¡Para Mí, Tú Eres Única!

•Capitulo Cuatro•

Flashback

Cerré la puerta de mi habitación de un portazo.

No entiendo porque mis papas me hicieron esto, si puede que lo hayan ascendido pero no era el hecho de que por culpa de ellos haya tenido que dejar todo.

Puede que no haya sido tan social, pero de igual manera no me gustaba serlo, lo único que quería era tener un buen promedio para poder presentarme en la universidad de Atlanta, quiero tener un futuro, no quiero quedarme estancada.

No estoy diciendo que las personas sociables como Carolina, ella es demasiado sociable, sean fracasadas. Al contrario, les puede ir mejor, ya que no tienen "pelos en la lengua" para decir cualquier cosa.

Pero gente como Oliver, que también es demasiado sociable, que lo único que hace es jugar con los sentimientos de todas las chicas del instituto, será un fracasado, lo sé y de primera mano, Oliver no era así los populares lo cambiaron y todo por querer estar con Carolina.
Ella tiene su futuro totalmente planeado, pero le gusta arruinar la vida de otras personas, quiere pasar por encima de todos, así sea por rumores falsos. Hace lo que sea porque la persona que la supere quede mal ante todos.

¿Por qué digo que Oliver no era así? Porque fue mi mejor amigo desde primaria, como cualquier inocente, se enamoró de Carolina y ella lo daño, de la peor manera.

El reto para que lo aceptara era hacerme lo peor del mundo, no sé porque ella me odia, pero logro lo que siempre quiso, herirme, Oliver le hizo caso y paso lo que tenía que pasar, me humilló. La persona a la que considere mi mejor amigo, me humilló frente a miles de personas y todo por ella, por alguien que al mes le hizo lo mismo, jugo con él y lo lastimo, lo daño.

Se volvió tan frío, cambio de una manera drástica, falto una semana entera, a la siguiente, fue todo totalmente diferente.

Aquella persona que una vez conocí, ya no existía y no lo volvería a ver. Se volvió un rompecorazones, me duele verlo así.

Cuando se enteró de que me iba, me busco.

***

— ¡Katerine!— Se escuchó un grito proveniente del jardín.

—Hija— Mi mamá entro llorando a mi habitación —Oliver está afuera, está totalmente descontrolado, tu primo salió para ver si lo podía calmar, pero lo golpeo y le grito que necesitaba verte.

Me paralice, como tenía la valentía de venir hasta mi casa.

Me pare de la cama, furiosa, no lo quería ver, no quería saber nada de él.

Baje las escaleras y salí de la casa echando humo por las orejas, podía jurar que estaba más roja que un tomate.

— ¿Cómo te atreves a venir a mi casa, Oliver Black? — Dije furiosa

—No... No te puedes ir, Kat— Dijo, ahí me di de cuenta que estaba llorando y borracho —No tú, Kat eres como mi hermana, lo acepto de cualquiera, en estos momentos, pero no de ti, eres la única que me queda.

«Has estado para mí, desde que tengo memoria, te falle... ¡Joder! No sabes cuánto me arrepiento, eres lo mejor de mi vida, sabes todos y cada uno de mis defectos, secretos y sueños.
¿Te acuerdas cuando te caíste de la bicicleta a los 6 años? Porque yo sí, me acuerdo que me prometiste dejar de llorar si te compraba un helado.
¿Te acuerdas cuando te dije mi mayor temor? Te mentí, perderte era y es mi mayor temor, fuiste la única que me comprendía, no lo digo de manera romántica, lo sabes, pero no te puedo perder, eres mi hermana. No me puedes dejar, Kat.
Cuando me entere de que te ibas, sentí que me moría, sentí como si todo a mí alrededor se derrumbaba y explote. Desde hace mucho tiempo me di cuenta de mi error, lo siento, Kat.
Enserio lo siento»

Me quede callada, sentí como si mi mejor amigo hubiera vuelto, pero no, Oliver nunca cambiara.

—Cuando vuelvas a ser el mismo de antes, me buscas.

Me di la vuelta con el mundo a mis pies, me dolía y mucho verlo tan perdido.

— ¡Katerine! ¡No te vayas, no tú, por favor! — El grito desgarrador que soltó, me hizo querer darme la vuelta y ayudarlo, pero con todo el peso de mi alma, seguí caminando hasta la puerta.

— ¡Kat! — Fue lo último que se escuchó cuando cerré la puerta de la casa.

***

No volví a saber de Oliver, la mamá no me quiere decir nada.

No me arrepiento, si decidió cambiar, lo felicito. Si no, pues lastima.

No puedo decir nada más de él, si va a rehabilitación me voy a sentir orgullosa.

Fin del Flashback

***

Primer capítulo de este lindo maratón.

Ojala les guste y no se les olvide dar en la estrellita y comentar.