Dangerous Addiction

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En cuanto tocaron la puerta de mi habitación supe que era el momento de irme. Las enfermeras empezaron a entrar deseándome buena suerte y otras solo me decían que se alegrarían de no tenerme más aquí.

—Anímate Sídney, Podrás disfrutar nuevamente tu vida—Yo solté una carcajada y él sonrió—Te voy a extrañar.

—También te extrañare Tony. Vendré a verte siempre, En cuanto salgas seré la primera en visitarte en tu casa—El pelinegro se puso de pie y me dio un abrazo.

—Te quiero Sid—Yo le sonreí y le lance un beso.

—También te quiero Tony—Agarre mis maletas y me puse de pie—No digas nada más porque si continúas hablando no podré salir.

Atravesé la puerta de mi habitación y sin mirar atrás continúe avanzando. El recepcionista se despidió de mí y al fin pude abrir la puerta que me daría la libertad.

—¡Sid!—Solté un grito de emoción y corrí hacia Jack—Al fin. No sabes cuánto te extrañe hermanita.

—¡Andy!—Grite en cuanto la vi y corrí hacia ella—¡Estás aquí! No puedo creerlo ¡Están aquí!

—¡Te extrañe mucho, Sid!—Beso mi mejilla y soltó nuestro abrazo.

—¿Y mamá? ¿Papá?—Jack se encogió de hombro y yo suspire—De acuerdo...¡Al fin estoy libre!

—Hablas como si fuera una cárcel—Yo reí y ella sonrió—Tenemos tantas cosas que hacer. No sabes cuánta falta me hiciste en estos meses.

Sonreí subiendo a la parte trasera del auto y Jack encendió el vehículo. Jack y Kim eran mis "Hermanos" Mi padre se caso con su madre. Andy es mi mejor amiga.

—¡Ordene toda tu habitación! Hay una decoración nueva y espero que te gusten las fotos aún—Yo asentí—¿Voy muy rápido? ¿Hablo mucho? ¿Te sientes bien?

—Estoy bien Andy—Guiñe un ojo y le lance un beso—Tengo mucha hambre. ¿Que vamos a almorzar hoy?

—Lo que tú quieras—Estacionó el auto frente a nuestra casa y yo suspire mirándola. Luego de tantos meses...

Jack se adelantó y cuando estuvimos todos frente a la puerta introdujo su llave en la cerradura y abrió la puerta.

—¡Bienvenida!—Mi madre sonrió y corrió hacia mi—¿Creíste que me olvidaría de ti? Ven aquí pequeña...

Me abrazo y yo reí devolviéndole el abrazo. El siguiente fue mi papá. Me abrazo y me dijo lo feliz que estaba por tenerme nuevamente en casa.

—He preparado el almuerzo—Todos fuimos hacia la mesa. Mamá colocó la comida sobre esta y luego todos tomamos asiento. Kim bajó de su habitación y poniendo una sonrisa se sentó frente a mi.

—Vamos a empezar...¿Alguien tiene algo que quiera decir?—Mamá alzó feliz su copa.

—Estoy muy feliz de que nuestra pequeña este nuevamente con nosotros. Hija, Te vamos a apoyar en todo—Yo sonreí y agarre mi vaso.

—Yo también tengo algo que decir—Kim colocó una copa delante mío y sonrío encantada—Estoy muy muy muy feliz de que nuestra hermanita alcohólica este nuevamente en casa con nosotros.

—Kim...—Advirtió papá.

—No, Déjame Terminar Bob. Estoy muy feliz de que tengamos un almuerzo porque la pequeña Sídney regreso de su rehabilitación...¿Cierto, Mamá? Porque tenemos un almuerzo porque la alcohólica regreso y no porque TU hija Kim consiguió un novio.

—Pero como te van a hacer un almuerzo en honor a eso...Así todos los días tendríamos almuerzos especiales—Ella agarro su copa con vino y la puso delante.

—Anda linda, Toma un poco. ¡Uy! Cierto que no puedes...Creo que es mejor tener varios novios...a ser una alcohólica—Rió.

—Ya basta. Sídney, Cariño, Tenemos una noticia que te va a encantar—Mi mamá Sonrió—Mañana...¡Irás a la escuela!

—¡¿Que?!—Mamá sonrió—Mami...¿No crees que es un poco...pronto?

—No cariño. El doctor dijo que estabas completamente curada y que estaría perfecto que regreses al colegio—Andy por primera vez en la noche hablo

—El doctor dijo que mientras más rápido regreses a tu rutina...sería mejor. Yo te ayudaré en la escuela...Todo irá bien—Mi papá interrumpió a Andy.

—Si pero...Solo una cosa—Jack miro hacia la mesa—Tu...este año estuviste en Miami con la tía América.

—¿En Miami?—El asintió—Me estás pidiendo que mienta...¿Te avergüenzas de mi?

—¡Claro que se avergüenza de ti!—Grito Kim—Eres una estúpida alcohólica...¿Como ni se iba a avergonzar?

—¡BASTA KIMBERLY!—Ella se quedó callada—¡A tu habitación! Espero que este año traigas puros aprobados porque sino...vas buscando un empleo que no pienso pagarte más ese colegio.

—¡Como los odio!—Se puso de pie y aventó la silla.

—Hija es por tu bien. Los adolescentes de ahora suelen ser muy crueles. Solo te queremos proteger. No queremos que nadie te haga sentir mal. Estabas en Miami con tu tía ¿De acuerdo?—Asentí.

Yo, Sídney Dallas, Acabo de llegar de Miami y no acabo de salir de un centro de rehabilitación.