Capítulo XXIII Mi Madre

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- ¿Eres tú Arwen?
- Sí Madre - lágrimas empezaron a salir de mis ojos y de los de mi Madre
- ¿Qué haces aquí?
- No estoy orgullosa de la manera en que vine aquí pero estoy felíz de verte sólo buscaba respuestas
- Querida no debiste dejar que Sauron tomará tus poderes
- Lo sé pero quise respuestas y quería verte por primera vez en toda mi vida
- ¿Cómo está Thorin?
- Bien aún que extrañandote al igual que yo, pero no vine a contarte de mi vida y de como está mi Padre si no a pedirte un consejo de Madre a hija
- Está bien, ¿Y cuál es?
- ¿Cómo lograste proteger a mi Padre y a mí de tí?
- Pues si nunca estuvieron en peligro por que dices eso
- ¿Entonces por que nos dejaste?
- Porqñque Sauron era una amenaza para ustedes así que decidí irme y entregarme, así los Nazgûl no te estarían acechando
- Pero entonces todo lo que me habían dicho de tí, ¿era mentira?
-
- Entonces, ¿por qué soñaba con la muerte de un ser querido?
- Era Sauron que se metía en tu mente y te enseñaba mentiras
- ¿Por qué?
- Porque quería tus poderes, era lo mismo que hacía conmigo pero el los usaba como advertencias para que me entregara
- Entonces todo fue creado por él
- Lamento decirte que si
- ¿No hay una manera de salir de aquí?
- No al menos que acaben con él y si tienes suerte puedes salir de aquí pero sin tus poderes
- No me importa quiero salir
- Entonces sólo tienes que ser paciente
- Espera, ¿por qué dijiste que podré salir, acaso tú no podrás?
- No, porque para mí ya es tarde ya soy parte de él, no me puedo salvar pero tú sí, tendrás que sacrificar tus poderes pero podrás salir
- No quiero irme sin ti, apenas y conozco quien eres
- Pues puedes hacerme preguntas para conocerme mejor y yo las contestaré
- Es una buena manera de conocerte por primera vez
Por un tiempo estuve haciendo preguntas acerca de como era ella, su vida y de como había conocido a mi Padre Thorin.
Su historia era hermosa, ella me había dicho que mi Padre la había salvado de un terrible dragón, Smaug.
Él era el último de los grandes dragones que quedaban en la Tierra Media y que expulsó a los enanos de la Montaña Solitaria tomando su tesoro.
Ella era una elfa que había venido con él ejército de Thranduil, y ella había sido la única elfa que había decidido quedarse para ayudar a los enanos en su lucha, y cuando el fuego de ese dragón, de color rojo-dorado, con enormes alas de murcielago, una piel de impenetrables escamas de la dureza del acero y una inteligencia superior a la de la mayoría de dragones en la Tierra Media, estuvo apunto de alcanzarla Throrin la ayudo y la protegió, ella me había dicho que había sido amor a primera vista aún que mi Padre nunca lo aceptó y él decía todo lo contrario.
Después de que mi Padre Thorin había recuperado la Montaña Solitaria y después de haber pasado mucho tiempo con Éowyn decidió casarse con ella, meses después tuvieron una hija, yo.
Pero meses después ella desapareció dejando el corazón roto de Thorin.
- Esta ha sido una bella historia y una buena manera de conocerte mejor y me duele no poder estar más a tu lado nunca más
- Pero si siempre estaré ahí vigilando te y protegiendo te de lo problemas, trataré de guiarte y mirar en la fuerte mujer que te has convertido
- Oh Madre, ya me duele dejarte - solté en llanto pero ella me abrazó y me consoló hasta que todo se empezó a poner más claro.

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