Parte de mí

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Karma lentamente olvidaba su vida pasada, lo que había sido y que era antes de su vida pasada.
Cada vez se acercaba más al grupo de cuatro, se volvía más allegados a ellos.

(...)
Nagisa dormía en una rama de un árbol como una serpiente, un águila que al igual que el era una bestia del bosque se le acercaba, iba a ser atrapado con sus garras cuando Karma se le interpuso. Nagisa se despertó ante el alboroto de una pelea entre el águila y el pelirrrojo, al final el aguila terminó con un ala rota y el de orbes doradas con algunos rasguños.

—Vaya, no pensé que me ayudarías—le dijo Nagisa sorprendido.
—Solo yo puedo lastimarte—le dijo Karma.
—¿Así?—Nagisa bajó del árbol—Anda inténtalo.

Esas palabras fueron suficientes para que Karma se lanzase a Nagisa como un lobo, una pelea más comenzó y es que así eran las bestias, les gustaba pelear entre ellos, no morían pero si podían lastimarse.

(...)

La pelea había durado un tiempo, los dos terminaron casi igual de dañados, al final se acostaron en el suelo mirando los leves rayos de sol que se filtraban entre las ramas de los árboles.

—Ya...ya no me acuerdo quién soy...—Dijo Karma de repente.
—¿Eh?—El peliazul estaba confundido.
—No sé que hice en mi vida pasada—El de orbes azules suspiro.
—Yo igual lo se, solo que yo sé que nací aquí...puede que alguna vez haya tenido una vida afuera...pero no se...

Nagisa y Karma no dijeron más, se mantuvieron callados y viendo aquel cielo, hasta que se quedaron dormidos.

(...)

Hace ya muchos años atrás 4 niños jugaban, eran pequeños, tenían apenas 3 años, un pelirrojo, un pelinegro, una rubia y un peliazul.
Los cuatro siempre jugaban cerca de aquel bosque, pero jamás se metían ahí, les decía que era malo ese bosque y ellos obedecían, un día el peliazul se adentró al bosque encontrándose con una serpiente blanca, era vieja y sus escamas que alguna vez fueron cafés sé descoloraron volviéndose blancas, su veneno se había secado y sus ojos viejos y con muy poco brillo pero imponentes le miraban. Esta serpiente hablo.

—He vivido mucho aquí, puede que hayan sido siglos o menos, eso no lo sé, pero soy la única especie de este tipo, moriré pronto yo lo sé, pero tú seguirás mi legado—La serpiente se enrolló en el brazo del menor y se impregnó en el, volviéndose parte de él como si de un tatuaje se tratase. Nagisa gritó y lloró ante ello y corría intentando salir de ahí, pero no pudo y su cuerpo cambio, su memoria se borro y su único recuerdo era que yacía en el suelo y "nació" del bosque, pero no, su bestia interior nació, solo busco un cuerpo que poseer.

Así sucedió con los demás, bestias del bosque viejas y sin poder buscaban y atraían a niños para entregarles el poder que alguna vez fue suyo, cada uno lo recibió y lo posee ahora y muchos años después y después puede que siglos más estas bestias envejecerán y darán a otros su poder...pero no sólo se puede de esa manera, hay otra más que ninguna bestia a intentando: reproducirse.
Si se logra aquello la cría o el bebe tendrá parte del poder de ambos padres creando un poder diferente, uno inusual y posiblemente más poderoso que el de sus padres o puede que no y sea un niño normal...bueno hasta que reciba la marca y se quede en el bosque para que su cuerpo cambie.

(...)

Nagisa abrió los ojos de golpe un deseo extraño llegaba desde su interior y no sabía con exactitud que era, pero involucraba al pelirrojo.

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Se había ido mi inspiración de esta historia pero volvió \:v/

-Zülü- & ¥Walker¥

Las bestias del bosque (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora