Tu próxima parada será un hospital

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- ¿A dónde van? - pregunté al ver que se iban.
- A entrenar - dice Fer como si fuese obvio.
- Yo me quedaré contigo - dice Josué.
- ¿Por qué tú no vas a entrenar? - pregunto confundida. Estos se traen algo entre manos.
- Es que se lastimó el tobillo - dice Carlos.
- Pero yo lo veo caminar perfectamente - digo viendo a Josué.
- Es que se va a caer de las gradas, lo presiento - dice Luis.
- Yo no me voy a ca... - intentó decir Josué pero alguien lo empujó y ahora está en el suelo quejándose por que al caer, efectivamente se lastimó.
- Dije que lo presentía - dijo Lus encojiéndose de hombros.
- Bueno, nos vamos - dijo Leon.

¶¶¶¶¶

Después de vendar el tobillo de Josué, preparamos palomitas para ver una película.
- ¿Qué película veremos? - pregunté.
- No lo sé - dijo pensativo - ¿quieres ver "La propuesta"?
- ¿Es de miedo? - pregunté emocionada.
- No, tontita, es cómica - dijo revolviendo mi cabello.
- Entonces, ¿se puede saber qué esperas para ponerla?
- Ponla tú.
- Pero tú decidiste la película.
- Por esa razón.
- Pero yo hice las palomitas - dije haciendo un puchero.
- Yo caí por las gradas.
- ¡Pero yo no te empujé!
- Entonces, ¡¿Quieres que ponga la película lastimado?! - pregunta gritando.
- ¡Sí! Mueve tu trasero y pon la película.
- Solo por que tú hiciste las palomitas - dijo y puso la película.


¶¶¶¶¶

Después de muchas risas Josué fue a la cocina.
- La ventana, la ventana - tarareaba recordando cuando la chica y la abuelita cantaban - la pared, la pared, éste baile me da sed.
- Así no se baila - dice Josué - es así, mira.
Empezó a mover el trasero y los brazos provocando risas.
- Cubre las ventanas, yo hago la fogata - dice y luego agrega - recrearemos esa parte de la película.
Corrí a mi habitación, tomé mantas y me apresuré a cubrir todas las ventanas, cuando llegué a la sala un holor a humo llegó a mí.
- ¡¿Qué haces, Josué?! - grité al ver que había movido todo y en el centro había leña que él intentaba encender.
- Pues hago la fogata - dijo obvio, señalando la leña.
- ¡No puedes quemar la casa! - grité
- Genial, entonces, ¡¿cómo quieres que haya fuego?!

Luego de un rato, logré convencer a Josué de no quemar la casa y encender las velas.
- Ahora hay que bailar alrededor de las velas - dice Josué y añade - a la cuenta de tres comenzaremos a cantar.
- Pero espera a que apague la luz - dije y fui a apagar la luz así que ya solo las velas iluminaban.
- Que comience la fiesta - dijo con una sonrisa.
Empezamos a bailar pero él se detuvo.
- ¿Qué pasa? - pregunté
- Falta algo importante, ya vuelvo - subió las escaleras pero como las velas apenas iluminaban se cayó, lo que causó mi risa.
- ¡Aquí está! - traía un bote de pintura, tomó un poco con las manos, se quitó la camisa y se puso pintura en el torso y cara.
- Ahora tú - dijo dándome la pintura.
- Pero no me quitaré la blusa - dije y luego me puse pintura en los brazos y rostro.
- Listo, iniciemos - dijo y comenzamos a bailar alrededor de las velas. - Uno, dos y tres.
- ¡La ventana, la ventana, la pared, la pared! - cantamos ambos - ¡éste baile me da sed, piojosa como usted!
Bailamos como por cinco minutos y luego seguimos bailando.
- ¡Mueve más el trasero! - dijo Josué
- Lo hago como puedo - dije
- ¡Más rápido!
- ¡No puedo más rápido!
- ¡Sigue mi ritmo!
- ¡No estoy acostumbrada a hacer esto!
- ¡Pues acostúmbrate!
- ¡No pue...- me detuve al ver que alguien encendió la luz.

Luis POV

Una vez fuera de la casa de Michi, los chicos y yo vamos a buscar a Jake.
- Alguien podría recordarme, ¿por qué Josué tenía que quedarse con Michi? - preguntó Fer.
- Pues fue el suertudo que se cayó por las escaleras - dijo Carlos.
- Además, no creo que pase nada malo - dijo Leon.
- ¿Quién sabe dónde está la casa de Jake?
- Yo lo sé, síganme los buenos - dijo Javier.
- Un momento - dijo Carlos - ¿se dan cuenta que dijo "síganme los buenos"?
- Ajá - respondí.
- Pues deberían estar felices - dice Carlos.
- Y eso por que... - dijo Fernando para que continuara.
- No estamos buenos, estamos buenísimos.
- Cállate y deja de decir estupideces - dijo Javier - ahora sí, síganme.
Subimos al auto y Javier comienza a manejar, Carlos está a mi lado. Mientras más nos acercamos, más conocidas se hacen para mí las casas, al estacionar Carlos me ve con pánico, pero no entiendo por qué así que lo ignoro. Tocamos la puerta y una señora abre la puerta.
- Hola, buscamos a Jake - dice Leon.
- Está en la sala, pasen - dice la señora.
Nos guía y la casa por dentro se hace más conocida pero no sé por qué. Cuando Jake nos ve se asusta pero Fer llega a su lado antes de que escape.
- Hola, Jakesito - dice Carlos con una voz que hasta a mí me asusta.
- ¿Qué quieren? - pregunta nervioso.
- Seremos rápidos - dice Javier tronando sus dedos, quien no lo conociera no creería que es gay.
- Solo queremos hablar - dice Leon.
Lo sentamos en el sofá.
- Llegas a lastimar a Michi, una solo lágrima por tu puta culpa y no llegarás a tener hijos - amenaza Carlos.
- Le provocas un mal día, tristeza o sentir mal y no llegarás a los 18 años - sentencia Leon.
- Le juegas uns mala broma o te pasas de listo y tu próxima parada será el hospital - gruñe Javier.
- La humillas y no volverás a caminar - decreta Fernando.
- Le provocas un daño y te prometo que tu cuerpo quedará abajo de un puente, y no precisamente vivo - lo amenazo muy de cerca.
- Yo no pien... - comenzó a decir Jake pero lo interrumpieron.
- ¡Luisito, papi! - esa voz... Oh, no, ahora comprendo lo de Carlos, la loca es la hermana de Jake.
- Estás advertido, o mejor dicho, amenazado - dice Carlos.
Todos salimos corriendo al ver que la loca tomaba de nuevo una escoba, subimos al auto y vemos cómo ella se queda en la puerta de su casa.
- ¿Ella era la loca con la que el idiota se metió, verdad? - pregunta Fer.
- Sí, ella lo desnudó - dijo Carlos.
- Ya no importa, ahora vamos con ese Roland y lo amenazamos - dice Leon.
Javier sigue manejando y de repente frena, haciendo que nos estrellemos con lo que tenemos en frente.
- ¡¿Qué rayos te pasa por esa mierda que tienes como cabeza?! - pregunto educado, como siempre.
- Es que recordé que Roland verá al director todo el día - dice Javier encogiéndose de hombros.
- Volvamos con Michi y Josué - dice Fernando.
El camino fue en silencio y al llegar a su casa las luces estaban apagadas, abrimos con nuestra llave.
- ¿Dónde estarán? - pregunta Carlos.
- ¿Porqué todo está oscuro? - pregunta Fernando.
- Escuchen - digo yo - creo que un ruido viene de la sala.
Paramos antes de entrar al escuchar voces.
- ¡Mueve el trasero! - ¿Josué?
- ¡Lo hago como puedo! - ¡Michi! Los chicos me miran asustados.
- ¡Más rápido!
- ¡No puedo más rápido!
- ¡Sigue mi ritmo!
- ¡No estoy acostumbrada a hacer esto!
- ¡Pues acostúmbrate! - nos acercamos un poco más
- ¡Que no pue... - empezó a decir Michi pero se calló al ver que encendimos la luz.
- ¿Qué mierda? - preguntó Fer al tiempo que un zapato le caía en el rostro.
- ¡No digas malas palabras! - dijo ella.
- ¿Qué hacían? - preguntó Carlos.
- Bailando, obvio - dijo Josué y al verlo noté que estaba sin camisa y manchado de negro, Michi estaba igual pero con la blusa.
-

Estábamos recreando la escena de una película - dijo Michi.
- ¿Qué película? - pregunté.

¶¶¶¶¶

Luego de que nos mostraran la película, todos menos Michi, nos quitamos la camisa, nos manchamos, apagamos la luz y cantamos y bailamos la canción.
- La ventana - dijo Michi.
- La ventana - dijimos con los chicos.
- La pared - dijo ella.
- La pared - dijimos nosotros.
- Éste baile me da sed - cantó Michi.
- Éste baile me da sed - repetimos.
- Piojosa como usted - dijo ella.
- Piojosa como usted - la seguimos.
- La venta...- empezó a decir Michi pero la luz se encendió y todos paramos.
- Le enviaré el vídeo a tu madre - dijo entre risas el papá de Michi.
- ¿Por qué? Y, ¿desde cuándo estás aquí?
- Así mira que conmigo sí se divierten y con ella no - hace una pausa y luego agrega - estoy aquí desde que iniciaron a cantar - dijo riendo.

Número 22 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora