IDENTIDADES

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-Quitate la máscara- Tomás no se quiso tirar atrás aunque le tuviera un poco de miedo a aquella chica.
Los demás que estaban escondidos en el callejón se sorprendieron. ¿Cómo se había atrevido a preguntar eso? ¿Serena lo haría? No, claro que no.
-¿Crees que voy a hacerte caso? Estas muy equivocado- respondió Serena entre risas.
-Lo harás- dicho esto él saltó sobre Serena y la tiró al piso inmovilizándola. Sabrina, Gus y Susan retenieron a Frank quien intentaba desprenderse del agarre de ellos.
Tomás tomó la máscara de Serena y la tiró lejos como para que ella no pueda alcanzarla. El rostro de Serena tenía cicatrices y marcas de golpes.
Tomás retrocedió y ella lo agarró del cuello de su camiseta y lo miró fijamente a los ojos.
-N-No me mates por favor- suplicó Tomás asustado.
-Sí lo vuelves a hacer te juro que no volverás a ver la luz del sol.
Tiró a Tomás al piso y caminó para recoger su máscara, se la volvió a colocar.
-¿N-No me matarás?- preguntó Tomás temblando.
-Tienes suerte que no estoy de animos para hacerlo- respondió Serena enfadada por dentro.
Tomás no sé animaba a levantarse del suelo, tenía mucho miedo.
Los demás salieron del callejón.
-Te haré un favor por no matarme... Pueden quedarse en mi casa- propuso Tomás encogiéndose de hombros.
-Claro- respondió Serena sacando las palabras de la boca de los demás.
Comenzaron a caminar hacia la casa de Tomás, el los dirigía y todos iban detrás de él. Al llegar a la casa, este les señaló las habitaciones de cada uno.
-Yo dormiré en el sofá- terminó de decir.
-¿No tienes una habitación para ti?- preguntó Gus.
-Solo hay cinco habitaciones- respondió Tomás neutral.
-Yo y Frank dormiremos juntos... Ya tienes una habitación- dijo Serena guiñándole el ojo a Frank. Este sonrió y la miró de reojo.
Todos se quedaron callados y fueron rápidamente a sus habitaciones.
Serena y Frank entraron en la habitación y se prepararon para dormir. Los dos se acostaron mirando el techo.
-¿Qué te pasó?- se animó a preguntar Frank.
A Serena no me gustaba esa pregunta.
-Vamos, sabes que puedes confiarme lo que quieras.
-Mi padre, él me golpeaba de niña- dijo Serena con un tono de tristeza.
Frank no hizo comentarios. Sus padres nunca lo golpearon y ya desde hace algunos años que no sabia nada de ellos y tampoco quiera saberlo.
-Te amo- dijo él sin sentido para aliviar los pensamientos que atormentaban a Serena.

Advertencia: Aquí hay un poco de "lemon" si no quieres leerlo puedes pasarlo hasta el siguiente aviso.

Le sacó las máscara y me dejó al descubierto su rostro y la empezó a besar apasionadamente. Serena le devolvió el beso y se puso encima de él mirando sus hermosos ojos verdes. Frank bajo los brazos a la cintura de Serena y la volvió a besar.
Ella me sacó la genera a Frank y este copió el movimiento. El pecho de Serena se rozaba con el de Frank.

Fin del "Lemon".

Un fuerte grito detuvo la situación, se pusieron la ropa y fueron a ver que había causado ese horrible grito: venía desde el cuarto de Susan.

Dos mujeres, un DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora