Capitulo XIX La Decisión Final

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Después de un tiempo de estar reflexionando, encontré la respuesta.
Tenia que odiarlo para olvidarlo, pero solo hasta que encontrara a mi Madre, si ella había puesto un hechizo para protegerlo de mi yo tenía que hacer lo mismo, pero tenia un pequeño problema, no sabía ni dónde encontrarla o por donde empezar.
Me dirigí hacia el castillo y durante el camino me vino una idea, tenia que ir a ver a Sauron estaba segura de que él sabía dónde estaba mi Madre, pues si él sabía donde me encuentro tal vez él sabrá el paradero de mi Madre.
Entre al castillo con la cabeza en alto y me dirigí al salón donde todos se encontraban
- Has encontrado ya la respuesta
- Sí, haré lo mismo que hizo mi Madre e iré a buscarla
- Hace años que nadie la ve, pudiera estar muerta
- Lo se pero es la única opción que me queda y ademas no pierdo nada intentándolo
- ¿Como piensas empezar tu búsqueda?
- Sauron es la respuesta
Todos en la sala me voltearon a ver preocupados y a la ves sorprendidos
- Arwen eso es una tontería ¿Cómo él te ayudaría a encontrar a tú Madre?, él quiere tus poderes y el Anillo Único
- Lo se Legolas, se a lo que me estoy enfrentando y se que lo quiero hacer no tengo mas opción
- Yo voy contigo
- No Kili, voy sola no quiero ninguna de sus compañía solo me estorbarían y serían una carga
- sola no lo lograras
- Yo puedo, eres el que más me estorbaría Legolas, así que por favor no me hables
Se quedo callado con enojo en su cara, me dolía verlo así me dolía que me odiara, pero más me iba a doler verlo muerto, esto era mejor para todos, salí de la habitación y me dirigí a un pequeño jardín para sentarme a reflexionar, mañana en la mañana partiría sola a una aventura llena de peligros, me iba a valer por mi misma por primera vez en mi vida.
El temor de estar sola me invadía poco a poco, sentía que este sentimiento me iba a comer poco a poco y esto solo iba a ser unos cuantos meses, no podía ni imaginar mi vida sola, entre las oscuridades de este mundo.
- ¿Arwen? - El sonido de su cálida voz me lleno de calma
- ¿Que haces aquí Legolas? - se acerco mucho a mi - ¿Que crees que haces?
- ¿Acaso me odias a muerte? - desvíe mi mirada
- Sí - Se acerco todavía mas hasta sentir el latir de su corazón
- Mírame a los ojos y dime que me odias
- No puedo, pero tengo que - me hice invisible y lo atravesé para huir de él
- No trates de huir, ni pienses que no se donde estas - Logro tomar mi mano aun que no me viera, en ese momento perdí la concentración y me volví visible
- ¿Como es que sabias donde estaba?
- Siempre sabré donde estas, aun que estés a mil kilómetros lejos de mi, sabré tú paradero
Me acerco a el tomo mi cuello y me besó, me quería separar de él pero me acorraló contra la pared y no pude, se separo de mi por un momento
- Esta noche solo estarás junto a mi, me podrás amar sin importar nada, y mañana me odiaras como nunca antes y te podrás separar de mi todo lo que quieras, enterraras mis sentimientos en lo mas profundo de tu corazón, pero en esta noche solo tendrás ojos para mi y tus sentimientos solo serán dirigidos a mí.
- Te odio tanto
- Lo se - Me volvió a besar
Toda la noche entregamos nuestros sentimientos al otro, y rogamos por que el amanecer no llegara, pero no podíamos, solo podíamos pensar en el otro.
La noche termino y un nuevo día llego, el odio me invadió el amor se desvaneció junto con todos los recuerdos de aquella noche, y empece a mirar hacia adelante esperando a encontrar lo que tanto buscaba.
Hasta entonces aquella palabra "Sentimientos" no existiría mas para mi, sería solo un alma oscura que vaga por le mundo en busca de lo inesperado que cambiara mi forma de vida.

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