Preludio

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                                                      Amar a muerte

Tweek se encontraba sentado en la sala de espera de la oficina de seguros mientras esperaba su turno, intentaba distraerse lo más posible de ciertos cuchicheos que escuchaba respecto a él, que aunque ya no eran tantos como antes; aun había gente que hablaba de él

-¿señor Tweak?-pregunto una señorita recepcionista

-ngh...soy yo-

-puede pasar a su cita, es la oficina tres-

-gracias-

El rubio se levantó de su asiento y se dirigió hasta la oficina indicada, toco la puerta y después de unos segundos la voz de Thomas Tucker le pidió que pasara

-ugh...bu..buenos dias señor Tucker-

-buenos días muchacho, toma asiento-

Tweek obedeció sentándose frente al pelirrojo, se sentía algo incómodo en ese lugar; más que nada porque el señor Tucker siempre lo había intimidado, desde niño recordaba verlo como un gigante que podría aplastarlo fácilmente

-ugh...-el solo pensarlo lo aterraba

-bien Tweek...me temo que tengo malas noticias para ti-hablo el mayor con voz serena

-¿ma...malas?-

-sí, veras...revise el estado de cuenta de tus padres y me percate que estaban dados de baja en el sistema-

-¿qué? ¡Jesucristo! ¿Cómo es eso posible?- se sorprendió el rubio

-al parecer no dieron los últimos dos pagos del seguro y su contrato se canceló-

-pero...pero eso es imposible, gha! mis padres manejaban muy bien la administración-

-mira los estados de cuenta-

Thomas le paso los documentos y Tweek los leyó rápidamente dándose cuenta que en efecto, hacían falta los últimos dos pagos y que eso le había quitado el seguro a la cafetería, el más joven respiraba agitadamente mientras procesaba lo que eso significaba

-en...entonces...-

-lo siento, pero dado a que no cumplieron con los últimos dos pagos y fueron dados de baja, me temo que no te puedo dar el dinero del seguro-

Los ojos de Tweek se abrieron incrédulos a lo que escuchaba, eso no podía estar pasando; había contado con ese dinero para a reconstruir la cafetería, pero con esta noticia todos sus planes se venían abajo, había perdido para siempre todo por lo que su familia había trabajado, se sentía tan incompetente y estúpido que le estaba empezando a dar un ataque de ansiedad, con sus últimas fuerzas se levantó del asiento agradeciéndole al señor Tucker su tiempo y saliendo rápidamente de la oficina, se dirigió velozmente al baño y una vez allí dejo que sus lágrimas de frustración bajaran por sus mejillas, cubriendo con su mano el sonido de sus sollozos

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Mientras tanto en la escuela, Craig almorzaba silenciosamente al lado de Token; pensando en lo que Tweek le había dicho unos días atrás bajo el puente

"Tal vez podamos huir de la policía, de este pueblo, pero no de él...es peligroso"

El azabache no había dejado de pensar en esas palabras; aparentemente Christophe era lo único que estorbaba en su plan de huir del pueblo con Tweek; si lograba quitarlo de en medio posiblemente el rubio no tendría objeción en irse con él, la pregunta era ¿cómo deshacerse del francés?

Amar a muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora