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26 de Octubre del 2015. (16 dias después)

Espero mis notas de los últimos exámenes pacientemente parada frente al escritorio de la profesora. Ruth Alcano, profesora titular y particular de Biología y Química me hace un gesto para que me siente.

— ¿Como sigue de su boca señorita Ramirez? — Pregunta sin dejar de mirar mi examen.

— Desde que me sacaron los puntos ya casi ni duele, gracias. — Contesto.

— Me alegro mucho... — Me dice suavemente y al momento me doy cuenta que lo dice de verdad.

Le sonrió sin saber que decir.

— Bueno, la verdad no tengo mucho que decirte, te sacaste un perfecto 10 en Biología y 9 en Química. Solo queda que entregues los trabajos finales correspondientes a cada asignatura y conmigo estas aprobada. — Me dice mientras me entrega la prueba.

No la miro mucho, solo le agradezco humildemente. Dos materias menos. Genial.

— ¿Puedo preguntarte algo? — Me saca de mis pensamientos la profesora.

Asiento un poco desconcertada.

— ¿Que es lo que pasa por tu cabeza al momento de sentarte a estudiar? Quiero decir, hablé con otros profesores y sé que eres brillante, una de las mejores de la clase ¿Acaso te gusta estudiar? O tiene que ver con alguna meta personal tuya... no se.

Me quedo pensando un segundo y me esfuerzo por no reírme.

— No es nada personal mio, ni una meta en particular, solo me gusta tener el verano libre y además todos exageran. — Balbuceo

— ¿Como es eso? — Pregunta levantando las cejas.

— Me gusta pensar que lograré grandes cosas con solo sentarme en un escritorio a usar mi cabeza. Y con eso mismo comenzaré el año que viene.

No puedo evitar sonreír. Ella me devuelve la sonrisa y me parece raro, pocas veces vi sonreír a esta profesora y es extraño que me hable como si yo fuera algo mas que una alumna a la cual despreciar. La sonrisa hacen que sus facciones se alargen y convinen mejor con su cabello corto color chocolate, la hacen incluso atractiva y me recuerda que ella también es una persona, con sentimientos, sueños y amores. Recuerdo cuando la vi por primera vez, tan seria, estricta y dura como varios profesores, retando a Julián por no guardar silencio en clase y por ella, él pudo verme de golpe sino ¿Quien sabe? Abría pasado desapercibida al menos por un tiempo.

— Soy toda oídos. — Me dice con tranquilidad.

— Iré a la universidad de La Plata a estudiar en la universidad de Medicina. Quiero ser cirujana. — Le cuento mientras me retuerzo los dedos.

— Me parece perfecto. Es una ambición alta, compleja y dificil honestamente, pero con trabajo duro y fé en ti misma podrás lograr todo lo que te propongas. ¿Tienes familiares en La Plata? — Pregunta.

Niego con la cabeza.

— Voy a alquilar un departamento serca de la universidad con Julieta Montenegro. Ella también se irá a estudiar pero para veterinaria. Me saca un peso de encima porque llegue a pensar que sola podria pasarme cualquier cosa. — Le cuento.

— No lo creo... — Me dice riendo la profesora Ruth. — Estoy totalmente segura que si estuvieras sola, tu novio te cuidaría.

Se me congela la cara. Aun Julián no sabe nada de mis planes y no sé como se lo voy a decir. Intento devolverle una sonrisa y me levanto para ir a reunirme con mis compañeros que disfrutan de una hora libre mientras la muestra corrije los exámenes.

Me uno a mis amigos, ríen mientras juegan a las cartas, Julián no tarda en sentarse a mi lado y rodearme la cintura.

— ¿De que hablaron con la profesora? — Me pregunta al oido.

Mierda.

— De Samanta. — Contesto para que se calle y no me pregunte nada mas.

Desde que la expulsaron de la escuela por una denuncia en la policia y encontrar armas blancas en su casillero ya era incómodo hablar de ella.

Asiente mientras mira al suelo serio, luego me besa en mejilla e intenta cambiar de tema, asombrandose con mis excelentes notas. Funcionó. ¿Pero hasta cuando me funcionara? Tengo que contarle mis planes. Hace muchos meses que estoy evadiendo el tema pero cada vez pasa mas rapido el tiempo y me desespero. Julieta dice que cuánto mas antes le cuente mejor, dijo que en La Plata tiene un primo que puede darnos trabajo a ambas en unos locales y yo pude encontrar un departamento en el que mi padre llamará dentro de unas semanas para reservarlo con un deposito. Continuo con mis planes como si él no existiera, cuando en realidad no tengo idea de como será su reacción cuando le diga todo.

¿Se enojará por esconderlo tanto tiempo? ¡Por supuesto que si tonta! ¿Romperá conmigo? Hum... no creo.¿Vendrá conmigo?... pero a todo esto ¿Cuales son sus planes después de terminar la secundaria? Nunca me dijo cuales eran sus metas y aspiraciones.

— ¿Estas bien amor? — Me pregunta Julián mientras me observa volver a la realidad.

— Si... solo estaba pensando. — Contesto riéndome y apoyándome en él.

— ¿En qué? ¿Estas preocupada por algo? Sabes perfectamente que puedes confiar en mi.

Acaricia mi mejilla. Le sonrío.

— Solo pienso en nosotros y en la linda pareja que hacemos. — Le digo riéndome mientras lo abrazo.

Él, satisfecho con mi respuesta cambia de tema y parece olvidarse de lo obvia que soy en mis preocupaciónes ¿Hasta cuando seguiré ocultando mis planes?

Solo tuya  [1] (BILOGIA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora