El Ceniciento -Historia Moderna-

Capítulo 9. ¡Lo recuerdo todo!, ¿tú no?.

-¡Feliz cumpleaños guapetón de mi corazón y de todo el puto mundo! –Un gritó emocionado por parte de Gaby me despertó, a lo que yo sólo me envolví en las sabanas de la cama-.

De la nada unos brazos fuertes me sostuvieron de la cintura, mientras que otros brazos me quitaban la sabana que apretaba hacia mí, cuando pudo quitarla miré a un divertido Gaby.

-Deberías ver en estos momentos a Matías, le acabas de dar un golpe en el pecho y parece que le aventaste un elefante –Así que... ¿Matías sostenía mi cintura?-.

Le di un golpe más fuerte.

-¡Auch! –Gritó un adolorido Matías, este me soltó y cayó al piso-.

-¡Sólo Gaby me toca! –Dije haciendo mi puchero-.

Gaby gritó de la ternura y me abrazó, puso mi cara en su pecho y me apretó más a él.

-Si cariño, ¡sólo yo tocó a mí Andy!.

Matías rio y salió del cuarto.

-Te acordaste Gaby.

-Obvio, nunca me olvidaría de tu cumpleaños.

-Si lo haces, yo puse una alarma para el día de mi cumpleaños.

-No amorcito, bueno... ¡Vamos a la cocina que te tengo un regalo y créeme que tu regalo no se lleva ni con Matías ni conmigo!.

-¿Eh?.

¡Por dios un perro!, un perro, siempre he querido un perro... le llamaré Cookie. Gaby tomó mi mano y abrió la puerta de mi habitación dejando ver a un Matías y un Yisus golpeándose.

Ah, ya entiendo.

-¡Puto Gabriel Pepe Cosgrove!, quería un regalo no visitas indeseadas.

Yisus dejó a Matías se paró frente a mí y dijo:

-Perdóname.

De la nada sus manos se enrollaron en mi espalda y cintura atrayéndome a él seguido de un beso con sus lágrimas. Dudé en cerrar los ojos pero lo hice, de la nada una fusión de nuestras lágrimas apareció, enrolle mis dedos en su cabello y lo jalé para que sintiera dolor, a lo que él respondió atrayéndome más a él, un gemido de desesperación se escapó de mi labios, lo empujé y lo miré a los ojos.

-No Yisus, creo que tú ya me perdiste, no te preocupes, te juró que te olvidaré, eso sólo... fue una despedida –Miré a Matías y le supliqué con la mirada que lo sacará de la casa, él pareció comprender, después de unos golpes logró sacarlo-.

-A-Andy, yo realmente lo siento –Habló un Gaby preocupado-.

-No quiero que me molesten por favor.

Entré al cuarto con el corazón comprimido, me dejé caer en el suelo y grité de dolor, de frustración, de miedo y de simple gusto.

-Te disté cuenta tarde Yisus –Dije antes de dormir en el vil piso-.

[Matías]

En un día me di cuenta de las historias que mi mente inventaba, ciertamente era patético... después de la sorpresa de Gabriel o como Andy le decía "Gaby" este me miraba intensamente, ambos estábamos en la cocina, en la mesa sentados lamentándonos de lo que había pasado.

-Te conozco... ¿cierto? –Peguntó el amigo de Andy con picardía-.

-Sí –Era un poco cortante, pero la verdad es que no sabía cómo romper el hielo y platicar sobre lo ocurrido-.