Euforia.

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Vaya que me resulta extraño mirar hacia atrás desde el presente.

La vida cambia demasiado en un año, y los problemas que tanto pudieron agobiarnos ya ni siquiera representan la más mínima incertidumbre, se han desvanecido, al igual que amigos, enemigos, momentos y emociones pasadas.

Pero que se yo; no conozco el porqué de muchas cosas. No se porqué el tiempo pasa tan lento, o en ocasiones tan deprisa; no se porqué la diversión o el aburrimiento influyen en él; No se porqué resultan tan dolorosos algunos recuerdos buenos, y tan placenteros algunos que fueron malos. Simplemente me es imposible resolver una infinidad de dudas, como la vida, por ejemplo; No tengo la más remota idea del porqué existo, o del porqué la vida humana es tan compleja y difícil de entender, y al mismo tiempo, es realmente simple, y no hay que complicarse.

Pero... ¿Lo sabe acaso alguien más? Si lo supiese ese alguien, que no me lo diga por favor, pues nada me hace mas feliz que la incomprensión de un tema, para poder llenarme de conocimiento gracias a mi poderosa curiosidad.

¿No estaba hablando yo del tiempo? Se que no puedo ordenarme, y nunca he podido hacerlo, pues mis escritos, por no decir en su totalidad, están llenos de indecisión y carecen de sentido, más no de coherencia; ¿O qué se yo? A lo mejor algún hombre de ciencia me lee, y no podrá ver la maravilla que he escrito, pues las personas cerradas simplemente no pueden entenderme, ellos necesitan exactitud, y yo soy una mujer de incongruencias, de contradicciones y del mas grande deseo por el conocimiento.

Mi vida si que ha cambiado... Recuerdo cuando tenía 13 años, y las personas menospreciaban a una artista por su físico, ¡por que no encajaba con sus estúpidos estereotipos de belleza! ¡Vaya desperdicio!

Nunca me importó eso, pues siempre lo he dicho, si no tienen el alma, corazón e intelecto para comprenderme, no merecen mi más mínimo interés, pero... Para una niña de 13 años, sin amigos, la soledad no siempre era bien acogida. Todos seguramente tuvimos esos momentos, así que nada deberían importar ahora; sin embargo, agradezco mi niñez difícil. A ella le debo quien soy ahora.

Tengo una agenda de madera. En ella escribo lo que no puedo publicarles a mis queridos lectores, no por que no quiera, solo me fatiga transcribir, creo que todo sale por un motivo. Ahora me pregunto ¿por qué estoy escribiéndoles? y supongo que puedo responder eso. Consideré bonito compensar mi ausencia con una inmensa cantidad de sentimientos que no les comenté por meses, pues me he enterado de que hay quienes disfrutan los tremendos disparates que escribo.

¿Esto es poesía? Vaya locura la mía escribir sin tener un hilo, y narrar como si me escuchasen. Es posible que nadie lea esto, entonces ¿porqué continúo?

Estoy fascinada, hace mucho que no escribía así, me siento eufórica, enamorada, y más feliz que en cualquier otro momento de mi vida; quizá por eso pasa el tiempo... Para dar lecciones, y para vivir, y no me refiero solo a estar vivo, digo vivir, al enamorarme, tener sueños, hacer payasadas de vez en cuando, amar el arte como si fuese a extinguirse, y acudir al llamado de la curiosidad. Hay que ver las maravillas que nos brinda el mundo, pues en cada remoto rincón, puede haber un universo incomparable, solo hay que tener una imaginación poderosa, y una mente activa para poder ver las cosas que otros no ven... O quien sabe, incluso inventarlas.

Un amigo imaginario quizá, y puede que por casualidad sea un dinosaurio azul con sombrero de copa y corbata de moño.

Poemas De Una Escritora Azul.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora