No lo creo, esa chica ya se enamoró de mí.

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DISCLAIMER: LOS PERSONAJES NI LA SERIE ME PERTENECEN SON PROPIEDAD DE AKIRA TORIYAMA PERO EL FANFIC ES MÍO.

Marron POV.

Desde aquella vez me hice una costumbre, Tsuba Kun y yo acudimos frecuentemente a la biblioteca, yo nunca había entrado a una, literalmente nunca, recuerdo que la primera vez quedé sorprendida, la gente me veía raro pero no me interesaba, ahora es tan, pero tan frecuente ir que ya no me asombra.

Mi promedio subió, tal vez no sean diez los que saque pero a veces saco ocho o nueve, dependiendo igual de la materia. No hago amigos, dejé a la gente hipócrita que me acompañaba y solo me junto con Tsubasa, le tengo mucha confianza cada que me pasa algo se lo cuento, si sabe que decir me aconseja pero si no pues solo me escucha en silencio.

Con respecto a Krillin, ya no lo quiero, ya no desperdició mi tiempo en el hubiera porque no me deja seguir avanzando, Tsubasa es un gran chico detrás de esa fachada fría y creanme que me cae genial.

– Entonces así resuelves esto ¿dudas?– salí de mis pensamientos, la verdad no escuché nada de lo que me dijo.

– ¿De qué?– pregunté.

– No escuchaste nada ¿cierto?– solo me encogí de hombros soltando una risita nerviosa.

– Presta atención – volvió a explicarme el ejercicio, ahora si capté para luego ponerme ejercicios para saber si aprendí, no fue difícil, en un abrir y cerrar de ojos ya lo había acabado.

– Haz mejorado enana– exclamó con una sonrisa cabrona formada en sus labios tan... Ahhh, me gusta Tsuba Kun pero no sé si el sienta lo mismo.

– Oye, ¿te puedo hacer una pregunta?– dije curiosa.

– Ya hiciste una– se burló.

– Hablo enserio– se quedó serio para luego responder.

– Hazla– respondió Tsubasa esperando la pregunta por parte mía.

– ¿Tienes novia?– negó, oh, que alegría, así no tengo a una competencia, creo.

– ¿Te gusta alguien?– volví a preguntar, tengo que ver la posibilidad si yo puedo entrar a su corazón.

– Sí- admitió.

– ¿Puedo saber nombre?– volví a preguntar curiosa, sentí como si me oprimieran el pecho pero yo soy buena fingiendo sonrisas.

– ¿Para qué? ¿Me vas a ayudar a conquistarla?– preguntó con una sonrisa.

– Puede que sí, nunca se sabe.

– No lo creo, no necesito ayuda, esa chica ya se enamoró de mí – les puedo asegurar que sentí como si me hubiesen dado una tremenda puñalada, sin embargo no dije nada, a pesar que quise llorar contuve mis ganas, me sentía echa una popo, le dije que me sentía muy mal que me tenía que ir, él entendió así que sin reproches o nada me fui, ya mañana compensaría mi día perdido pero ahora no me siento bien.

Tsubasa me llevó a casa, me bajé del auto en cuanto llegamos, me despedí de él y cada quien siguió su camino.

Mis pasos eran constantes pero torpes, en mi mente solo se articulaban esas palabras, las lágrimas comenzaban a desprenderse.

Creo que encariñarme fue algo lindo pero igual doloroso, mi madre quien llegaba con unas bolsas de ropa me vio fijamente, éramos casi parecidas, su cabello marrón lacio como el mío, ojos celestes como los míos posaban su mirada en mí, soltó las bolsas y se dirigió hacia mí, sequé mis lágrimas para fingir una sonrisa que esbocé con demasiada fuerza.

Enamorándome de un Chico Ingenuo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora