Capitulo 7

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(Capitulo 7)

Jack y Elsa caminaban por los pasillos de la escuela tomados de la mano, sintiendo nuevamente el amor  que se podía transmitir con tan solo mirarse a los ojos, al tocarse, al sentirse uno al otro haciendo que el mundo que los rodeaba desapareciera, se esfumara

Los ojos de la joven estaban hinchados y trataba de disimularlo  cubriendo sus ojos con los mechones más grandes que tenía en la frente, pero en un movimiento delicado Jack se los aparto, y con tan solo el roce se sus dedos en la piel blanca de la joven hizo que su cuerpo temblara

-¿Por qué te cubres? Aun con esos ojos enrojecidos te vez hermosa mi copo de nieve

Elsa solo se limitó a sonreír mientras sentía que su corazón palpitaba rápidamente. Aunque todo casi se había solucionado aún faltaba una cosa por saber, “la voz”  esa voz que en la mente de Elsa la hizo pasar los peores momentos para ella y para su amado Jack. “¿Charlotte? ¿Por qué ese nombre? Juro que esa voz era idéntica a la de mi Jack… maldita sea”

-¡Elsa!- la voz de Mérida sobresalto a la chica quien estaba sumergida en un mar de preguntas sin respuestas -¿Elsa estas bien?

-¿Qué? Oh!... si, si…

-Tus ojos… Están…

-Solo es alergia Mérida, descuida- exclamo la castaña con una sonrisa débil

-De acuerdo- dijo la pelirroja un poco insegura- bien, Jack te veremos luego, ¡Elsa llegamos tarde a la clase del profesor Sandy! – antes de que Elsa pudiera decir algo ella ya se encontraba lejos de Jack siendo arrastrada por Mérida que no para de hablar sobre lo que pasaría si llegaran después que todos

Jack solo se despidió de ella con una sonrisa mientras agitaba la mano. Rápido como si no hubiera un mañana, corrió hacia su casillero para tomar sus libros de la siguiente clase, pero justo al abrir su casillero una nota de hoja color rojo carmín callo sobre sus pies y con curiosidad el joven albino la recogió entre sus manos.

Abrió la simple hoja que solo estaba doblada a la mitad y leer su contenido lo dejo un poco confundido:

Jack Frost

Ven al gimnasio de la escuela exactamente a las 3:15 p.m. te conviene hacerlo si no quieres que Elsa vuelva a sufrir gracias a ti

Confusión y enojo. Esos sentimientos eran mezclados en ese momento en la mente del muchacho que poco a poco fue estrujando la hoja entre sus manos. ¿Quién sería tan idiota como para mandar ese tipo de “invitación”? Rápido metió la hoja en su mochila y miro el reloj que estaba en una de las paredes del corredor. Eran las 1:50 p.m. así que tendría una hora y media para pensar con claridad

-Dudo que la profesora Tooth me deje entrar a la clase en este momento- dijo despreocupado- será mejor que vaya a la cafetería

A paso lento camino hacia la cafetería que estaba repleta de alumnos, todos tirándose papeles, un poco de comida o simplemente platicaban a gusto unos con los otros, decidió sentarse alejado de todos en una de las mesas más apartadas. “te conviene si no quieres que Elsa vuelva a sufrir gracias a ti” esa frase en el papel no podía salir de su mente ¿hacerla sufrir?

Había mucho ruido, sus pensamientos no se aclararían si se encontraba en un lugar donde los gritos de ciertas chicas mirando sus teléfonos lo distraían o comida volando delante de sus ojos. Se levantó de su lugar y se propuso ir a la biblioteca de la escuela. Pero antes de dar un paso, choco con Anna que instantáneamente cayo junto con sus libros, Jack avergonzado la ayudo a levantarse para despues tomar los libros de chica que le agradeció con las mejillas sonrojadas, puesto a que gracias a Jack media escuela vio su graciosa caída, pero no le importaba lo que los demás estaban murmurando.

Reencarnacion: Una Historia de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora