CAPITULO IV

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Cara y yo nos comunicamos sin hablar. Levantó sus cejas, "¿Qué hacemos?"; mordí la parte interna de mi mejilla y puse los ojos en blanco, "No lo sé, tu hermano es el más grande idiota"; hizo un pequeño movimiento de la cabeza hacia arriba, "dime algo que no sepa"; mire de reojo a Poli que se encuentra en otra habitación pero no lo suficientemente lejos para no escucharnos, antes de que hiciera cualquier pregunta, la brillante de Cara le pidió que fuera por un florero a la cocina para ganar tiempo. Mi amiga me miro como acabando de descubrir la cura contra el cáncer, me guiño el ojo, "no te preocupes yo lo arreglare, solo sígueme la corriente". Sonreí al pensar cual as bajo de la manga tendría. Poli entro a la habitación, con un florero en su mano izquierda; tomo las flores y las puso en él.

— ¿Ahora si me van a enseñar la tarjeta?— enarcó una ceja

—La tarjeta es lo de menos, hay que tirar esas asquerosas flores. ¿Recuerdas a Javier? El muy pesado me las envió, mejor dejamos las rosas en la aquí y salimos a cenar. Tengo ganas de un helado pero antes quiero pizza, hay dos locales cerca y aun no puedo decidir a cual ir...— siguió divagando hasta que Poli la interrumpió.

— Hace unas semanas me dijiste con teléfono que Javier era agradable, no sé porque actúas como si no te importara, cualquiera diría que me estas mintiendo— suspire, Cara debía ir a unas clases de actuación.

—Eso dices porque no viste como se puso cuando estabas en la cocina. Creo que las cosas no están muy bien entre ellos, de cualquier forma lanzo la tarjeta por la ventana la muy madura— puse los ojos en blanco— ya sabes cómo es Cara parece que nada le importa pero en el fondo está por pegar su nariz al ramo— Poli y yo comenzamos a reír despreocupadamente y Cara hizo un puchero.

—Igual tengo hambre, vamos por pizza— dijo mi ingenua amiga que al parecer se creyó todo. Me sentía mal por haberle mentido dos veces el mismo día pero era por su bien. Hablare de manera seria y lo más probable que violenta con Sebastian.

El primer local esta tan lleno que no quisimos esperar, lo mismo sucedió con otros dos. Finalmente encontramos uno en medio de la nada. Llegamos y en seguida nos atendieron, nos sentamos en una mesa alejada de las puertas, tanto la de entrada, como la de la cocina y principalmente la del baño. En lo que llegan las bebidas Poli nos puso al tanto de su vida, por lo regular ella no habla mucho, sin embargo cuando lo hace incluso los ángeles se sientan a escuchar, puede parecer raro que una chica se exprese así de otra pero es verdad, tal vez es su forma de hablar o yo que sé, y eso quedo claro rápidamente.

—Cuando es de noche, en el campo, se puede apreciar la hermosura del cielo. Las constelaciones se distinguen perfectamente, parece que Dios o cualquiera que sea responsable de ello, adornó el firmamento para que a pesar de parecer tan inalcanzables, tengamos con que soñar, algo que nos de esperanza. Tal vez parezca un mal discurso, solo tenía que decirlo.

—Yo creo que la forma en que ves el mundo es casi tan hermosa como tú— ¡¿WHAT?! Un extraño nos interrumpió y las tres saltamos en nuestras sillas, sorprendidas. Lo mire, está sentado en la mesa continua, sus profundos ojos oscuros ven en nuestra dirección con curiosidad, sus labios enmarcados en una media sonrisa lucían expectantes.

—Gra...gracias, supongo— contesto apenas Poli— ¿Te conozco?

—No, pero eso está a punto de cambiar. Mi nombre es Dylan, encantado de conocerte, de conocerlas en realidad— estiro su mano en nuestra dirección, salí del shock y le di la mía— mucho gusto ¿tú eres?

—Samantha, mucho gusto— Cara también le dio la mano aunque con el ceño fruncido

—Creo que te he visto antes ¿nos conocemos?

—No he tenido el placer, que yo recuerde— nos sonrió amablemente, esto no pasa en la vida real, un chico tan guapo como él no puede ser solo amable y buenas intenciones.

—mi amiga la que cree conocerte es Cara, yo soy Poli. Mucho gusto— se estrecharon la mano y todos sonreímos incómodamente.

—Bien ¿En el lugar donde estabas hay caballos?— preguntó nuestro nuevo amigo.

—Claro que sí, es el campo— su pregunta pareció romper la tensión, pronto nos encontramos enfrascadas en una plática con Dylan, que además de lucir como una buena persona lo es. Al final de la noche terminamos en la misma mesa, nos contó que quedo de verse con un amigo que lo dejo plantado pero como tenía demasiada hambre decidió comer solo. Cosas de la vida, carcajada mental.

Pedimos la cuenta y aunque él se ofreció a pagar todo, dividimos la cuenta. Caminamos acompañadas por Dylan ya que "no se le hacía correcto dejar que unas hermosas chicas anduvieran solas por la calle tan tarde". Nos contó que tenía poco tiempo en la ciudad y que las personas le parecían que todo el tiempo tenían prisa. Tomamos un taxi y a pesar de sus protestas lo llevaron primero a él.

Cuando llegamos las luces estaban apagadas, clara señal de que Seb no llegaba aun, Cara frunció el ceño pero se mantuvo callada. Entramos y todo esta tal a como lo dejamos. Nos sentamos sobre el sofá. El teléfono de Cara sonó y ella se alejó para contestar. Poli tenía la vista clavada en el suyo por lo que tome el control de la televisión y comencé a cambiar los canales hasta encontrar algo de mi interés. Cara entro a la sala y se sentó junto a mí.

—Era Seb, viene en un rato, mis papás lo llamaron para que hiciera una pequeña transacción y por eso no ha llegado. — Sus padres usualmente estan trabajando y solo recuerdan a sus hijos cuando necesitan algún favor.

Nos decidimos por ver una comedia mientras esperamos a Seb. Poli dormirá en casa de Cara porque no se quedara mucho tiempo, o al menos no hasta que regrese el próximo semestre para estudiar en la misma universidad que nosotras pero para eso faltan cinco meses.

Mis amigas me pidieron que durmiera con ellas para hacer una pijamada y no pude decir que no. Sebas llego un poco después de medianoche, nos saludó y porque se veía cansado dejamos el interrogatorio para otro día. Cara le preparo la cena y la llevó hasta su cuarto. Antes de ir a dormir le envié un mensaje a mi papá avisándole que dormiría en casa de Cara.

El día siguiente no hicimos mucho, estuvimos hablando hasta que se nos secó la boca. Por la tarde pase a la tintorería antes de llegar a mi casa y les di la dirección de la fraternidad de Ben para que enviaran todo. Muchos dicen que después de perder tu... tu "pureza" te sientes diferente pero no es verdad. Seguía siendo la misma. No quería pensar demasiado en ello.

Las vacaciones recién han comenzado y lo mejor de todo, tengo a mis mejores amigas para pasar el tiempo. No sé qué haría sin ellas, el humor de Cara o el cariño de Poli. Mi vida parece no hacer más que ascender y eso me asusta, sabes lo que dicen sobre "la calma antes de la tormenta". En la vida no puedes ser feliz para siempre, el mundo trata de arruinarlo todo para tener un equilibrio, creo que, entre más feliz eres peor será lo que viene. No lo puedo creer incluso eso rimo.

Como sea mañana es unnuevo día.

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⏰ Última actualización: Feb 28, 2017 ⏰

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