zodiaco y asesinatos

" presentación"

— Señor Ofiuco, a su servicio— un hombre que no pasaba más de los 25 se presentaba ante más de 12 policías, con suma confianza  mostrando su tarjeta de presentación al oficial que parecía mayor.
-—¿Quién lo puso al cargo—pregunta desconfiado este, pues cualquiera que escuche los casos de asesinatos en serie podría saber de este-
—El oficial Cetus, mire, sé que parece no confiar en mí, pero créame, es la única forma de descubrir estos casos—
—¿estos?—
—¿Qué no sabe?, venga a mi oficina— mientras dice eso comenzó a dar la vuelta, encaminándose al baño, así es, la escena del crimen.
— Cada uno de los asesinos…—.
—¿Asesinos?—pregunta el oficial, remarcando la “s”.
…..

En algún bar de mala muerte, en la ciudad de new york, se encontraba una  mujer tomando un vodka, junto a un cigarrillo, ah, ese delicioso cilindro cancerígeno.
Un ebrio estaba reclamando a todos sobre problemas de su propia vida, cuando toma el vaso de la chica, al seco.

- ¿Quién te crees que eres?- dijo el hombre, con su asqueroso aliento sobre el cráneo de aquella mujer- no deberías estar aquí, princesa…- este se disponía a tocar sus caderas, cuando de repente algo filoso atraviesa su cabeza, desde la pera hasta la parte superior del cráneo, obviamente matándolo.
- Esta princesa tiene buenas armas- dijo entre gritos de personas, y antes de que al menos uno saliera de esa puerta, ella se para rápido de su asiento.
Varios minutos después vuelve a sentarse, tomando su último vaso, dejando al lado de la propina, una pluma negra.
Acuario fue lo último que dijeron las personas que llegaron a conocerla, claro… antes de que ella los aniquilara con aquel puñete con filosos fierros incrustados en el.
….
- La pluma negra está aquí, al igual que en otros casos, lo cual indica que esto será un asesinato en serie- dijo el oficial
- Así es, pero también existen muchas más cosas- dijo ofiuco, despertando la curiosidad de mas oficiales alrededor de ellos.
….
Al abrir una puerta, los familiares quedan horrorizados ante tal escena, los cuerpos estaban con sangre, alrededor de estos había humo de colores, con lo que parecía ser brillantina, dando un espectáculo hermoso y las mismo tiempo horrible, los cuerpos no tenían golpes ni nada que presentara que fue brusco, más bien tenían cortes en el pecho, sutiles pero letales a la vez.
Cuando finalmente salieron del shock, se acercaron a los cuerpos de sus queridos hijos, ambos adultos siendo apuñalados desde atrás, justo en el corazón.
Una fina figura aparece detrás de los cuerpos caídos, mostrándose, se agacha a horcadas, con su espada corta el cráneo, un corte certero a decir verdad, para luego encajar lo que parece ser una tarjeta de presentación, con una delicada y fina letra se lee en aquella.
“Virgo”
….
- Aquí como puede ver tenemos cortes finos, certeros y como si supieran en donde cortar, y para ser más obvios…- dice el oficial ofiuco tomando la muñeca de aquel cadáver masculino, en esta se ve una tarjeta sobresale de la palma.
- ¿Eso es todo?- pregunta levantando una ceja el oficial, ese tipo fácilmente describía cada una de las pistas, que por más obvias que parecieran, los oficiales correspondientes no parecían haberse percatado, prácticamente ese hombre dejaba en vergüenza a doce hombres de alto calibre en aquellos casos.
- Por supuesto que no es todo- ofiuco noto lo patético que se sentía, y el estaba, claramente, con intención de joder-
….

Acababa de despertar, un lugar lúgubre se apreciaba ante sus ojos, al enfocar más la vista al frente, noto aquellos barrotes de la jaula, quiso acercarse a aquellos fierros impuestos frente a ella, apretando su cuello en el proceso.
Tenía un collar grueso, que al sentirlo con sus esposadas manos, noto que podría ser confundido con una suave seda, cuando quiso gritar de terror, las luces se prendieron mostrando un sillón cómodo de color verde agua, con detalles dorados en los bordes,  lo que más le sorprendió, fue que arriba de este había una mujer, quizás fue su mirada de confianza que le dedico, o quizás esa extraña sonrisa que llevaba en su cara, lo que ocasiono que quisiera acercarse mas a ella.
- Canta para mi bella ave- dijo esa silueta femenina, apoyándose en su mano.
Con temor, comenzó a cantar lentamente, quizás cantaba mal ¿eso cuenta?, tal parecía que no, la silueta disfrutaba,  cuando intento hacer un alto, para contrastar la canción, su  cabeza cayo como si fuera cámara lenta, la silueta estaba tras de ella, con un hacha, su sonrisa ya no demostraba confianza ni aceptación, más bien diversión si se le preguntaba.