zodiaco y asesinatos

"miedo"

Se podía escuchar el suave murmullo de los finos tacones sobre el frío y húmedo empedrado.

Un débil farol iluminaba precariamente a la mujer que caminaba en dirección hacía él.

Un grueso abrigo negro la cubría de la densa niebla que había en la calle, y el suave resplandor de una cadena de plata con una flor por medalla. Se veía su figura caminar erguida, susurrando palabras inaudibles.

Acuario la miraba desde un angosto callejón, esperando el momento adecuado.

Se escuchaba como las fotos de lluvia golpeaban el suelo, como si de una instrumental sutil se tratase, Acuario observaba a la dama, el cabello muy bien cuidado, botines cafés, de los cuales prontamente se haría dueña, y no podría decirlo a ciencia cierta, pero su mirada le decía que quizás sabía lo que ocurriría.

¿Por que estaba ahí?
Facil, Virgo le dijo que era muy poco disimulada, y Acuario quería demostrar que no era así, que si ella quisiera podría matar lenta y sutilmente a una persona.

Podía ser veloz como el veneno y aún así nadie lo notaría, la mujer paro su caminata, tal parecía que estaba perdida.

Se puso los puñales en su lugar, ¿Debería usar algo más sutil?, Por supuesto que no, era Acuario y la hostilidad siempre fue lo suyo.

Cuando la mujer de abrigo negro paro completamente su caminata, era el momento de actuar.

Camino lo más sigilosamente posible y con una gran velocidad llegó a estar a menos de 3 pasos de distancia de ella, cuando se disponía a elevar su puño para comenzar aquel rastro de sangre, la muchacha giro, haciendo que Acuario terminará golpeándola en el ojo derecho.

Comenzando una completa desgracia para aquella bella mujer, Acuario parecía que no iba a parar hasta que su cuerpo completo quedará mutilado, golpe tras golpe, diciéndole cosas horribles a la mujer, golpeando su abdomen, golpeando sus piernas mirando como la carne se comienza a abrir, pidiéndole que resista, aunque la dama no sabe porque, lo hace, Acuario le pide que resista a cada golpe, por mera entretención, golpeaba su cuerpo con devoción.

Le quita mechones de cabello, porque cree que es muy bello como para desperdiciara bajo tierra, continúa golpeándola en el abdomen, sacando las tripas, porque sabe que es más hermoso el suelo con ello.

De repente soltó un último suspiro, la mujer ni siquiera había rogado por su vida, se había quedado quieta, resignada por así decir, esperando cada golpe.

Acuario seguía golpeándola, perdiendo el control de sus acciones, cuando noto el cuerpo completamente inamovible, lo soltó, se sintió a lo lejos una explosión, cuando pudo mirar el cielo, un fuego artificial escribía "leo" en mayúsculas, para luego desaparecer.

Puso una pluma en el hueco que dejó en el ojo de la chica, le quito el collar y los zapatos, para luego mirarla y como si estuviera viva aún, lamió el medallón.

- Gracias- dice alejándose de la mujer, volviendo a aquel callejón para luego llegar a la casa.

.....

Leo, nuestra dulce Leo había salido a una cita, el muchacho sonreía mucho a muchas mujeres, era coqueto, a simple vista era coqueto, pero demaciado quejumbroso, diciendo cosas completamente ignorantes, como " el sushi esta frío", quizo golpearlo en ese momento.

En un momento sus celos comenzaron a salir de sus manos y el le dijo "estas loca".

Leo comenzó a llorar, la locura era algo que muchos sacaban en medio de conversaciones, el delineador corría por sus mejillas, creando algo que nunca quizo mostrar.
Debilidad.
Las lágrimas de Leo provocaron desconcierto en el chico, más aún cuando ella tomó una buena postura.