Le veo después de una semana en la que me había ido a Nueva York. Sonrío y le doy un abrazo. No se lo esperaba, se queda cortado, sonríe y me abraza otra vez.
En esta semana, él se había levantado todos los días a las 3 de la mañana para darme las buenas noches. Habíamos estado hablando mucho y cada vez con más confianza.
Seguimos quedando unos días.
Alrededor del 15 de julio, unos días antes, iba a estar sola en casa todas las mañanas de la semana. Le había dicho que viniese a mi casa, aunque si lo pienso ahora no es lo más correcto ya que tampoco le conocía desde hacía tanto tiempo.
Se había quedado una amiga a dormir, pero mientras ella seguía durmiendo, a las 8:30-9 de la mañana, apareció él en mi casa. Estuvimos un rato dándonos besitos, y luego me quitó la camiseta. Seguimos dándonos besos y escuchando algo de música. Cuando mi amiga se despertó estuvimos jugando a la wii los 3 juntos.
Así estuvimos toda la semana hasta que el 15 de julio de 2013, estando los dos en mi sofá, me pidió salir.
Desde ese momento pasaron 3 años y mil historias más que os contaré, no cronológicamente, pero si que os escribiré todo lo importante, bueno y malo, que pasó desde ese 15 de julio.
El 99% de nuestra relación siempre fue increíble. Esto es algo muy fuerte pero, si él nunca más vuelve a mi vida, quiero una persona como él y una relación como la que teníamos. Es algo raro porque normalmente las personas que ya no están más se odian o, aunque sea, no quieren a alguien como la que ya tenían. Pero yo sí, quiero que vuelva, le daría una tercera (y si, digo tercera) oportunidad y todas las que hiciesen falta. Porque, aún le amo.
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Diario de una enamorada
Roman d'amourAl principio no parecía nada grave, ya había sucedido antes. Solo esperaba que acabase como esa vez, matándonos a besos y muriendo entre tus sábanas. Pero esta vez, parece que todo lo que teníamos se ha esfumado con la llegada del otoño.