Ayudame A Cambiar [PAUSADA]

#21 James

Desperté

Abrí los ojos muy despacio, no distinguía nada, estaba toda la habitación a oscuras

-Ashley

-qué

-tengo hambre

-déjame dormir por Dios, todavía que entraste super tarde te dignas a hablarme

-¿estás enojada?

-estoy de mal humor

-amargada

-tonta

Me quedé mirando al techo, eran quizá las 7 de la mañana, había entrado a las 6 después de haber estado con Matt toda la tarde y la madrugada, al igual que haber hecho otra cosita por ahí

Después de haberme quedado a dormir con él un gran rato, pedí comida al servicio al cuarto. Después de comer lo ayudé en varias cosas, pues él no se podía mover muy bien

Al caer la noche, puso unas películas, las vi, pero más que nada fue porque me sentía mal con él, seguía enojada, pero el estúpido de mi hermano tenía que hacer de las suyas

Después de mucho rato haciendo lo que sea, me fijé en la hora y, al percatarme lo tarde que era, decidí irme a mi habitación

*Flashback*

-me tengo que ir Matthew, es muy tarde, luego hablamos

Me levanté y lo ayudé a pararse y acostarse en su cama

Cuando iba a darme vuelta me agarró de la orilla de mi blusa, volteé a verlo con una expresión interrogatoria

-¿y mi beso de buenas noches?

Me acerqué y le di un beso en la mejilla derecha

-era más a la izquierda.- dijo

-más a la izquierda está tu boca Matthew

-pues por eso

Me giré y antes de salir hablé

-sabes que te quiero, que te apoyo, pero eso no significa que no siga enojada contigo, así que recuerda que sólo estaré cerca tuyo hasta que mejores y no necesites mi ayuda

-oh, pero a Nathan no le haz dicho nada ¿verdad?

Me giré y lo vi apoyado sobre sus codos con una mueca de dolor

-no empieces, con él también estoy enojada pero no hemos hablado, recuerda que él está igual o peor que tú

-pues entonces te puedes ir. Gracias por ayudarme

-¿para eso son los amigos, no?- dije en un tono muy molesto

-no... Jul, no quería que lo tomaras a mal... yo

-déjalo Matthew, no lo arruines más

-lo siento

Disgustada me di la vuelta y salí dando un portazo, sin importarme quien escuchase

Era media noche, la verdad no tenía ganas de irme a mi habitación, así que me senté en el pasillo, recostada en la puerta de Matthew

Al cabo de un rato escuché una puerta abrirse, pero no presté atención.

-hey chica, ¿qué haces aquí solita?

Levanté la mirada, encontrando a un chico de ojos muy azules y piel muy blanca