Capitulo 9

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CAPITULO 9

-¿En serio vas a ir?!- exclamo una chica hermosa con cabellos rojizos castaños, ojos azul-verdoso y vestido verde- ¿te das cuenta que no será agradable si tu padre se entera?

-¡Anna! ¡Oh! ¡Me asustaste! – se enoja un poco- sabes que no me gusta que hables a mis espaldas

-¡lo hago porque sabes que te la cuido! Leonardo...No puedes ir a ese baile, ¡es peligroso! ¿Porque tanta insistencia con eso? - pregunta preocupada, claro que no era la primera vez que su mejor amigo de la infancia se comportaba de esa manera.

-Anna, ya te lo dije...

-El que sientas que es una necesidad no es una excusa –cruza los brazos- no iras

-¿Y porque no? –sonríe y también cruza los brazos- temes a que me pase algo ¿no?

Ella se sonroja un poco, pero en parte tenía razón, la desesperación de no saber nada de el cuándo escapaba del castillo eran muy angustiosas, era una relación muy fuerte, sin importar las clases sociales Anna sentía que Jack era y debía ser protegido, lo presentía.

-Temo que si te pasa algo me echen la culpa –oye como Leonardo hecha una carcajada porque sabía que en parte tenía razón, ambos eran cómplices de cada travesura y problemas en los que se metían

-Esta vez no será así, porque tu mi amiga, iras conmigo – en eso le lanza un vestido hermoso de terciopelo rosado con decoraciones de oro blanco en los costados y una mascara

­-¿QUÉ? Estás loco si crees que seré tu acompañante, ¡NO!-lanza el vestido pero Leonardo lo atrapa

- ¡oh vamos! No me niegues esto Anna –Le suplica a su amiga- solo por esta vez, te juro que esta es el último favor que te pido

Convencerla no sería tan complicado, Leonardo sabía que Anna aceptaría ir con él, principalmente porque ella era como su guardaespalda, la persona con la que más confiaba y sobre todo con la que contaría cuando las cosas se tornaran peligrosas o problemáticas, pasaron minutos que incluso se arrodillo para convencerla, lo cual todo termino con Anna, tomando el vestido, dándole un golpe de mano en la cabeza del príncipe y saliendo de la habitación lujosa con el postre favorito de Leonardo que era parte de la paga para que ella aceptara, solo los amigos con ese tipo de relación entienden como son los negocios y pagos de favores, golpes y comida. ¿divertido no?

La noche se acercaba y Leonardo estaba alistándose para salir, sabiendo cuál era su única salida, los túneles ocultos del palacio que solo la familia real sabia, ni el general Haddock sabia sobre esos pasadizos llenos de polvo y telarañas, cosa que a Anna no le gustaba.

-¿Y ya tienes idea en como cruzaremos la frontera sin ser vistos por ambos escuadrones de vigilancia?

-No-contesto casual

-Eso espe...- -pausa por dos segundos- ¿CÓMO QUE NO?

-HAHA, debes calmarte y dejármelo todo a mí, no te preocupes

-¿No preocuparme? Tu eres el que me está llevando y guiando, te lo juro Leo si nos atrapan yo... -Leonardo la interrumpe tapándole la boca, sabiendo que las paredes no eran tan gruesas como para evitar ser escuchados por los guardias que pasaban a la hora de vigilancia por el castillo

-Solo sígueme

Anna bufo un poco cansada, paso unos 10 minutos y lograron salir del castillo, poniéndose las capas para cubrirse los rostros y salir corriendo de manera sigilosa, la frontera estaba un poco lejos, pero no tardarían en encontrarse con aquel muro que separaba ambos reinos.

CHARLOTTE P.O.V

Música, voces de gente desconocida y conocida, olor a comida deliciosa para los invitados de alta sociedad, las pisadas de cada pareja en la pista de baile, si, así es, la fiesta de la que tanto estaba evitando había empezado. Me sentía atrapada en una habitación llena de lo mismo de siempre, modales, bailes, hombres creyéndose poder engañarme, estaba harta.

-Papa me quiero ir-dije como una pequeña a mi padre que estaba al lado de mi en su trono, y mi hermano en el otro extremo

-La fiesta acaba de empezar, ¿porque no vas y conoces a nueva gente? – exclama ignorando lo que dije apenas hace unos segundos

-Pero...

-Su majestad- se escuchó una voz masculina al lado de nosotros y voltee a ver, era un hombre con mascara, como todos los demás, pero al quitársela y dejando revelar su rostro pudimos reconocer quien nos hablaba, Toru Hamada, el hijo del emperador de Japón, su cabello negro y su piel que era de una mezcla muy peculiar le daban un cierto atractivo, pero para aclarar algo, no es el tipo de hombre con el que pueda formar una relación, y no lo digo porque sea malo o algo, si no que no tenemos nada en común

-¡Oh! Príncipe Hamada, buenas noches- exclama mi padre inclinándose y mi hermano y yo imitamos el gesto- espero la esté pasando muy bien

-Claro que si majestad – me miera- alteza –se inclina ante mí y yo sonrió un poco

-Hola, Toru ... -sentía nervios, contrólate Charlotte

-Me permite bailar –me ofrece la mano y yo grito internamente

-Ummmm...

-Vamos hija acepta

Estaba acorralada.

CONTINUARA...

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es poco lo se haha pero lo juro estoy haciendo lo que puedo para poder darles lo que se merecen, siguiente martes sera mas larga lo prometo :) 

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⏰ Última actualización: Oct 26, 2016 ⏰

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Reencarnacion: Una Historia de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora