Capitulo 11 - Cristina

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Tengo miedo de dormir, ya hace dos días y medio no puedo dormir mucho, solo algunos minutos, nada que me haga reponer fuerzas, después de hablar con Antonia, nunca debí hablar con ella, solo me trajo problemas.
Creo que es un recuerdo aunque hace presencia cuando duermo, es muy vivido se repite de manera constante, mis manos recorren su espalda, mientras su boca parte la mía de un beso, creo que más que un recuerdo parece un sueño, ellas, las dos se funden en una sola imagen, las dos son la misma mujer, pero las dos son distintas, una es mi novia Laura y la otra es solo una mujer de mi pasado, solo es Antonia, al pensar esto se dibuja una sonrisa sardónica en mi cara, estoy segura de que mi inconsciente necesita de un psiquiatra, el perfume es como el de Laura pero los besos tienen esa textura y el sabor al de Antonia, la cicatriz de la apendicetomía en el abdomen es la de Laura, pero el color de piel es el de Antonia, estoy enloqueciendo.
Tengo la boca seca y hasta podría apostar que mis ojos están rojos, intoxicados por todo el humo de cigarro y el licor al que los expuse en tan solo un día y medio.
-Necesito mi polo a tierra- me dije por lo bajo, me tire sobre la cama cerrando los ojos, resignada a dormir aunque sea un poco, rezando por no volver a tener ese sueño.
Los golpes en la puerta llaman mi atención.
-Cristina- Intento ignorar a quien sea que interrumpe mi paz, no logro ubicar la voz femenina que habla desde el otro lado de la puerta.
Después de algunos minutos vuelve a insistir.
-Ábreme amor- La voz de Laura resonó en la habitación.
Llego dando tropezones hasta la puerta, me recuesto sobre la puerta y giro la manija, mis pies descalzos se enredaron en algo que había en el suelo, ella al empujar la puerta para entrar me hizo perder el equilibro, caí al suelo, golpeándome la espalda y la cabeza.
Solo cerré los ojos por unos segundos mientras me reponía del golpe.
Creo que fueron unos segundos, al abrirlos otra vez Laura ponía algo frio sobre mi frente, mientras me hablaba con su dulce voz.
-Cris... por favor abre los ojos-
Estábamos sobre la cama, ella me acunaba contra su pecho, beso mi frente.
-¿Como llegue a la cama?- dije con voz ronca.
Ella se alejo un poco mirándome a los ojos.
-Tus vecinos del segundo piso me ayudaron- acariciaba mis mejillas, sus ojos reflejan tranquilidad y amor, como siempre.
-¿Cuánto tiempo llevaba desmayada?-
-Solo unos minutos, lo que tardamos en subirte a la cama, acaban de ir a llamar al muchacho que estudia medicina-
-No me duele nada, diles que no vengan- dije mirando sus ojos.
-No puedo hacer eso- sus ojos eran los de siempre, amorosos y comprensivos, su mano acariciaba mi cara y mi cabello.
-¿Por qué?-
-Porque estoy preocupada por ti, hace dos días estas desaparecida, hay muchos embases de licor en esta habitación y apesta a cigarrillo... sin contar el golpe que te diste que te dejo inconsciente por un rato-
-Ese man de Medicina me cae mal, es un petulante-
-Es eso o llamo a tus papas para que vengan por ti y te lleven al médico- me sostuvo la mirada.
-Vale- dije sin mover mis ojos de los de Laura, con mi mano toque el collar que colgaba de su cuello, acerque mi cabeza hasta su piel para besarla.
-Me gusta tu perfume- dije sin detener mis besos sobre la piel de su cuello.
-Quieta Cristina, tus vecinos no deben tardar-
Dieron varios golpecitos en la puerta y luego paso el Man petulante que estudia Medicina que vive en la misma residencia que yo.
-Hola... ¿quién es la paciente?-
De inmediato ese Man le puso los ojos a mi novia encima, me molesto de inmediato.
-Soy yo- le dije enderezándome en la cama y sentándome al borde de la misma.
-¿Que paso?- Me miro de pasada y regreso la mirada a Laura.
-Se cayó cuando entre a la habitación, estuvo desmayada un rato... aunque parece que ya está bien-
-¿Viste donde se golpeo?- Y este Man porque la tutea porque le habla a Laura si la "paciente" soy yo, ella es mi novia.
-No con exactitud-
-Haber...- se paro delante de mí, extendiendo la mano en forma de saludo -¿me recuerdan sus nombres?-
-Yo soy Cristina y ella es mi novia Laura- dije mirándolo a los ojos, segura de mis palabras.
Regreso la mirada a mis ojos
-¿Donde te duele?-
-Por acá- dije tocando mi cabeza.
-Has estado tomando y fumando- Pues la habitación apesta a cerveza y cigarrillo, creo que la respuesta es obvia, menos mal el medicucho no me quitaba los ojos de encima, menos mal porque no me hubiera gustado tener que ponerlo en su sitio por andar mirando a mi novia.
-Si-
Primero palpo con sus dedos la zona donde me golpee
-Creo que solo tienes un chichón... ¿Has comido?-
-Desde hace unos días... no- mire levemente a Laura y ella me miro con reproche, saliendo de la habitación.
-Vale eso puede explicar el que te hayas desmayado, solo come algo, deja de ingerir alcohol y duerme bien-
-Muchas gracias- Le dije al médico petulante antes de que saliera de la habitación.
-Tranquila, lo que sea que necesites ya sabes dónde me ubicas-
El salió de la habitación y yo me quede sentada en la cama, sentía mi corazón retumbar, junto con el dolor de cabeza, que poco a poco se hacía más fuerte.
Escuche la voz de Laura al otro lado de la puerta junto con la del médico ese, me puse de pie para ir hasta donde ella estaba y volver a espantar al médico, pero en ese momento ella entro.
-Ya te pedí algo de comer a domicilio-
-No era necesario-
-Como que no, hace dos días no comes- sus ojos me atravesaban con seriedad pero con amor.
-Vale- camine de regreso a la cama, pero tuve el impulso de sentir a Laura, regrese sobre mis pasos y la tome de la mano jalándola hasta la cama.
-¿Qué haces Cris?-
-Te arrastro a la cama- ella se detuvo, obligándome a frenar.
-Tenemos que esperar hasta que llegue el domicilio además darte un baño- acerque mi cuerpo despacio hasta donde ella estaba, posando mis manos en sus caderas, besando su cuello.
-Nooo... yo quiero meterme en la cama... contigo- dije mirándola a los ojos, para luego con mi mano jalar su escote y besar el nacimiento de sus senos.
-¿Puedo saber qué pasó?-
-¿Que paso de qué?-
-Sí que paso contigo... ¿porque estabas así?... ¿todo esto por una discusión?-
-Lau, yo me siento confundida... creo- dije mirándola a los ojos.
Ella me miro con algo de inquietud, guardando silencio masticando mis palabras en su mente.
-Quiero que hablemos pero ahora no es buen momento amor- me acaricio la mejilla - Ve metete a bañar mientras llega el domicilio.
Me quede algunos minutos debajo de la ducha sintiendo como el agua tibia golpeaba en mi espalda y me relajaba en parte los músculos intente no pensar, solo recordar los besos de Laura, todas las veces que hemos estado juntas, las salidas, los paseos, nuestras péquelas peleas, el dormir con ella, sentir su cuerpo en mi cama se me hace que es la mejor experiencia del mundo.
Al cerrar la llave de la ducha sentí que golpearon en la puerta de la habitación.
-Muchachas ya llego su domicilio- y la voz de uno de mis compañeros de casa.
-Voy a bajar por la comida y después de comer hablamos de lo que paso esta semana Cris-
-Bueno Lau- dije saliendo del baño, estaba envuelta en la toalla, secándome el cabello.
Ella salió de la habitación caminando rápido, mientras yo busque una camisa esqueleto, me quede sin bra, me puse unas bragas y un pantalón de sudadera muy cómodo, me vestí rápidamente y empecé a recoger el reguero, organizar el desorden en el que tengo mi habitación, el dolor de cabeza se mantuvo en algo soportable, con la caneca de basura en la mano fui desechando todo lo que encontraba de basura por la habitación.
Me encontré con mi camisa esa que había estado en manos de Antonia durante tres años, de nuevo regreso Antonia a mi cabeza y sus palabras, no sé si lo que le dije está bien, que hubiera pasado si me dejo llevar por sus palabras, si no salgo de su oficina como un rayo hace dos días, sino que me quedo hablando con ella, si hubiera...
-¿Amor que pasa?- la voz de Laura me saca de mis pensamientos.
-Nada amor, solo encontré mi camisa-
-¿Y por eso te quedas pensando?-
-Pues que esta camisa tiene una historia encima-
-¿Qué historia?-
-Dale Lau comamos y luego hablamos... ¿sí?-
-Me encanta cuando haces así con las cejas, aunque eso es trampa- ella se acerco y descanso su mano sobre mi mejilla.
-Yo no hago trampa... vamos a comer- sonreí de medio lado.
A ver si adivina que pidió Laura, la comida venia acompañada por unos palillos, salsa agridulce y el restaurante se llama "Shop Suey".
Termine de comerme el arroz frito con cuchara ya que me ganaron los palillos, Laura se burlo de mi ya que no coordinaba los movimientos de la mano con los del ojo, estaba perdida mirando a Laura.
Colocamos los recipientes sobre mi cama y nos pusimos a comer sobre la cama.
Llegue a la conclusión de que hice bien, me metí en una camisa de once varas, después de haberme salido del problema, me complique la vida de una forma absurda, puse a Antonia es su sitio y me abrume con el "si hubiera".
Lo que tengo que hacer es disfrutar de mi relación con Laura, si ella me ama y yo la amo, no tengo nada que buscar en otro lado, no tengo porque pensar en Antonia ella en este momento es mi pasado.
Me quede mirando a Laura, detallando como dejaba los palitos dentro del plato y buscaba una de esas servilletas de cortesía del restaurante.
-¿Porque me miras así?- dijo Laura cuando se encontró con mis ojos.
-Te amo-
Ella sonrió colocándose de pie y caminando por encima de la cama, me fije en que hoy también traía sus medias de deditos.
Se arrodillo enfrente de mí y me beso despacio, sus labios saben a salsa agridulce, que delicia.
-Amor- dijo ella entre besos.
-Dime- dije dejando sus labios y besando su cuello.
-Tenemos que hablar- deje de besarla.
-Es cierto, quieres hablar ahora- mire sus ojos.
-Si... quiero aclarar todo, hable con Paula me dijo que te está buscando Antonia... eso fue hace dos días- Laura se alejo de mi y empezó a recoger los recipientes de comida de mi cama, dejándolos sobre el escritorio.
-Vale- me puse a organizar la cama.
Luego de terminar de arreglar todo ella se sentó a los pies de la cama en posición de buda y yo en la cabecera con la cabeza recostada en la almohada, mirándola.
-Hable con Antonia- por fin salieron las palabras de mi boca.
-¿De qué hablaron?- los ojos de Laura taladraban los míos.
-Me regreso mi camisa, esa de allá-
-Con razón dijiste que tenía una larga historia- Eso me hizo sonreí un poco aunque de inmediato regreso la seriedad de la conversación, quitando mis ojos de los de Laura y dejando la mirada puesta en el cobertor.
-Ella dice que me quiere en su vida... - regresando la mirada a Laura
-¿Y tú que le dijiste?-
-Yo le dije que tengo novia y que el momento de ella ya paso, que ahora estoy con vos que te amo y no pienso cambiarte por ella- dije todo esto sin mover la mirada.
-¿Y ella que te dijo?-
-Insistió, pero yo ratifique mis palabras y la deje-
-¿Eso cuando paso?-
-Hace dos días-
-¿Entonces porque esta conducta tan autodestructiva?-
-Me sentía confundida- baje la mirada a la cama, sentí como se acercaba por la cama.
-¿Y ya no lo estás?- dijo ella sentándose sobre mis piernas.
-Creo que no-
-¿Crees?- pronuncio Laura cerca de mi labios - ¿O lo estás?-
Mire los labios de Laura, esto me parece muy subreal, luego mire sus ojos y había esa confianza de ella que tanto me gusta.
-Lo estoy- dije sin basilar, acerque mis labios hasta los suyos para besarla pero, se echo hacia atrás un poco.
-¿Porque te sentías confundida?- sus manos estaban sobre mi pecho y sus ojos hablaban por ella, me escrutaba con la mirada, como si buscara algo dentro de mí, como si las palabras no bastaran.
-Porque Antonia fue una mujer que en poco tiempo llegue amar, fue muy importante para mí durante mucho tiempo, pero ya no lo es, ahora tu estas en mi vida y quiero que sea así siempre.
Baje la mirada, fijándome en que mis manos estaban sobre las caderas de Laura, haciendo fuerza para que ella no se fuera de mi lado.
-Mírame Cris-
Al regresar mis ojos a los de Laura ella me tomo por las mejillas fundiéndonos en un beso lento, me había tomado por sorpresa, creo que no entiendo lo que está pasando.
-Te amo- me dijo Laura al terminar el beso
-Yo también te amo- respondí mirándola a los ojos- ¿No estás molesta conmigo? –
-Estoy algo molesta, pero no tanto como para privarme de estar contigo, de besarte o pasar la noche abrazadas... estos días que estuviste desaparecida me ayudaron a poner en claro algunas ideas, entre esas que no quiero estar sin ti-
Así en esa posición yo semiacostada sobre la cabecera de la cama y Laura sentada arcadas sobre mis piernas nos volvimos a besar, sus manos sobre mis mejillas y ella guiando el beso uno que poco a poco se vuelve más urgente y pasional, el clima en la habitación se hizo más caliente de la nada.
Mis manos se colaron por entre la camisa de Laura tratando de arrancarle la prenda, quería dejar sus senos al alcance de mi boca.
-No creo que sea buena idea que lo hagamos- dijo Laura.
-¿Por qué no?- respondí con tono zalamero.
-Porque solo hasta hace un rato tú estabas desmayada en el piso de la habitación, hace un muy poco comiste... -
-Lau pero si acá la enfermera soy yo- regrese a sus los besos urgentes, quería provocarla, sentirla mía, mi mujer, consolidar mis sentimientos con un acto de amor, retornando con mis manos a sus senos por debajo de su camisa, escuche como de su boca se escapo un suspiro.
Deje sus labios por un momento para concentrarme en su cuello.
Baje de su cuello besando sus clavículas dando un pequeño brinco hasta su seno derecho mamando de su seno con ganas para luego ir por su otro seno mientras mi mano no descuidaba su otro seno.
Ella se dejo caer hacia atrás y quedo acostada boca arriba en la cama, me ayudo a quitarme la camisa, pose mis manos en sus caderas desasiéndome de su pantalón y de sus bragas dejándola desnuda, a mi antojo.
-Sabes amor tengo ganas de ti- dijo contra mi oreja con palabras susurradas y entre gemidos.
-Y yo amor-
Regrese a sus suaves senos besando cada uno con esmero y dedicación, aunque no soy de las personas que les gustan dejar marcas, no pude contenerme y mordí levemente su seno izquierdo sobre la parte inferior del pezón dejando una pequeña marca que Lau no notaria hasta cuando este frente al espejo, repte por su piel con besos pasando por su delicado abdomen bajando hasta su vulva, tocando con la punta de mi lengua su clítoris erecto sintiendo nuevamente el sabor a mujer de mi novia, para luego cubrirlo con mi boca y chuparlo con delicadeza, los suspiros de Lau no se hacían esperar combinados con su respiración agitada.
Deseaba hacer algo nuevo, intentar algo que nunca había hecho con Lau, empecé a penetrar con mi lengua su vagina, mientras mis dedos estimulaban su clítoris, seguí en descenso besando su perineo, bese su esfínter dibujando su contorno con mi lengua, regrese hasta su clítoris con mi boca, buscando con mi dedo medio su esfínter proporcionándole un masaje profundo alistándome para penetrarla, con mi dedo pulgar penetre su vagina, acariciando sus pareces, mi dedo índice se deslizo penetrando su esfínter.
Escuche un profundo gemido de Laura y sentí como mi mano se llenaba aun mas de sus jugos y como sus paredes vaginales se contraían entorno a mis dedos mostrándome así su primer orgasmo, regrese a su cuello besando lentamente, sin remover mi mano de su entrepierna deslizando mis dedos nuevamente por sus agujeros penetrándola variando la velocidad de mis envestidas, provocando un nuevo orgasmo.
Descanse mi cuerpo en la cama y Lau se abrazo a mi torso desnudo mientras regulaba su respiración aun agitada cuando ya estaba un poco más relajada beso mi mejilla, yo tenía la mirada perdida en el techo, otra vez me quede pensando, y confirme todo, por unas dudas infantiles e inmaduras iba a perder esta relación que he logrado con la mujer que amo, con Laura.
-Eso estuvo genial- dijo haciéndome quitar la mirada del techo y girando para mirarla.
-Me encantas amor- dije contra sus labios besándola levemente.
-Te amo Cris-
-Y yo a ti... te amo mucho- nos volvimos a besar, sus besos volvían hacer urgentes y me estaba excitando aun mas, ya que aun no saciaba mis ganas de ella.
Me ayudo a quitarme mis bragas, al terminar de sacármelas empezó a acariciar mis piernas, para luego alternarlos con suaves y lentos besos, uno en cada una de mis piernas turnándolas, primero en mis tobillos, luego en mis pantorrillas, sentí como poco a poco me siento más caliente.
Al sentir sus besos en mis muslos, las ganas de sentirla ya en mi vagina eran urgentes, sus manos siguieron avanzando despacio hasta mis senos, acariciando mis pezones, su boca por fin llego a mi monte de Venus deje escapar un suspiro profundo.
Su lengua toco mi clítoris y me hizo estremecer sobre la cama, mientras sus manos acariciaban con esmero mis senos, las estimulaciones sobre mi clítoris no frenaron, me sentía muy húmeda, ella acaricio mis labios vaginales con su lengua.
Llego un momento en que se detuvo alejándose de mi entrepierna.
-No.... ¿Amor que haces?- suplique.
-Yo también quiero sentirte-
Paso una de sus piernas por debajo de una de las mías, juntando nuestros clítoris su humedad contra la mía, haciéndome sentirla, colocando su mano izquierda sobre mi cresta iliaca derecha empezó a mecerse, con movimientos de caderas recostando aun mas su cuerpo sobre el mío para sentirla aun más.
Haciéndome llegar al orgasmo en pocos segundo, ella no se detuvo siguió estimulándose contra mí, intensificando las sensaciones en mi, volviendo a excitarme tanto como antes, hasta el punto de sentir próximo otra orgasmo, las uñas de su mano sobre mi cadera se enterraron en mi piel, cuando llegamos al orgasmo juntas, a nuestros segundo orgasmo de la noche.
Se dejo caer sobre la cama al pie de mi cuerpo, bese sus mejillas y su cuello, nos arropamos con las cobijas retozando abrazadas hasta que nos quedamos dormidas.

...
El sabor a metal en mi boca me hizo pasar saliva justo al abrir los ojos, estaba acostada boca abajo con el cuerpo de Laura a mi costado abrazando mi espalda.
Me moví levemente tratando de liberar mi brazo de debajo de mi cuerpo.
-Ya es hora- escuche de los labios de Laura.
-¿Hora de qué?-
-Hora de estudiar-
-¿Qué hora es?-
-Casi las cinco y media-
Brinque de la cama, buscando rápidamente entre el closet mi uniforme y las toallas para meterme a bañar, al mirar rápidamente a Laura ella se acomodaba en la cama, quedando boca arriba mirándome.
-¿Para dónde vas amor?- dijo Laura.
-Tengo Prácticas-
-¿Tienes prácticas los lunes?, pensé que me habías dicho que solo eran de martes de viernes-
-Hoy no es lunes, hoy es martes- me sentía confundida.
-No amor hoy es lunes-
-Entonces porque me dijiste que ya era hora-
-Ya es hora de que me levante y me valla para mi casa, para luego regresar a la universidad, quiero cambiarme de ropa-
-Ponte algo de la mía y quédate más tiempo en la cama- me volví a meter en la cama tan rápido como había salido, arropándonos con las sabanas y las cobijas.
-Creo que si me quedo se nos hará tarde en verdad-
-Sabes que no... pondré mi celular para que suene a las siete-
-Bueno, pero lo colocas-
Después de cuadrar la alarma del celular, descanse mi cabeza en el abdomen de Laura abrazándome a su cintura y me quede dormida, es en este momento de mi vida donde me reafirmo en que con quien quiero estar y con quien amo estar es con Laura.
El pasado es pasado y para mí en este momento se debe quedar así.

"No es correcto"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora