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Elizabeth subió a su auto una vez que Sophia había entrado al edificio de ladrillo y pilares blancos, encendió el motor, y se integró a la Pierce Street en dirección a Golden Gate Avenue, era un día parcialmente nublado, la estación meteorológica de San Francisco había pronosticado bajas temperaturas para la tarde de ese día.

-Quizás deba llevarle un abrigo a Sophia cuando vaya a recogerla- Pensó Elizabeth, al dar vuelta sobre Fulton Street uno de los neumáticos se pinchó, lo cual ocasionó que Elizabeth se subiese a la acera y arrollase la cerca de madera de una de las casas que se encontraban frente al parque de Alamo Square, avergonzada de lo que había sucedido, Elizabeth bajó rápidamente del auto y observó como la cerca se encontraba despedazada sobre el césped.

-Ugh Cielos, ahora tendré que comprar un neumático nuevo y esperar a que el dueño de la cerca sea razonable conmigo y podamos llegar a un acuerdo- pensaba Elizabeth mientras sacaba su cartera del auto y se encaminaba a la puerta de la casa a la cuál pertenecía la cerca de madera.

-Espero acepte un cheque- pensó Elizabeth mientras presionaba el timbre que se encontraba junto a la puerta de madera y cristal que hacia juego con el resto de la casa, al ver que no hubo respuesta decidió golpear la puerta con sus nudillos 3 veces, podía escuchar que se reproducía música desde el interior de la casa, "It Had To Be You" de Django Reinhardt se reproducía desde lo que parecía ser la sala de estar, volvió a insistir con el timbre de la puerta, mas no hubo respuesta, cuando se dio vuelta, y estaba por bajar la escalera del pórtico, escuchó que se corrían los cerrojos detrás suyo, se dio vuelta y vio cómo se abría la puerta desde el interior.

-Pasa por favor querida- Le dijo ELLA mientras se encaminaba al fondo del pasillo del vestíbulo

Elizabeth no pudo verle la cara, más pudo intuir que se trataba de una mujer de unos treinta y tantos años de edad, de porte aristocrático y elegante, la casa se veía inmaculada, muchos de los muebles parecían ser de inicios de los años cuarenta.

-¿Puedes cerrar la puerta por favor querida? en unos momentos te atiendo, prepararé un poco de té para conversar acerca del accidente - le dijo ELLA desde la cocina.

Elizabeth se volteó, colocó su cartera bajo el brazo y cerró la puerta sin hacer mucho ruido, y antes de que pudiese darse vuelta e incorporarse a la sala de estar, ELLA la golpeó con una sartén en la cabeza, el cuerpo inconsciente de Elizabeth quedó tendido en el suelo, arrastró el cuerpo de Elizabeth hasta el sótano, la sentó sobre una vieja silla que se encontraba en una esquina, tomo alambre y le ató las muñecas juntas por detrás de la espalda, así mismo juntó sus tobillos y los ató fuertemente, las ataduras eran tan ajustadas que al poco tiempo ya habían generado inflamación, le amordazó la boca con una vieja y sucia mascada de seda que se encontraba en el suelo, revisó que no hubiese forma de que escapara por última vez, y se encamino a las escaleras que conectaban el sótano con la cocina, la encerró y ocultó la llave del sótano bajo el mosaico que se encontraba justo frente a la nevera.

-Esta vez fue muchísimo más fácil que las veces anteriores- pensaba ELLA mientras se encaminaba al vestíbulo-Esta ha sido la casualidad más conveniente en este año-

Una vez en el vestíbulo ELLA buscó en la cartera color crema que se hallaba en el suelo las llaves del auto de Elizabeth y se encontró con una fotografía de Sophia.

-Cuánto ha crecido- pensó en voz alta, -No puedo creer que hayan pasado siete años-

En el fondo de la cartera se encontraban las llaves del auto y de la casa de Elizabeth, también había un monedero y una Chequera simple a nombre de Elizabeth Johnson, un Pintalabios de color frambuesa obscuro, una cigarrera metálica que incluía un par de cerillas largas y unas gafas de sol de color bermellón.

Salió al pórtico y vio el auto de Elizabeth sobre la acera, se acercó, recogió los pedazos de madera que se encontraban desperdigados en el césped y los metió al maletero del auto, ELLA sabía que no tenía nada de qué preocuparse debido a que las casas vecinas estaban vacías y frente a ella se encontraba el parque de "Avenue Square" el cual estaba adornado por un arbusto alto el cual cubría la vista del parque hacia la calle, se dio cuenta de que el neumático izquierdo de la parte delantera estaba pinchado - Bueno, eso sí va a ser un problema, era demasiado bueno para ser verdad- Pensó ELLA -creo que la opción más acertada seria deshacerme del auto en el embarcadero- terminó diciéndose a sí misma

El embarcadero de Oakland Bay era el lugar perfecto para deshacerse del auto, puesto que tenía que ser profundo para evitar que los buques de carga encallaran, además de que no era la primera vez que se deshacía de un automóvil en el embarcadero de San Francisco, su mente le decía que tenía que actuar con rapidez y que no podría esperar hasta tarde para deshacerse del automóvil puesto que sabía que en cuando su familia o conocidos la reportaran como desaparecida, revisarían la ruta habitual que recorría Elizabeth a diario en busca de su automóvil o de alguna pista de su paradero, además de que el neumático pinchado era un contratiempo y podría llamar la atención, así que sin dudarlo ni un segundo más, ascendió al vehículo, encendió el motor y se dirigió al Embarcadero.

Una vez ahí, aguardó a que se vaciara la plataforma #3 de carga, posicionó el volante, abrió el maletero y sacó el pedazo de Madera más pesado que había recogido de la cerca y lo colocó sobre el acelerador, el auto salió a alta velocidad, recorrió parte del muelle y la plataforma de carga hasta caer y terminar hundiéndose en el agua color verdoso-azulado de Oakland Bay

Una vez había terminado con el automóvil, emprendió el viaje de regresó a casa, buscó la llave del sótano, bajo y se percató de que Elizabeth ya había recuperado la conocimiento, sin decir nada, tomó la cartera de Elizabeth y la colocó sobre una tina redonda de metal, se colocó un par de guantes de hule, y de un contenedor rojo metálico derramó gasolina sobre la cartera, ELLA sabía que la gasolina era capaz de limpiar todo rastro de huellas dactilares de cualquier tipo de objeto.

-Es una pena que tan bella cartera termine inservible después de este "tratamiento"- dijo ELLA con tono sarcástico

Elizabeth no escuchaba lo que ELLA le decía, sus pensamientos solo podían centrarse en su hija, la angustia de saber que se quedaría sola en la escuela sin que nadie pudiese recogerla la carcomía, sabía que intentarían localizarla llamando a su casa, más no habría nadie para contestar el teléfono, y su marido regresaba de trabajar hasta las nueve treinta de la noche, se sentía desconsolada de solo pensar en que su hija no querría volver ir a la escuela pues la promesa de no abandonarla se había roto.

-¿Te molesta si pongo un poco de música querida?- le pregunto ELLA con una amabilidad tenebrosa -¡Oh! claro, no puedes contestar, de igual manera no me hubiese importado tu opinión- dijo ELLA con tono burlesco

En una de las esquinas del Sótano había un viejo Gramófono de manivela que tenía un cajón donde se podían guardar cierta cantidad de discos de acetato, sacó un ejemplar de "Memories of You" de The Ink Spots y lo puso a reproducir, justo después de que empezó la canción, ELLA tomo un viejo atizador y lo puso a calentar sobre el brasero de la caldera que brindaba calefacción a la casa, una vez la punta del atizador estuvo al rojo vivo, la sacó con una toalla gruesa, y la acercó peligrosamente a la cara de Elizabeth, Ella podía ver como sus pupilas se contrajeron al ver tan cerca el brillo intenso que emanaba de la punta del atizador.

-¿Sabes? sé que tienes miedo de las cosas que pueda hacerte, pero sé que tienes aún más miedo de lo que pueda sucederle a Sophia- dijo ELLA mientras sonreía, Elizabeth seguía sin poder verle el rostro, ahora solo podía pensar en si le haría lo mismo a su hija.

-Dios, ella me conoce, conoce a mi hija, ¿acaso me acosaba, me seguía, donde más he escuchado esta voz? tengo que salir de aquí, tengo que proteger a Soph.....- Sus pensamientos se vieron nublados por el dolor que le generaban las quemaduras sobre sus piernas, con lágrimas en los ojos y con una innumerable cantidad de gritos ahogados, Elizabeth se perdió en el dolor que su cuerpo absorbía...

"Olivia" Metamorfosis De Una AsesinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora