Capítulo 2

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Louis se torturó la cabeza todo lo que pudo en los días que siguieron a la visita al hospital.

¿Por qué quería volver?

¿Por qué quería verlo de nuevo?

¿Por qué no había prestado tanta atención en su físico como para recordarlo?

¿Por qué le importaba tanto saber algo sobre su físico?

¿Por qué se estaba torturando de esa manera en plena clase de Geografía? Oh, claro, porque la clase era una mierda.

Y en el entrenamiento tampoco se había salvado.

"Tal vez pueda volver a tener un calambre, así mamá me vuelve a llevar y..." pensó mientras se duchaba en los vestidores, pero paró su carril de golpe "¿Por qué tengo que pedirle a mi madre que me lleve?, tengo diecisiete malditos años, puedo ir..." pero volvió a detenerse "¿Por qué estoy pensando en esto?"

Y así estuvo hasta que una mañana se decidió.

-Ma...- la llamó entrando en la cocina con sigilo.

-¿Qué sucede, cariño?- le preguntó su madre sin mirarlo mientras ponía unas papas a hervir.

-Me duele el...- pero no se permitió seguir, la vergüenza volvía a él.

-¿El qué, cariño?- se giró y miró a su hijo con el ceño fruncido- ¿El...?- y se señaló ella misma la parte baja de la espalda.

Louis asintió sin mirarla, estaba abochornado. Johanna lo pensó y luego miró a su hijo con el ceño fruncido.

-Cariño... ¿Hay algo que tal vez no me estés contando?-preguntó con cautela.

-¿Algo como qué?- preguntó confuso.

-¿Tienes novio?- Louis la miró con los ojos abiertos de par en par- Lou, sabes que yo te quiero, no importa si te gusta una chica, un chico, un perro o un gato, te seguiré queriendo igual. Eso sí, tienes que cuidarte, hay muchas enfer...

-¡NO SOY GAY MAMÁ!- gritó aún más abochornado- solo me duele un poco el trasero y quiero estar seguro de que no sea nada malo, ¿pero sabes qué?, no importa, la muerte no es tan mala, voy a estar bien.

Dio media vuelta dispuesto a irse, pero su madre lo frenó.

-Tienes razón cariño, en la tarde te llevaré, lo siento.

Louis sonrió para sí mismo y luego de pasar las siguientes horas pensando y analizando la situación en la que se encontraba, volvió a aparecer en la recepción del hospital.

-¿Se encuentra el doctor Styles?- le preguntó a la recepcionista antes que su madre.

-Se fue a su casa por unos asuntos personales, no sé cuándo puede vol...

-¡Aquí estoy! ¡No lloren más por mí!- gritó el doctor Styles alzando ambos brazos y con una resplandeciente sonrisa adornada por dos hoyuelos- ¿Sigues con calambres, Tomlinson?- el mencionado iba a responder, pero el doctor no se lo permitió- vamos, pasa.

Louis miró a su madre una última vez y entró al consultorio.

-Está de muy buen humor hoy, Styles- "Me gusta mucho su sonrisa, Styles, pero claro, no pienso decirlo en voz alta porque soy heterosexual".

Y esta vez no dudó en observarlo detalladamente, pero asegurándose de no ser descubierto. Era claramente más alto que él, llevaba el pelo amarrado con una pequeña coleta, pero con algunos rizos cayendo a los costados. La bata de doctor no dejaba ver mucho de su físico, pero su cara era toda una obra de arte para Louis; sus ojos eran de un verde tan intenso que brillaban con luz propia, sus pestañas eran largas y adornaban sus parpados de una forma simplemente exquisita. Sus facciones eran rectas y masculinas, mientras que sus labios eran rellenos y tenían un color rosa similar al de la sandía. Todo en ese hombre era perfecto, y tal vez Louis tardó más de lo contado en analizarlo.

-El día es hermoso, eso sucede- "Y también estoy muy feliz de volver a verte, pero claro, no lo diré en voz alta porque aún estoy negando mis sentimientos hacia ti."- pero no estamos aquí para hablar de mí –"O para dejar que me observes de esa forma tan intensa que no deja de matarme" - ¿Qué sucede?

-Emmm...- bajó la cabeza, ¿por qué estaba tan nervioso? Solo era una maldita visita médica por un dolor que en realidad no sentía- aún me duele.

-¿Seguro que no es un calambre? -bromeó- De igual modo bájate los pantalones, puede que tengas algo serio.

Louis tragó fuerte y asintió, se bajó los pantalones y apoyó ambos brazos en la camilla, dejándole libre acceso a su doctor.

Styles revisó la zona sin poder evitar morderse el labio inferior.

-Voy a introducir un dedo, tal vez te duela un poco, pero relájate ¿sí?

Louis volvió a tragar y asintió. ¿Qué estaba haciendo? ¿Se estaba dejando tocar por un doctor del cual no sabía ni su nombre? ¿Él? ¿El capitán del equipo de futbol de su escuela? ¿El más heterosexual de todos los heterosexuales?

Sus pensamientos fueron detenidos de golpe por un pequeño pinchazo de dolor.

-Mierda- murmuró por lo bajo, e inmediatamente mordió su labio para reprimir un gemido de... ¿dolor?

El doctor instintivamente posó su otra mano en su espalda baja para proporcionarle algo de calma mientras movía su dedo con lentitud, palpando la zona. De pronto las caderas del menor hicieron un movimiento hacia atrás casi imperceptible, pero no tanto para los ojos del mayor, el cual quitó el dedo lentamente, viendo hacia dónde se estaban dirigiendo. Su carrera médica le gritaba que se detuviera.

Se paró y caminó hacia el escritorio, sintiendo como su paciente volvía a subirse los pantalones, mientras que en los suyos había un bulto para nada cómodo.

-Tienes algo inflamado el recto, Tomlinson- dijo mientras escribía un par de cosas y sacaba una pequeña tableta del cajón- Tomarás estas pastillas para calmar la inflamación y si no sucede nada, volverás en una semana. - Sí... tal vez no le hizo mucho caso a su carrera médica.

Louis asintió acomodando su cabello para fingir hacer algo importante y se acercó para tomar las pastillas que el doctor le daba, rosando sus dedos por accidente. Una descarga eléctrica recorrió sus cuerpos y ambos se miraron por un microsegundo, el suficiente para marcar en la retina de cada uno la imagen del otro: Ojos azules, ojos verdes. Alto, bajo. Diecisiete años, veinticinco. Figura masculina, curvas femeninas. Cara de orto, una sonrisa deslumbrante ante cualquier situación. Polos totalmente opuestos, pero tan compatibles como un ancla y su cuerda, como un barco y su brújula.

-¿Cómo se llama?- preguntó Louis de repente.

-Harry- contestó ensanchando su sonrisa- y tú Louis, lo dice en mi agenda.

Louis asintió sonriendo y luego desapareció tras la puerta.

Y sí, tal vez Harry mintió sobre la "inflamación en el recto" de Louis, y tal vez le dio unas pastillas para niños de entre uno y cinco años.

Y tal vez Louis se dio cuenta de que las pastillas no harían nada en su sistema y que la inflamación no existía.

Pero de algo estaban seguros. Louis volvería en una semana, y Harry volvería a examinarlo, por su bien, claro. Su carrera médica era muy importante... ¿No?


Doctor Styles (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora