Doctor Styles (Larry Stylinson)

Capítulo 7

"Gucci, Gucci, Gucci, Gucci..."

Harry frunció el ceño al oír esa afeminada voz en sus sueños. Aún estaba medio dormido. ¿Tenía que comprar ropa nueva? No, no era eso.

Abrió lentamente los ojos y miró el despertador.

08:30 am.

Los recuerdos de la noche anterior invadieron su mente, haciendo que sonriera como idiota. Miró a su alrededor buscando al dueño de la vocecita que lo había despertado.

Louis estaba solo en bóxers –muy probablemente de Harry-, parado de espaldas a él e investigando su armario. Su cabello estaba mojado.

-¿Qué haces, Lou?- le preguntó con la voz más ronca de lo normal.

-Busco algo para ponerme- respondió sin apartar la mirada y poniendo una pose para nada masculina. "¿Y este chico era heterosexual?" pesó el rizado, pero prefirió no poner de mal humor a su novio "Novio, que bien suena eso".- En serio Styles, si eres traficante de drogas o algo por el estilo, yo no voy a enojarme.

-¿Por qué lo dices?

-Todo tu armario Gucci grita "millonario"- señaló todo de manera exagerada. Bajó la mirada y sacó un par de botas que prácticamente lo habían dejado ciego y se volteó hacia su novio. "Definitivamente eso suena perfecto" pensó- Botas con lentejuelas rosas, ¿en serio?

-¿Sabes? Si te guiaras menos por los colores, tu vida sería más fácil, Tomlinson- dijo, saliendo de la cama y sacándole las botas de las manos.

Louis sacó una camisa blanca con un pequeño lazo negro en el cuello y se la mostró alzando una ceja.

- Sí, sí, también uso algunas camisas de mujer, pero a mí me quedan mucho mejor- admitió, guardando todo y dándose la vuelta con aires de diva, rozando apenas la cara del menor con su largo cabello rizado.

-No tengo ningún argumento contra eso- finalizó alzando los brazos en derrota. Volvió su vista al armario y sacó una camisa blanca. Se la puso y sí, tapaba parte de sus muslos por lo grande que era. Volvió su vista al rizado, quien ya estaba frente a él rodeando su cintura y depositando un tierno beso en sus labios. Sus pies no llegaban a tocar el suelo.

-Eres tan jodidamente tierno- susurró antes de bajarlo y caminar hacia la puerta- Iré a preparar el desayuno.

Louis siguió investigando el armario y sacó unos pantalones –los cuales tuvo que doblar para que no llegaran al piso- y se puso sus Vans, ya que los pies de Harry eran al menos tres talles más grandes que los suyos. "Maldito gigante", pensó.

Bajó las escaleras con parsimonia y ni bien llegó al living-comedor, dos cosas lo sorprendieron.

Una fue el exquisito olor a tostadas y café que salía de la cocina.

La otra fue una bola de pelos negra restregándose contra sus piernas. La tomó entre sus brazos y le acarició la cabeza, haciendo que ronroneara suavemente.

-Hola Gato, soy Louis- le dijo con una voz algo tonta- ¿Qué se le cruzó a Harry por la cabeza cuando decidió llamarte "Gato"?

El mencionado apareció por la cocina con dos tazas de café en una mano y una charola con tostadas recién hechas en la otra. "Y pensar que con esos largos dedos me hacen... No pienses en eso, Louis". Otra bola de pelos marrón dormía plácidamente sobre su hombro.

-Oh, ya conociste a Gato- dijo con una sonrisa- Él es Hámster- señaló su hombro.

Louis dejó al gato en el suelo y ambos comenzaron a comer. De vez en cuando Harry le daba un trocito de tostada a Hámster, quien lo comía y volvía a dormir.