× Tic tac ×

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Visitamos una casa y escribimos una de las mejores poesías
que nadie va a ver jamás,
un secreto que va a morir con nosotros capaz.
Abrazando un perro extremadamente feliz, viajando en colectivo, intentando ayudarla con el pánico que tenía, no quería que choquemos y me agarraba fuerte la mano, sólo le ponía canciones de su banda favorita y se tranquilizaba, era como un bebé necesitando su canción de cuna. Intentando andar en skate, le enseñaba, para formarla más y que sea mi parte gemela, yo también aprendía de ella. Días enteros desde el mediodía hasta la noche, ninguno de los dos quería despedirse, su familia, mi familia, mis mascotas, mis problemas y sus celos, nuestras manos juntas, nuestras bandas completamente distintas, los increíbles make-up que nos hacíamos entre sí, mis camisas de colores y sus pantalones con colores tan poco vistos. Las despedidas cuando se iba de viaje, las tardes después del colegio, los domingos en la tarde, mientras llovía, los pocos días en la playa, grandes caminatas, lugares que no conocíamos, amistades en común, regalos, nuestros cumpleaños, fui la única persona que pasó con ella su cumpleaños de 15 en la noche. Los fríos inviernos, acompañados de cafés, demasiados dulces para mi gusto actual, en el cerro, yo con zapatillas porque no queria usar mis borcegos, visitando playas que estaban perfectamente hechas para nosotros, miles de fotos juntos, de cada momento, captando la eternidad, la luz de sus ojos, mi reflejos en ellos, su suave espalda, su pelo claro y enredado de vez en cuando, su cómodo cuello, dimensionado para mi besos, su relajante palpitar y su manera de acariciarme el pelo.
Entre bufandas y guantes, camperas y botas, nieve y abrazos, nunca nos pararon las gotas.
Empezó a fumar poco tiempo conmigo, y aunque me gustaba compartir los mismos hábitos no me agradaba mucho que lo haga, pero no me gustaba reprocharle tantas estupideces, de alguna forma sabia lo que hacía, ojalá yo hubiese sabido que hacer ante situaciones difíciles, que mataron su persona, lo dió todo por mi y así se quedó
vacía.

El Éxtasis de mi AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora