Elevó mi mirada al cielo tratando de encontrar una señal
pero en cambio me devuelve la mirada un oscuro vacío
que ha perdido todo rastro de su luz y su belleza
que me envuelve con el manto helado de la incertidumbre
aumentando la tristeza que me ha devastado el espíritu.
¿Por qué no hay nadie que me entregue las respuestas que necesito?
La oscuridad absorbe cada resquicio diminuto de esperanza
que hubiera podido acoger en lo más profundo de mis emociones
un eco lejano resuena en las paredes de mis pensamientos
donde la razón se ha desvanecido ya.
No encuentro estrellas en el firmamento
pues hasta él se puso de luto para hacerme compañía
mis noches se volverán un tormento que se desliza hacia la eternidad
amenazando con encadenarme para siempre
en un pozo en donde nunca podre ver el amanecer.