Sincronizador.

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- ¡Anne-Lisse, Cuidado! Anne-Lisse... -un joven perseguía a la pequeña, no quería detenerse. Sin mirar adelante ella cayó a un acantilado- ¡¡Anne-Lysse!!-.

Despertó gritando con los ojos llenos de lágrimas.

- ¿Anne-Lisse?... -miró a su alrededor, hay una muñeca parecida a ella- ¿Anne-Lisse? Tú debes ser ella. Hola, Anne-Lisse ¿Tú eres mi amiga en este viaje, cierto? Mi única y especial amiga -.

La pequeña niña de diez años estaba sola en el bosque. Totalmente perdida, no sabía a dónde iba ni quien era. Pero de pronto, en la lejanía, ve una cabaña.

- ¿Esa será mi casa? ¿Qué crees, Anne-Lisse? -.

Rápidamente la niña corre a la cabaña, dudó que no la acogieran, era una hermosa niña de cabello dorado, rizado con unos ojos color mieles que endulzaba a cualquiera que la viera. Un mechón rosa que tiene de nacimiento, no hay explicación, simplemente lo tiene, y lleva consigo un aura de felicidad e inocencia que hacía que todos la quisieran.

- Ya casi llegamos, Anne -le dijo la oji-miel a su preciada muñeca.

Luego de un rato caminando llegan y golpea la puerta.

- ¿Quién es? -dice una muchacha con dulce voz.

- Es una niña -dice un adulto joven espiando por la ventana.

- Esto... Perdonen las molestias. Desperté en este bosque sin saber nada. Estoy caminando desde hace horas y tengo hambre -dice la rubia algo asustada.

La muchacha soltó un leve grito de ternura. Sin pensarlo dos veces salió en busca de la menor.

- Un placer. Yo soy Christa y él es mi marido; Edgar -se presenta a sí misma y a su acompañante-. ¿Tú eres...?-.

La pequeña se queda algo sorprendida al ver lo linda que es Christa, una hermosa albina y de ojos color cielo, con alrededor de unos veinte años. Piensa un momento en silencio

- ¿Tú no eres mi madre? -le pregunta.

Christa quedó atónita por el comentario de la niña y entra a hablar con Edgar.

- Esa niña... Tiene amnesia, no recuerda nada y cree que soy su madre -le susurra a su esposo.

- ¿Qué? -le pregunta el moreno con notable asombro.

- ¿Podemos adoptarla?... Al menos hasta que alguien la venga a buscar -.

- Somos una pareja de veintiún años, recién casados. ¿Segura que estás lista para esto? -.

- Si no estuviera lista, no te lo hubiera propuesto -sonrió y salió decidida a ver a la niña con Edgar.

- Hola, hija -dice Edgar sonriendo.

- Hola, papá Edgar. Hola, mamá Christa. Ella es Anne-Lisse -les muestró una muñeca de porcelana fría, con rizos dorados y ojos color verde-. Mamá, me caí de un acantilado no sé muy bien cómo. No recuerdo nada -la rubia abraza a Christa apunto de llorar.

- Tranquila, Chelsea -le acarició el cabello-. Edgar es tu papá, y yo tu mamá. Anne-Lisse es tu muñeca que tienes desde los cuatro años y...Vivimos en esta cabaña en el bosque. Supongo que estar en casa te irá trayendo recuerdos, ¿o no, Edgar? -.

Edgar asiente con la cabeza a falta de palabras.

- ¿Chelsea es mi nombre? Qué bonito -sonríe-. Anne-Lisse, ¿ya escuchaste? Soy Chelsea, aunque supongo que ya sabías -.

- Bueno, entremos a casa. Haz tenido un día agotador -la peli-blanca tomó a Chelsea de la mano y entran los tres a casa.

- Ahora que estoy con mamá y papá me siento más segura, pero... ¿Quién era ese hombre que me perseguía? -susurraba para sí misma.

- ¿En que piensas tanto, mi niña? -preguntó con una gran sonrisa. Ella realmente quería tener una hija pero no podía. Christa era una mujer infértil.

- Nada. Sólo me siento feliz de estar con ustedes dos -dice con una gran sonrisa de oreja a oreja.

- También nos alegra que estés aquí -dice el moreno sin mostrar ninguna emoción, no es que no le alegrara la llegada de Chelsea, él era así siempre.

- ¿Qué quieres para cenar, Chelsea?-.

- Quiero...-dudó un poco la pequeña.

Un recuerdo llega a la mente de Chelsea;

"-Anne-Lisse, ¿Quieres otro plato de Jacket potato? Que es tu comida favorita ¿O ya quieres el postre? Hoy tenemos de postre casero que hizo mamá; Custard-".

- Quiero Jacket Potato y de postre Custard. ¿Podrías hacer eso? -.

- Claro, aunque nunca he preparado custard y eso que es una comida muy típica de aquí -.

Chelsea mira algo extrañada a Christa. ¿Cómo que ella nunca lo había preparado, si ella había comido custard casero de su madre!

- ¿Segura que nunca preparas te Custard? -preguntó la oji-miel.

- Espera...ahora que lo mencionas lo prepare en dos ocasiones -.

Edgar a lo "Faceplam".

Chelsea ríe un poco al ver la cara de su padre.

- Papá es muy gracioso -.

-¡Chelsea, tú tienes que defenderme! -.

-Lo siento, pero fue muy, muy gracioso -disimuló un poco su risa.

- Papá Edgar uno. Mamá Christa cero -dice actuando de árbitro.

Christa resignada se va a la cocina a preparar lo que le pidió la oji-miel.

La menor mirando a su muñeca susurra.

- Anne-Lisse... -

Otro recuerdo llega a ella;

"-Anne-Lisse, mira esa muñeca, ¿no es preciosa como tú? -dice una mujer con rostro borroso refiriéndose a alguien muy similar a su muñeca."

- ¿Le estaban hablando de muñecas a mi muñeca? Qué raro.. -.

- ¿Pasa algo? -le preguntó Christa mientras cocinaba.

- ¿Cuando tenía a Anne-Lisse, puede ser que le hayas mostrado otra muñeca? -.

Christa la mira confundida.

-Si... Le dije que era tan bonita como ella para que sintiera celos -ni Christa sabe como se inventó una historia tan bizarra.

- Chelsea, mañana yo trabajo y mamá se quedará a cuidarte, ¿Te parece bien? -Edgar le regalóbuna pequeña sonrisa a la rubia.

- Si... Sólo tengo que adaptarme a sus horarios y a esta vida, de nuevo -.

-Espero que recuperes la memoria... -.

Una parte de Christa desea que recupere la memoria y sea feliz, pero la otra desea lo contrario; que no recuerde nada y se quede con ella.

- Mamá, ¿estás bien? -preguntó preocupada la oji-miel.

- Si... -le respondió algo fría y continúa cocinando.

- Supongo que a mamá no le gusta que hable de mi perdida de memoria, es muy obvio que le duele. Entonces a partir de ahora dejaré de hablar sobre eso y empezaré como una nueva Chelsea, ignorando el pasado e iniciando una nueva vida...-

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Hasta aqui el capitulo de hoy ^^ espero que les haya gustado de parte de Kenma y Rui

¿Anne-Lisse?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora