You're My Calm//Crossover The Flash-Teen Wolf

Capítulo 1

Las lágrimas caían por mis mejillas y no podía controlarme. Sabía que debía superarlo pero cada vez era mucho más difícil... Desde el momento en que alguien decidió asesinar a mi padre, sin motivo alguno, todo se había complicado de manera drástica.

— Hey, está bien... Shh... Todo va a estar bien — Cisco me había encontrado tirado en el piso, apretando las piernas contra mi pecho y escondiendo mi rostro ahí. No había alcanzado a correr al baño y esconder mi llanto en ese reducido espacio, ni siquiera eso pude hacer —. Barry... Todo estará bien... — me abrazó con fuerza y apenas sí pude corresponder, con pocas fuerzas en mis brazos, emitiendo sonoros sollozos producidos por el ahogo de mi llanto.

Recuerdo cada detalle de esos días, en los que no podía sostenerme a mí mismo, en los que me había rendido fácilmente ante los brazos de la muerte. Todos me repetían que debía superarlo, ellos trataban de apoyarme pero en realidad sabían que no había remedio.

La vida me quitó todo, excepto mi propia vida.

Y cada día que seguía respirando, era un día más de culpa por no haber salvado a todos los que me arrebataron de los brazos.

— Pero cuando me pasó a mí, tú me mantuviste bien, Barry —.

Caitlin me recordaba aún más que no podía tener amigos, que no podía tener sentimientos con nadie. Así la vida no me lo puede volver a quitar.

Dicen por ahí que el amor es debilidad. 

Se siente real, al principio todo lo hace.

Pero es una ilusión. Se desvanece, y luego te quedas con nada...

Corrí por el pasillo hasta la puerta de mi departamento, sosteniendo un portafolios negro en una mano; con la otra abrí la puerta para poder irme rápido al trabajo. Debía llegar lo antes posible... Me pregunto por qué no me habrán despedido aún.

Lamentablemente, la vida me odia, así como también me odia la casualidad. El ascensor tenía que llegar al piso 8. Y se encontraba en el piso -2.

No había ya más tiempo, por lo que corrí escaleras abajo. Saltaba cada vez que veía el siguiente piso acercarse. Y ya en el lobby, me despedí del botones con la mano y una sonrisa incómoda acompañando mi rostro; salí entonces a las afueras, gritándole a un taxi. 

Que no paró.

Recién ahí me di cuenta que fuertes gotas caían en mi cabello, en mi ropa, y golpeteaban fuertemente en el suelo. Estaba lloviendo a cántaros.

Otoño en Central City.

Maldito otoño.

Todo había estado bien, sabía que tenía que correr muchas calles para llegar a mi destino o esperar a tomar un taxi que pasase vacío. Pero no, tenía que pasar un maldito auto cerca de la acera y empaparme con toda el agua sucia que se había acumulado en la calle.

Susurré un maldita sea sonoro, haciendo reír a varios ahí, y miré hacia el resto de la calle: autos seguían pasando rápidamente con destino a sus trabajos o escuelas. Siendo las 8:30 am, muchos a esta hora debían estar atrasados o a punto de estarlo.

Alcé mi vista una última vez antes de echarme a correr calles arriba, a ver si venía un taxi o algo que me salvara la vida.

Y entonces lo vi.