Capitulo 7 - Cristina

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Fin de semana de la primera semana de clases, hoy me entere de que ella se fue de viaje solo por algunos años, pensé mucho en las vacaciones, durante las fiestas, ella solo se fue sin despedirse, pensé que la vería al regresar a las clases, la busque en su oficina, pero en esa oficina ahora esta otra profesora, no fui capaz de preguntar dónde estaba Antonia ese día.
La busque por toda la universidad, por toda la facultad, solo no estaba, mi última esperanza era que me diera la cara y que habláramos al regresar a clases.
La verdad ni sé lo que le iba a decir, solo tenía esta necesidad extraña de verla, poco a poco mis esperanzas mermaron y con ellas se abrió un hueco en mi alma, hoy se terminó de abrir, quedo un vacío en mí, no entiendo nada.
Porque venir envolverme, pedirme una noche, pasar una hermosa noche y luego desaparecer, eso es egoísta, siento como si ella me hubiera usado todo este tiempo.
-Me puede poner otra- le dije al tendero.
-Ya deja de tomar-Liliana me quita la botella, no sé porque la invite a venir conmigo.
-La ultima-
-Eso me dijiste de las últimas seis- alcance a tomar la botella y a beber de ella.
-Se puede saber que te paso en las vacaciones para que actúes de esa forma-
-Solo estoy molesta- dije sacando mi celular y colocando una canción.

"Ya no me acuerdo, Ni de tu risa, Ni de tu prisa, Por darme un beso, Ni qué botón, De tu camisa, Desabrochaba primero. Ni qué rumba me bailabas, Cuando querías robarme el sueño, Dicen que el tiempo y el olvido, Son como hermanos gemelos"

-Se nota que estas molesta, pero el problema no es conmigo, porque no haces catarsis de una vez-
-Porque no puedo-
-Bueno- tome un sorbo de cerveza y recordé entre las sombras de la noche, con la letra de la canción su cuerpo, la primera y la última vez que la vi, una lagrima rodo por mi mejilla.
-Creo que me enamore de ella- dije por lo bajo, soltando otra lagrima.
-Al parecer- ella solo me abrazo contra su pecho, meciéndonos suavemente como arrullándome.
Tenía ganas de hablar, de contarle todo lo que había pasado con Antonia, pero simplemente no podía hablar, las palabras se atoraban en mi garganta y salen de mí en forma de lágrimas.
-Tranquila Cris... ella no se merece tus lágrimas- dijo mientras me abrazaba.
Sollozaba en silencio, salen lágrimas de mis ojos, la noche empezaba a enfriarse, una noche despejada de esas donde hay muchas estrellas.
-Ven pagamos y te llevo a casa... no es bueno que tomes, menos en el estado en que estas- dijo Liliana cuando sintió que mis lágrimas mermaban.

"No es correcto"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora