Capitulo 3.

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Ya era viernes, y Sofia regresaba de la escuela, todo había ido bien, hasta cuando Fernando la había acompañado a su ultima clase, no fue mucho de lo que ella hubiera imaginado, pero era lo suficiente para hacerla sentir bien.
Camino sola hacia casa, ya que los padres que tenia no eran los mejores con eso de tener hijos, ya que nunca los habían tenido; llego a casa y entro en esta.

— ¿Mamá?- Grito.- ¿Papá?

Al no ser respondida por ninguno de los dos, entro aun mas confiada a casa, dejo caer su mochila a un lado de la puerta y se recostó en él sofá; había sido un día largo, y en cerio necesitaba dormir, o hacer otra cosa que no se relacionara con la escuela. No prendió él televisor, ni la radio como cada día lo hacia, esta ves, solo pensaba mientras que su mente transformaba él techo en un universo lleno de posibilidades, posibilidades que ella misma había pensado en algún momento de su vida.

Todo a su alrededor desaprecio, y solo se enfocaba en sus pensamientos, en esas voces que ella misma creaba para hacerla sentir bien o mal, dependiera del caso, si hacia algo mal, las voces comenzaban "Tenias que hacerlo de nuevo" "¿No te cansas de hacerte sufrir?" "Tu tuviste la culpa, no intentes de inventar palabras a lazar."
Pero cuando ella hacia lo que ella creía correcto para su futuro, las cosas cambiaban, porque no se decía nada así misma, solo se sentía aliviada de no cargar con algo más; porque aunque no lo piensen, ella no estaba dolida del corazón, ella estaba dolida gracias a su propio cerebro, que era mas inteligente que ella.

Pero, ¿como podría ser algo mas inteligente que tu, si eso eres tu?; tal ves porque después, pensando las cosas mucho mas afondo, todo era demasiado claro, pero en él momento en él que tienes que hacer la cosas, en ese preciso instante, todos esos pensamientos se van, y solo dicen "ay que hacerlo." porque sabes que necesitas un poco de diversión en tu vida, porque sabes que necesitas aprovechar cada minuto de este; y Sofia lo sabia, pero nunca sabia lo que quería decir, ¿de que habla cuando decían, que tienes que aprovechar cada minuto, cada segundo?, ¿porque tenias que importante demasiado por eso?

Él sonido del timbre interrumpió sus pensamientos, e la hizo saltar del susto al escucharlo. Camino hacia la puerta y con trabajos logro abrirla, ya que su mochila la bloqueaba; al ver a la persona detrás de esa puerta, se quedo paralizada, no sabia si abrazarla o cerrar la puerta y llorar hasta que llegaran sus padres.

— Matt.- Dijo con un mínimo sentimiento en ese nombre.

— Sofia.- Intento expresar su emoción y alegría, pero no lo lograba.

— ¿Que haces aquí?, mis padres no están así que, ja, no se ni porque abrí la puerta.- Dijo apenada y comenzó a cerrar la puerta.

— ¡No!, espera.- Trabo la puerta con su mano.

— ¿Si?- Dijo ella. En realidad, no quería que se fuera, desde la ultima ves que lo vio, lo quería de vuelta, pero no sabia donde se encontraba; es mas, no sabia si estaba vivo.

— ¿Puedo pasar?- Pregunto él, intentando así poder iniciar una conversación normal.

— No. Ya te dije, mis padres no están y...- Le negó, pero él la interrumpió con la palabra que le dolió.

— ¿Tus padres?- Dijo confundido.- De hecho, de eso quiero hablarte.

— No quiero hablar de personas que me abandonaron, con otra gente que era mala conmigo.- Dijo ella y cerro la puerta.

Sofia dejo caer su frente en la puerta delicadamente, su cabello colgaba de sus orejas, y mientras que ella con los ojos cerrados pensaba en lo que tal ves Matt le quería contar de ellos. ¿Estarian muertos? ¿La estarían buscando?

Sofia. Una Nueva Vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora