mentira pero necesitaba librarme de aquel pelirrojo que al parecer le da igual lo que pasó conmigo.

_¿Asi? Pues ire contigo. - ¿Que gana haciéndome la vida imposible?

_No necesita acompañarme. Nos vemos. -trate salir por la puerta pero su mano me detuvo.

_¡Espera! -grito mientras me arrinconaba a la pared, tenía mis manos sujetas a los costados de mi cabeza, su rostro estaba muy cerca al mío.

Esto... así fue como comenzó todo, mierda voy a llorar.

Y así fue. Una lágrima se deslizó por mi mejilla y apenas baje el rostro, alzó mi mentón y... probé sus labios una vez más.

Mientras me besaba, no sabía si librarme o no, tenía demasiada fuerza y sería en vano resistirme, ligeras lágrimas adornaban mis mejillas, una confusión era mi cabeza, tenía sentimientos encontrados como la nostalgia y el enojo.

El beso terminó, apenas lo hizo me aparte, limpiándome los labios con asco y repugnancia.

_Me das asco Akabane - apenas lo dije me abrazo de la cintura colocando mis manos en su pecho - ¡Sueltame! -su agarre era muy fuerte y poco a poco empezaba a perder la paciencia aunque siendo sinceros nunca la tuve.

_¿Porque debería? Tu me amas y yo te amo. Deja de hacerte el difícil y dime el porque jugaste conmigo sabiendo que yo te amaba.

_Estas loco si piensas que te amo después de todo. ¡Yo no jugué contigo! ¡Ese fuiste tú! ¡Maldito teñido!

_¡Es natural! ¡¿Como que no jugaste conmigo?! ¡Yo no me fui de nuestro lecho de amor!

_¡Era tu cuarto imbécil! T-Te lo merecías, lo dijiste en mi cara. ¡Tu nunca me has querido! ¡¿SE LO DIJISTE A ASANO RECUERDAS?!

No tengo derecho a gritarle, pero es un insano después de todo.

No podía dejar que observará mi rostro lloroso, lleno de mocos y baba, nunca me quizo, así yo lo escuché.

_¿Quieres a Nagisa? -pregunto Asano al otro lado de la línea.

_¿Nagisa? Pues... yo no lo quiero. - esa fue la gota que derramó el vaso.

To see you againDonde viven las historias. Descúbrelo ahora