Capítulo 9 -Roces

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(NARRA CARO)

Tenía ganas de que desapareciese todo. Tenía ganas de no volver a verle jamás. Los celos habían provocado una sensación en él que nunca esperé que sucediera. Apoye la espalda en la pared y encogí las piernas apretando los dientes. Ahora no podía llorar, tenía que recuperar el control. Miré entre las rejillas de la estantería. Numerosos botes de cristal y un montón de papeles me ocultaban. Agustín registraba la sala con aire insaciable. Quería acercarse a mi pero yo se lo negaba co la mirada.

(NARRA AGUS)

DIOS MIO, me mori. quería desaparecer, pero no podía, asi que decidí acercarme a ella aunque sus miradas me advirtiesen de que no era lo correcto. Era la hora de irse y yo la había traido, asi que la tenía que llevar de nuevo a su casa.

le pregunté con miedo -¿te llevo a casa?-. Ella levantó la mirada del suelo y respondió frunciendo el ceño pero moviendo la cabeza asintiendo.

El trayecto de camino al coche fue muy incomodo. No salió palabra de la boca de ninguno. Le abrí la puerta del coche y ella se sentó sin apenas mirarme.

(NARRA CARO)

No quería tenerle cerca, pero no me quedaba otro remedio. Nad más aparcamos el coche salí con mucha fuerza corriendo hacia el portal. Pero el me siguió con más fuerza de la que tenía. Corrió con muchisima energía tras de mi en las escaleras, pero yo continué gastando todas mis energias. Llegué antes de él y con muchisima rapidez saqué las lleves del bolso y comencé a abrir la puerta, me temblaba el pulso y las llaves resbalaron por mis manos. Agaché con prisa todo mi cuerpo y fui en busca de ellas, tiré con fuerza y las meti en el pequeño agujero de la puerta. Giré y entré, pero ya era demasiado tarde, el estaba empujando la puerta con mucha fuerza, y aunque yo en el fondo quería que entrase se lo impedí, empuje y empuje hasta que cerré la puerta y respiré detrás de la puerta. La cerré y senti un alivio enorme.

fui a la cocina en busca de un vaso de agua cuando oí como la puerta se abría, mierda, había olvidado que el tenía una copia de la llave de la puerta. Corrió hacia mi y me empujó con fuerza hacia la pared y me besó.

(NARRA AGUS)

La besé, la besé con mas fuerza y y con más pasión que nunca. Estos besos eran diferentes, pero me gustaban. Sentía como poco a poco nuestras peleas se disolvían en nuestras caricias, y como nuestras angustias se covertían en roces.

Le agarré el torso y la subí en mi sin dejar de besarnos mientras caminaba con rapidez hacia la habitación. Ahora era el momento, yo estaba preparado y creo que ella también. Era el momento de nuestra primera vez.

Holaa!! casi 1k, dios mio, gracias, nunca me esperé tanto, les amo muchisimo y espero vernos pronto!!

Cada caricia... AguslinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora