Capítulo 5.

20 6 2
                                    

Perseguida por el pánico me escondo en el rincón de mi desordenado armario y allí permanezco durante horas hasta que regresa Ana.

-¡Sara, ya estoy aqui!

Oigo los pasos de sus tacones de aguja, pero yo sigo permaneciendo callada.
-¿Se puede saber donde te has metido? ¿Donde estás?- pregunta buscándome desesperada.

- Estoy aquí Ana, en el armario- digo en voz bajita.

Mi amiga abre la puerta y se queda observandome preocupada.

-¿Que te ha pasado? Llevas unos días muy rara y no puedo verte así- me dice entristecida.

Me da su mano para salir de él y me da un largo abrazo.

-Te quiero mucho- digo aguantando una lágrima.

- Yo también te quiero - me responde cariñosamente.

Era cierto que llevaba días y días así, sabía que algo extraño estaba pasando en nuestra casa. Aquello me estaba volviendo loca, hasta el punto de tener insomnio, ir asustada a clase y quedarme sola en casa. Me impedía hacer lo que más me gustaba, pintar.
Pensaba una y otra vez en lo que estaba pasando y si debería cambiar o no, mi rutina de vida no era la adecuada para una joven como yo.
   
----
Amaneció un día soleado y con cielo azul para mi, aunque lleve días sin poder dormir. Desayuné tostadas y un donuts de chocolate y me lavé los dientes. Evitaba a toda costa mirarme en el espejo para no ver mi demacrado rostro.
Ana apareció por la puerta del baño.

-¡Buenos días! Te veo diferente Sara - dijo asombrada al verme maquillándome.

- Buenos días a ti también tonta, he decido cambiar, cambiar de verdad, salir contigo a conocer chicos y olvidar todo lo que está pasándome.

-Ajá...Así que quieres conocer chicos ,¿eh? - Aparece una sonrisa pícara en su boca.

-Cállate- le respondo tirándole el pintalabios. - Solo quiero pasarlo bien- digo entre risas.

Ana y yo, nos pusimos lo mejor que había en nuestro armario. Ella me recomendó algo sexy y atrevido, me maquilló como una puerta y me miraba en el espejo y veía otra Sara diferente, con más luz y vida.

Por un momento pensé que debía dejar de pintar porque aunque fuese mi pasión esto no estaba llegando a ningún puerto.

- Madre mía, estoy flipando tía. Que diferente estás - me mira de arriba a abajo estupefacta.

- ¿Diferente para bien o para mal? - Le respondo insegura.

- ¡Para bien! Estás preciosa mi niña, de verdad. Has invertido tanto tiempo
...diría que años, en la pintura, en encerrarte aquí y ahora te veo con estas pintas...- Hace un breve pausa y continúa - y no me lo creo - responde con asombro.

Me coloco el abrigo y los pendientes prestados de Ana y salimos por la puerta. Por un momento pensaba que me iba a caer con estos zapatos, no estoy acostumbrada a esta altura.

Tras varios tropezones después, llegamos a un pub llamado "Loking  for Love" y le pregunto a Ana.

-¿Esto es un bar de citas?

-Mmm sí, más o menos - responde riéndose con desgana y encogiendo los hombros.

Entramos en el interior y vemos a mucha gente joven. Parejas bailando y besándose entre tanto bullicio. El humo del tabaco apenas podía dejarme avanzar.

- Sara, ¿estás preparada?- me pregunta eufórica Ana.

-¿Para qué?- respondo extraña.

- Para que empiece la fiesta.

El sueño premonitorio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora