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Después de dos semanas y medias, recién me habían enviado el e-mail sobre mis horarios. En realidad no era para nada malos, lunes, martes y jueves entraba a las 8:45 a.m. y salía a las 3:45 p.m., los miércoles entraba a las 10:00 a.m. y salía a las 5:00 p.m. y el día viernes, el más amado, el más esperado, entraba a las 11:00 a.m. y salía a las 2:00 p.m. De esta forma, cómo no amar los fines de semana.

Recién era miércoles, no tenía nada en mente para hacer y afuera hacía mucho frío como para salir, así que decidí mandar un mensaje a David para ver si podía pasar a mi departamento.

Miraba por la ventana mientras pensaba en Ethan. Lo veía casi a diario, cuando iba donde mi madre algunas tardes, siempre estaba con David, pero nunca veía a su madre. Dudaba de que fuese adoptado, ambos tenían la nariz y los pómulos similares, por lo que el parecido era innegable.

David:
-Salgo cerca de las cinco de la tarde. Paso a buscar a Ethan y vamos a tu casa.

Sonreí y le contesté con un "Aquí los espero<3". Tenía casi dos horas, por lo que decidí hacer un biscocho de limón para esperarlos. Me dirigí a la cocina y comencé a preparar el queque.

Puse música, un mix de electro pop para comenzar a cocinar. Empecé a mezclar cada ingrediente al ritmo de las canciones y me hacía reír yo misma, solía ser infantil cuando me lo proponía o eso era lo que decía Jared. Mi amigo decía que, mi forma de ser extrovertida, era a través de la vergüenza, y no lo negaba, me gustaba hacer pasar vergüenza a Jared.

Dejé el molde con la mezcla en el horno y lo observé por varios segundos. El calor de la cocina me reconfortaba por lo que preferí encender la estufa, el frío ya estaba calando mis huesos y la lluvia ya había llegado nuevamente.

Me acosté sobre el sofá frente a la estufa a ver un poco de televisión. Preferí ver la película "El Perfume", sintiendo que poco a poco mis ojos se cerraban, pero no quise cerrarlos por completo, quería estar despierta, sentir la lluvia sobre la ventana, sentir el calor sobre mí y ver la magnífica película que tenía frente a mis ojos.

Cuando ya estaban pasando los créditos, sonó el timbre de la casa. Me levanté perezosamente y sentí nuevamente el frío sobre mí. Abrí la puerta y ahí estaba David con Ethan en los brazos.

-¡Isaa!- gritó el pequeño con una sonrisa.

-Hola Ethan.- saludé revolviéndole el pelo.

Al entran, Ethan se bajó de los brazos y David me saludó con un beso en la mejilla. Ambos caminamos hasta ver al pequeño sentado en el sillón mirando la estufa prendida.

-¿Tienes frío?

-Sí. Está lloviendo.- respondió sin despegar la vista de la estufa

-Te traeré una manta para que te quedes en el sillón.- le dije

Tomé la manta de polar que se encontraba encima de mi cama para dársela a Ethan. Desde el marco de la puerta podía ver perfectamente cómo mi amigo y su hijo reían por el hecho de que Ethan trataba de hacerle cosquillas a David, mientras que David fingía una risa cuando le hacía cosquillas a él.

Me acerqué silenciosamente para no interrumpir su juego, pero al verme Ethan, paró de reír y con una sonrisa llegó hasta mí para tomar mi mano y sentarme a lado de su padre. Miró a su padre con una enorme sonrisa antes de que ambos comenzaran a hacerme cosquillas.

-¡No...! ¡Paren...! ¡Les puedo pegar! ¡Da...vid! - gritaba entre risas.

Ambos no hicieron caso y siguieron con su juego hasta que los tres comenzamos a reír sin parar. Ethan se sentó en el suelo y yo me quedé sentada de forma que podía ver de perfil a David. Los tres con la respiración agitada por el juego.

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⏰ Last updated: Oct 14, 2016 ⏰

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Amigos, crimen y amor.Where stories live. Discover now