Nunca en mi vida había estado tan ebria, esta sensación es nueva y la amo. Una carcajada broto de mi garganta a pesar de que el chiste que acaba de contar Ben era malo, o tal vez no, pero como él está aún más ebrio que yo dudo que alguien le entienda.
— ¿Sí perforo con una aguja tus brazos se desinflaran como los de Bob Esponja?— le pregunte seriamente y él se carcajeo.
—Claro que no, nena. Estos bebés son acero puro— beso cada uno de sus bíceps y nos reímos aún más fuerte. Nadie nos presta atención, la mayoría está en estado semiconsciente, algunos bailan, otros tratan de hablar pero la mayoría se devoran unos a los otros. Ese pensamiento me hizo reír tanto que termine por ahogarme. Ben se burló de mí. — Demasiado alcohol para ti por esta noche.
—Tú estás más ebrio, así que no estás en posición de decir nada. — dije, o más bien intente. No podía articular muy bien las palabras. Cara y Poli están en el baño desde hace más o menos diez minutos, yo quería ir pero no podía ni ponerme en pie y Cara no había tomado demasiado, creo. Max las llevo y le dijo a Ben que me cuidara. Ben era un buen tipo después de todo, no ha hecho caso a las insinuaciones de todas las chicas que se le acercan desde que lo dejaron de niñero. Él además de ser muy agradable es muy guapo; su cabello al estilo militar le da un aspecto de rudo pero era todo lo contrario, no se sí eran las copas hablando pero hasta diría que era un buen partido— ¿Por qué me dejarían al cuidado de un ebrio? Estas haciendo un mal trabajo; ese tipo de allá atrás a estado mirando mi escote y no tengo. Es tan terrorífico. De todas maneras ¿Cómo soportan a un montón de ebrios en su casa?— me miro serio por unos segundos y con una sonrisa contesto:
—Tal vez porque nosotros somos igual que ellos, Sherlock— empecé a reír al notar algo de acento sureño en su voz— este lugar no es para ti, debería llevarte con tus amigas, se ve que son buenas chicas. Vamos a buscarlas— tal vez eso cuenta como una advertencia pero yo estoy tan ebria que solo atine a reír por sus balbuceos. Me tomo de la mano y milagrosamente llegamos al segundo piso, sentí entumecido todo mi cuerpo pero a la vez tan vivo, esta es la experiencia más rara. Llegamos a un extenso pasillo con al menos diez puertas y supuse que se trataban de las habitaciones de la fraternidad. Me guio hasta la última y la abrió, es el baño pero ahí no estaban mis amigas. Entrecerré los ojos y lo mire interrogante.
—Muy listo, campeón pero no vas a meterte en mis pantalones. ¿Te pusiste de acuerdo con Max, verdad?— él me miro confundido y luego estallo en carcajadas.
—Me descubriste, la realidad es que amo embaucar a lindas chicas universitarias, ebrias y malhumoradas porque ninguna otra se fija en mí— dicho de esa manera hasta sonaba estúpido así que me uní a sus risas, estuvimos cerca de una hora buscándolas hasta que se nos ocurrió la fantástica idea de revisar nuestros celulares. Treinta llamadas pérdidas y siete mensajes.
Cara: llámame o al menos responde mis mensajes, estamos muy preocupadas por ti. Tuvimos que salir unos momentos y cuando regresamos ya no estabas. Si Ben te hizo algo voy a matarlo a él y a Max por dejarlo contigo
Cara: ¡VOY A MATARTE A TI IGUAL! ¡¿DONDÉ ESTAS?! LLAMAME AHORA.
Cara: SAMANTHA ELIZABETH DAVIS SÍ NO TENGO NOTICIAS DE TI PRONTO VOY A LLAMAR A LA CIA, AL SS O LO QUE SEA.
Seb: Cara esta como loca buscándote, sea lo que sea que estés haciendo déjalo y ven aquí
Seb: me estoy preocupando
Poli: I need you. Seb me obliga a tomar una asquerosa mezcla de no sé qué, probablemente lo escupió solo para molestarme más tarde
Poli: I miss you. ¿Estás bien? Puede que esté un poco ebria pero no soy estúpida. Estoy preocupada
Creo que mi cara de espanto es épica porque Ben estallo en carcajadas una vez más.
— ¿Cómo es posible que se hayan preocupado tanto en tan poco tiempo? Deberías ser buen chico y llamarme a un taxi para que me recoja— le pedí mientras contestaba el Cara.
Sam: Lo siento. No había revisado mis mensajes. NO ME MATES :( Diles a todos que no se preocupen por mí. Estoy de camino a casa. Pd: no mates a Max :)
Cara: Avísame cuando llegues. No quiero dejar solos a Poli y Seb, no más drama por hoy. Max me aseguro que Ben era un buen tipo así que por su bien espero y te entregue completa.
Cara siempre actúa de esa manera, como si fuese nuestra madre, pero ahora estoy ebria y creo que soy lo suficientemente mayor para cuidar de mi misma. Mire a Ben y lo vi escribiendo en su teléfono celular, al sentir mi mirada vio en mi dirección y sonrió.
—Tu taxi llegara en veinte minutos. Deberíamos esperar dentro, parece que pronto va a haber una gran tormenta— medio nos tambaleamos dentro, pasaban de las tres y esta gran fiesta parecía no tener fin— Vamos a bailar, dulce universitaria— me dijo en el oído, empecé a reír y él lo hizo también. Un segundo. Ese fue el tiempo que me distraje y sólo eso basto para que una chica vomitara sobre mí. Contuve una exclamación, Ben parecía debatirse entre reírse o preocuparse, contuve el aliento y las ganas de golpear a esa tipa. Mi indeciso acompañante me arrastro al segundo piso, supongo que tengo la expresión de asesino serial muy marcada. Nos dirigimos al baño pero está ocupado, me llevo por otra puerta y entramos en lo que parece una recamara de algún militar, si no tuviese vomito en mí creo que me hubiese detenido a desordenar un poco, tanto orden no es sano. Fuimos hacia otra puerta y cuando Ben la abrió quise besarlo ¡un baño! Sin pensarlo dos veces entre y cerré dejándolo fuera. Me quite la camiseta maloliente y el resto de mi ropa a pesar de no estuviese manchada. Entre en la ducha y escuche a Ben gritar
—Tengo una camiseta y unos shorts que probablemente no te queden tan grandes, claro si no te molesta usar ropa de hombre—a esta altura sigo lo suficientemente ebria para que nada de eso importara.
—Claro que no me interesa, gracias Ben— tome una toalla limpia y me seque, posteriormente abrí la puerta lo suficiente para que sólo entrara mi mano y pudieran entrar las prendas. Me las puse, aun con esa camiseta a medio muslo y esos shorts casi hasta los tobillos estoy agradecida de no tener que usar mi antigua ropa, además siendo positiva, esos shorts tenían unos cordones para adaptarlos a cualquier tamaño, eran la onda.
—Ahora mientras esperamos deberíamos entrar en calor— mi acompañante sostenía con una mano una botella y dos vasos de plástico, en la otra tenía un pequeño contenedor con hielo. Me acerque más que feliz, la ducha me había dejado tiritando, nos sentamos sobre su cama, sin ningún ruido más que el lejos retumbar de la música. ¿Qué tan mal se podrían poner las cosas?
--------
Siéntanse libres de corregir algún error. No olviden votar y comentar.

ESTÁS LEYENDO
Las Horas Contigo
Teen FictionSam es un nombre confiable y así es ella. No es demasiado de algo, es bonita pero no hermosa, sus ojos son cafés pero no tan claros, no es callada y menos una parlanchina (o eso es lo que cree), sin embargo hay algo en lo que destaca, su capacidad p...