∆ Cambios drásticos

1.9K 252 100
                                    

Mika se detuvo en la orilla de la autopista para tomar aire; odiaba ese día por todo lo mal que le había salido: primero lo de su trabajo y luego esa pelea que tuvo con Yuu por estar de mal humor.

No había sido culpa de Yuu todo lo que había pasado, y mucho menos de Michi.

Había sido culpa suya ñor no saber cuidar correctamente a un bebé y por no prestar atención cuando le hablaban; de haberlo hecho, tranquilamente todo lo que estava viviendo en aquel momento, pudo haberse evitado.

Realmente Shinya le hacía falta, en ocasiones como esa, era el albino quien lo ayudaba, reconfortaba y a veces, sólo si era necesario, lo regañaba.

Sus ojos se empañaron en lágrimas que salían presurosas de sus cuencas como torrentes; realmente necesitaba desahogarse de alguna forma.

No podía culpar a nadie de su error: la responsabilidad era suya.

Un poco más calmado, regresó a la casa y estacionó su moto; entró en el hogar con pasos silenciosos: estaba cansado, pero debía tener una conversación con el azabache.

Volviste —la voz de Yuu le hizo pegar un brinco; dirigió sus ojos al moreno que se acercaba a él—. ¿Te encuentras bien, Mika?

Yuu-chan...suspiró.

Venel azabache tomó la muñeca del rubio e hizo que se sentara junto a él en el sofá de la sala.

Hubo un poco de silencio entre ellos, silencio que era llenado por el sonido del programa favorito de Michi.

Perdona lo de hoy... empezó el ojizafiro—. Estaba frustrado y molesto, de verdad, es que si yo...

Calma, eso ya quedó atrásle sonrió suavemente—. Pero esa pelea me hizo darme cuenta de algo: no podemos andar en esta casa de puntitas como si ellos fueran a regresar, ambos sabemos que no volverán nunca.

Si vamos a criar a Michi, lo haremos a nuestra maneracompletó el más alto.

Hagámoslo, Mikapidió; el aludido le sonrió y asintió.

El día siguiente fue más ajetreado; ambos estaban mudando sus cosas a la casa: por fin había decidido hacerlo.

Yuu se quedaría con la habitación de Guren y Shinya, mientras que Mika usaría la de invitados como suya; estaban dando un gran paso y estaban seguros de que el albino y el azabache debían estar orgullosos de ellos.

Habían varias cajas regadas por toda la casa; y en ese instante, Mika sostenía un cuadro en sus manos mientras Yuu le indicaba cómo ponerlo.

Un poco a la izquierdapidió el moreno.

¿Aquí?

, justo ahíle sonrió.

Bajo el mismo techo [MikaYuu] |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora