Amar a muerte

Nada a favor

                                                               Amar a muerte

Desde que Craig llego a la cafetería sintió que "algo" estaba pasando, lo supo cuando vio a sus compañeras murmurarse mutuamente, con sonrisas bobas en el rostro; el pelinegro las saludo como de costumbre y se dirigió a la barra a saludar a Tweek, pero cuando lo vio advirtió algo en su mirada; una mirada que le advertía precaución

-buenos días, Tweek-

-buenos días Craig...-

-¿qué está pasando?-

Antes de que el mayor pudiera contestar la puerta de la cocina se abrió dejando ver la figura de Christophe, los ojos del adolescente se abrieron con sorpresa al ver de nuevo ese cabello castaño, esos ojos chocolate con sus habituales ojeras y ese ceño fruncido, no había duda; paso lo que no quería que pasara -al menos no tan pronto- el francés había regresado

-Tweek, ¿has visto mi taza?-

-ack...lo siento, se me cayó y se rompió-

-mierda...bueno no importa, tomare cualquier otra- contesto y después fijo su vista al pelinegro- ¿sigues trabajando aquí, Tucker?-

-si -contesto Craig manteniendo su neutralidad- las vacaciones aun no terminan-

-terminaran en menos de dos semanas...debes estar feliz, pronto regresaras a la escuela de nuevo; es una lástima que ya no vayas a poder seguir viniendo a trabajar - el francés mostro una sonrisa triunfante

-eso no significa que vaya a dejar de venir-

-oh claro que no; Tweek y yo estaremos siempre aquí por si nos visitas en un futuro-

Dijo mientras se acercaba al rubio y ponía una mano sobre su hombro, Craig sentía que su sangre ardía al ver esa escena, tenía ganas de golpear al bastardo francés y cortarle la mano, pero la mirada de Tweek le pedía que se controlara

-me alegra escuchar eso...-

-bueno, escuche que ahora también eres el barista de Tweak Bross...bien niño; pues a trabajar que para eso estamos aquí; Tweek, acompáñame a la cocina-

-ngh..si-

Tweek se fue tras el no sin antes darle una mirada a Craig que le pedía prudencia y control; el menor solo asintió levemente y después de que el ojiverde entrara a la cocina, suspiro con desgano y coraje, ese bastardo hijo de puta había llegado antes de lo que él hubiera querido; aunque la verdad le hubiera gustado más que el castaño nunca regresara, además le había recordado que las vacaciones terminarían pronto y el regresaría al instituto, lo que obviamente eso lo haría tener que dejar su empleo

"hijo de perra"

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Craig sintió ese día como si fuera más lento y pesado que de costumbre, no soportaba el estúpido acento de Christophe al hablar, no soportaba su presencia  y mucho menos soportaba que Tweek estuviera siempre detrás de él, ese día era de verdad nefasto, al caer la tarde la puerta de la cafetería se abrió dando paso al hombre más elegante de South Park, al verlo las meseras babearon mientras intentaban "atenderle"

-gracias por sus atenciones señoritas, pero busco al señor DeLorne o a Tweek Tweak-

-en un momento les aviso!- exclamo entusiasta Chiara, ganándole la "competencia" a Ross

"tontas"

Pensó Craig mientras reconocía al hombre...si su memoria no fallaba ese hombre era el mismo que se había llevado a Christophe a Marruecos, Gregory, según le había dicho Tweek que ese era su nombre, el joven deseo que ese rubio estuviera allí para llevarse al francés una vez más -y esta vez ojala no regresara nunca- Tweek y Christophe salieron de la cocina encontrándose con su viejo amigo