Capítulo 57

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Encima se tropezaba con todo.

Tú: Niall... Despierta..

Niall: ...

Tú: Niall, por favor. Ayúdame un poco.

Se puso de pie con los ojos aún cerrados y empezó a andar así mientras tú le dirigías.

Tú: Escalón, escalón, escalón... Vale, ya está.

Le llevaste a la habitación y se tiró en la cama.

Tú: Duérmete un poco, anda.

Niall: No puedo...

Tú: ¿Por?

Niall: Quiero que te quedes conmigo...

Tú: Niall, ahora tengo que hacer unas cosas y...

Niall: Porfiiiii, solo un ratito, hasta que me duerma...

Puso esa carita tan adorable.

Tú: Ay, está bien...

Cerró los ojos mientras te cogía la mano. Sonreiste.

Niall: Siento lo de antes...

Tú: ¿El qué?

Niall: Mentirte...

Tú: ¿Cómo que mentirme?

Tarde, se había quedado frito.

Tú: ¿Niall? Jajajaja.

Se le veía tan... tranquilo y adorable. Te quedaste un tiempo viendo como dormía y después bajaste al salón.

Th_: ¿Ya has hablado con él?

Tú: No, aún no... Pero Harry y él me han dicho unas cosas muy raras..

Th_: ¿Cómo qué?

Tú: Bueno, Harry me dijo que al final lo comprendería y Niall que sentía haberme mentido...

Th_: Lo de Harry no lo entiendo, pero lo de Niall supongo que se referirá a haberte engañado, no mentido.

Tú: No, se refería a haberme mentido con lo de que me había engañado.. ¿Me entiendes, jajaja?

Th_: Creo... creo que sí.

Tú: Pero no lo entiendo, ¿por qué?

Th_: No sé... recuerda todo lo que te haya dicho sobre el tema he intenta sacar la verdad.

Tú: Sí, lo intentaré.

Th_: Ahora si me disculpas, me voy a dormir que tengo sueño.

Tú: Hermanote, ¿puedo dormir contigo? No me siento muy a gusto durmiendo con Niall.

Th_: Claro, no es la primera vez que te acoplas en mi cama jajajaja.

Le diste en las costillas y subiste a su habitación.

Tú: Voy a cambiarme primero.

Th_: Sí :)

Fuiste a tu habitación y cojiste el pijama de debajo de la almohada intentado no despertar a Niall, acción que dio resultado porque dormía como Zayn.

Te cambiaste y fuiste a la habitación de tu hermano que te esperaba dormido, como no.

Te acostaste y te arropaste con la manta que siempre solía dejar a los pies de la cama.

Pasaban las horas. Las 3, las 4, las 5... y no conseguías dormir.

Te levantaste a por algo de comer a ver si así te dormías de una maldita vez.

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