Cap. 6. Mensajes

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El sol no me dejaba dormir, me molestaba hasta el punto de querer morir ya, aunque claro el sol no tiene la culpa de que no me pueda dormir, eso y lo otro afectan mi hermoso sueño, no quería levantarme y enfrentar la nueva situación bochornosa. Saqué mi trasero de la cama, me di un baño y me cambie con ropa casual: unos jeans un poco ajustados y la camiseta de Yisus color blanca, había un poco de frío por lo que no estuvo mal asaltar el ropero del ya nombrado, las mías eran justo a la medida, yo quería una más grande. Bajé las escaleras con pereza, me hice unos Hot Cakes y me serví un vaso lleno de chocolate frío, tal y como me gustaba, amaba las cosas frías excepto en algunas cosas.

-¡¿Estas en casa Yisus?! –Grité a todo pulmón, sabía que Yisus estaba en el mismo piso que la entrada, pero de todas formas grité, a veces suele tener un sueño pesado-.

-Estoy e-en –Bostezo- casa –Esta última palabra la alargo-.

-¿Por qué no duermes en el mismo piso que él mío?.

-Sabes lo que pienso sobre esa idea Andy –Tomó asiento en el mueble-.

-Sí, oye no va a pasar nada, eres muy protector conmigo, no dejas que alguien me mire por que luego te molestas, ¿sabes? ¡Hasta contigo mismo!, eres raro Yisus Shay, casi piensas que mirarme es un pecado –Suspiré- Yisus me puedes ver cuando quieras, claro exceptuando cuando me voy a bañar o cuando me cambio –Me acerqué hasta él y le di un beso en la frente, lo tome de la cara y lo obligue a mirarme- Sabes que te considero algo más que un amigo –Aparto su cara y me miró-.

-Andy, eso no está bien y lo sabes, es por eso que no duermo en el mismo piso contigo.

¿Creía que era un chico hormonal?, por favor, parecía que no me conocía.

-¿Piensas que en cualquier noche iré a tu cuarto si vivimos en el mismo piso?.

Se quedó callado.

-Yisus quieras o no yo no puedo evitar sentir lo que siento, pero tampoco me voy andar metiendo e tu cama, ¡por favor!, Yisus tú me has enseñado bien, sabes que no soy así... ¿sabes? –Bajé mi mirada- a veces me da miedo contarte lo que me pasa, me atemoriza saber lo que vas a pensar, no me importa que piense otra persona de mi... pero Yisus, a mí sí me importa que piensas de mí.

Yisus seguía recargado en la pared tallándose las sienes, tomé mi plato de Hot Cakes y mi vaso de chocolate frio.

-No tienes por qué responderme, tranquilo, ya estoy dejando de pensar así de ti, ya hay alguien más –Subí las escaleras- No sabes que por alguien más conocí el sexo y la posesión –Susurré, no me había escuchado-.

Abrí mi cuarto y comí, créanme que a veces una discusión o una charla como esa no afecta mi apetito, la cama vibró, sabía que era mi celular, chequé mi celular y vi un mensaje de un número desconocido, abrí mi WhatsApp y lo vi.

-WhatsApp-

°Desconocido

-Hola J.

¿Quién rayos era?, definitivamente nadie sabría mi número, excepto 3 personas, Yisus, Gabriel y el maestro de la clase, tomé al toro por los cuernos y decidí contestarle.

-Hola :/, ¿te conozco?.

-Fin-

Espere unos cuantos minutos, y no me respondió. La tarde llegó a la noche, todo el día me la pase en la cama viendo el bendito celular, me fijé en la hora -12:34 p.m.-, ¿estaba loco?, me cambié de ropa, unos boxers blancos y la camisa de Yisus, me cubría los boxers, me acosté y escuché el sonidito de mensajes, lo busqué con la vista, todo era oscuro, pero una lucecita azul cielo parpadeo, me levanté y revise los mensajes.

El Ceniciento -Historia Moderna-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora