The Show Must Go Wrong.

Capítulo 2.

                    Julen.

-¡Eres un imbécil!- Se escucha una voz femenina desde el pasillo.

-¿Qué demonios está pasando allí fuera?- Pregunta la profesora mientras abre la puerta para ver que sucede.
Todos nos quedamos unos segundos mirando como se va y cuando sale aprovechamos para levantarnos e ir hacia la puerta.

-¿¡Cómo te has atrevido?!- Se escucha otro grito y me abro paso para poder ver lo que estaba pasando.

-¡Joder, bajate!- Grita una voz masculina y al fin consigo ver lo que estaba pasando.
Amber estaba subida a la espalda de Isaac, mi novio. Frunzo el ceño y aprieto los puños.

-¿Qué mierda estás haciendo, Amber?- Digo con notable enfado en mi voz.

-¿Qué está haciendo señorita Koot? ¿se piensa qué está en un ring de lucha?

Miro a Amber desconcertado y sin entender nada, ella me devuelve la mirada y rápidamente la aparta hacia la profesora.

-Yo...esto...-Se baja de la espalda de mi novio y acto seguido baja la mirada-, Julen, necesito hablar contigo.

Decido ignorarla, no me esperaba esto de ella.

-Amber, acompáñame al despacho del director.-La profesora la agarra del brazo y ella se suelta bruscamente con cara de pocos amigos.

                     Amber.

La acompaño mientras miro de reojo a Julen e Isaac, el muy capullo no para de sonreír de forma victoriosa.

Al entrar en el despacho del director la profesora cierra la puerta y espera a que el director esté desocupado.

-Sí... De acuerdo... Mañana lo hablaremos en la reunión... Hasta luego.- Cuelga y me mira neutro, después mira a la profesora.- ¿Qué ha pasado esta vez?- Dice con pesadez.

-La he visto peleándose con el alumno Bakker en mitad del pasillo.

-Menuda novedad, mi hija peleándose. Retírese por favor, necesito hablar con ella.

-Antes de que digas algo, déjame explicártelo. He visto al novio de Julen saliendo del baño después de que saliera una chica...- Empiezo a explicarle.

-¿Y eso que tiene que ver para que te pegues con él? Vale que haya salido del baño de las chicas, pero no viene a cuento.

-No, papá. No lo entiendes, joder. Se la ha follado en el baño.

-¿¡Qué te he dicho de hablar así?!- Me grita cabreado a lo que le respondo rodando los ojos.

-No estoy para tonterías, el novio de mi mejor amigo le ha engañado.- Bufo.

-Pero no es tu vida, Amber. No deberías de actuar así.

-Es como si lo fuera. Déjalo, no lo entiendes. Nunca has tenido amigos.- Le respondo con rabia.

-Sé lo que es tener amigos y he aprendido que desvivirse por ello no es sano.

-Pero yo no soy tú.- Me doy la vuelta y me voy de allí dando un portazo. 

                   Julen.

-Lo siento mucho, ella no debería haber reaccionado así. No sé lo que le pasa, últimamente está rara.

-No te preocupes, estoy acostumbrado a tratar con gente rara.- Me mira con complicidad.

-¿Por quién lo dirás?- Digo divertido.

-¿Por quién va a ser?- Me da un beso casto.

-Te quiero mucho.- Digo sincero y le miro, él aparta la mirada y tarda unos minutos en responder.

-Yo también.- Me responde al fin sin ganas.

(...)

Caminamos hacia el museo de la casa de Ana Frank cogidos de la mano, dirijo mi mirada hacia él, está un poco distante y no entiendo por qué. Suspiro triste pero no aparto mi mano de la suya.

-¿Estás bien?- Digo mientras le hago caricias en la mano. Él intenta apartar la mano y frunzo el ceño. Dejo que la aparte.

-Sí... Estoy bien.- Se acerca a mí y me besa, pero lo noto diferente. 

De repente escuchamos gritos de una panda de adolescentes detrás de nosotros.-Putos gays de mierda, están por todos lados.-

-Ignórales.- Me dice Isaac en un susurro. Pero a mí se me empieza a calentar la sangre de la ira.

-Maricones de mierda, iros a liaros en vuestra puta casa.- Carcajean en conjunto. 

-Deberíais dejar de quejaros tanto por algo que es normal y tendríais que pedir disculpas por ser así y por vuestra existencia. Gilipollas.- Aprieto los puños e Isaac me coge del brazo y tira de mí hacia el museo.

Al llegar dentro, suelta mi brazo y me abraza con fuerza. Le devuelvo el abrazo y escondo mi rostro en su pecho, ahora mismo estoy confuso. Hay veces que no le entiendo, pero le amo igual.