Introducción

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-Jeong Min... ¿quisieras salir conmigo?...-

Una linda chica extiende frente a mí sus manos sosteniendo una carta... ofreciéndomela... me le quedo viendo fijamente... es linda, tiene unas pestañas largas... pero no tanto como las de ella... su piel se ve suave, pero apuesto a que la piel de ella lo es mucho más... sus ojos son también muy tiernos... pero los ojos de ella son más expresivos...

No... definitivamente no le llega ni a los talones... ni ella ni todas las demás chicas que se han acercado a mí con la intención de salir conmigo...

En serio, no es que no quiera tener la experiencia de salir con alguna chica, pero nada puedo hacer si mi corazón ya está ocupado desde que vi aquella linda sonrisa en esa foto que guardo celosamente...

Respiro profundamente... la chica levanta la vista un poco extrañada al ver que no digo nada...

-¿Jeong Min?...-

-Lo siento... pero yo ya estoy comprometido...- le digo lo que a todas...

Y es verdad, desde que tenía cinco años, mi madre llegó a mí con la foto de esa linda niña, más grande que yo, pero no dejaba de tener ese aspecto inocente, con una linda sonrisa, unos ojos muy expresivos...

-Eres una chica muy linda, pero no puedo fallarle a Seong...- así dijo mi madre que se llamaba esa niña...

-¿Seong?...- sonrío...

-Si, es la chica más hermosa... y voy a casarme con ella cuando termine el bachillerato, lo siento en verdad...- la chica baja sus manos y guarda la carta en su bolsa...

-Entiendo... no sabía que tenías novia... lo siento Jeong Min...- se acerca a mí y besa mi mejilla...- pero no dudes en buscarme si decides salir con otras personas...- sonrío de lado...

-Eso no sucederá... yo amo a mi prometida...- solo la veo sonreírme para después entrar al edificio...

Me quedo parado a mitad del jardín de la escuela... suspiro... meto mi mano al bolsillo de mi camisa y saco una foto toda maltratado... la he guardado por más de 10 años, siempre la cargo conmigo, no dejo verla a cada momento... y espero ansioso el momento en que venga a Seúl al finalizar el bachillerato...

Aunque no la conozco en persona, sé que la amo, he vivido con la idea de que será mi esposa y no hay nada que no desee más... o eso pensé hasta él tocó el timbre de mi casa... 

Mi PrometidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora