Capítulo 1 -The meeting-

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Era una noche fría en New York, cerca de las 00hs. Tom no podía dormir ya que estaba demasiado nervioso debido a la excursión escolar al Central Park al día siguiente.

-Mierda, solo me quedan 6 horas para dormir y no puedo pegar un sólo ojo, estoy estresado. *suena el celular* Dios, no me dejan dormir, que estrés.

Mensaje de Jayden: No puedo dormir - Quiero matarlo.

-Y ME VIENES A MOLESTAR A MÍ PARA QUE TAMPOCO PUEDA DORMIR?

Yo: Yo menos *pulgar hacia abajo* ven a dormirme de un golpe si?

Jayden: En camino.

Yo: JA. JA. No te  soporto.

Jayden: Bueno, voy a seguir durmiendo, no molestes.

Yo: Es broma, no? Jajajaja Nos vemos mañana amigo.

La verdad no se que seria de mi sin Jayden, desde que llegue a New York lo único que ha hecho fue ayudarme en todo y ser un gran amigo. Caigo en un profundo sueño.

Estoy en un bosque espeso, hay luna llena y puedo escuchar el aullido de los lobos, hace mucho frío. Camino hacia el sur y veo en el cielo un destello lila muy fuerte, algo se acerca, puedo escuchar a las personas del pueblo gritar del miedo. Necesito saber que pasa, veo un grupo de personas a mi alrededor mirándome fijamente y lo siguiente que escucho es un fuerte estallido.

*ALAAAAAAAAAAAAAARRRRRRRRRRMA*

-Ay que estrés, 5 minutos más por favor- Me levanto de la cama con los ojos pegados y con un dolor de cuello increíble, comienzo a vestirme y peinar el nido de águila que tengo como cabello y bajo las escaleras para desayunar. -Esto de vivir solo no me estaría gustando mucho, veamos que hay para desayunar... Huevos, leche, pan. Qué pobreza.

Termino de desayunar, son las 7:15 am. A las 8 debo estar en el central park con mis compañeros y eso me genera una ansiedad terrible, agarro mis chicles de uva y salgo para el Central Park.

-Gracias a Dios vivo cerca sino estaría estresa- De repente pasa un Mercedes Benz Plateado a toda velocidad y me salpica un poco de agua que estaba estancada al costado de la calle- ¡HIJO DE PUTA! No puede ser, ay no, me estresé, en serio, pico de estrés.

Vuelvo rápidamente a mi departamento y me cambio mis zapatillas y la demás ropa, me coloco un jean negro ajustado, una remera roja suelta con símbolos en negro. Me calzo mis zapatillas grises y salgo nuevamente. -Estoy llegando tarde creo que me voy a desmayar.

Cuando estoy llegando al Central Park puedo distinguir a lo lejos el Mercedes Benz plateado que me ensució casi por completo, siento unas fuertes ganas de ir corriendo y destrozarlo a patadas, pero me contengo y me reúno con mis compañeros y mis profesores.

-Llega tarde Mr. Amery. ¿A usted le parece?- dijo el profesor Owens, un tipo muy delgado, extremadamente alto y con la nariz en punta hacia arriba, sin duda alguna una de las personas más desagradables que pude conocer en mi vida, y no lo digo por su apariencia física, sino por su interior. El señor Owens siempre se caracterizó por humillar públicamente a casi todos sus estudiantes, y eso es lo que provocaba mi disgusto hacia su persona.

-Lo lamento muchísimo señor, no va a volver a pasar.

-Eso espero. Sino puede volver a su país y no ocasionar problemas en el nuestro.- Cabe aclarar que mi país de origen es Argentina y vivo en New York como estudiante de intercambio lo que resta de secundaria, y como el profesor tiene tendencias Xenófobas no me pareció rara su actitud hacia mi persona.

Las siguientes horas las pasamos recorriendo todo el parque y escuchando las aburridas anécdotas del profesor, sus sermones acerca del cuidado del planeta y el medio ambiente (si bien estoy completamente de acuerdo con preservar la naturaleza, no puedo soportar escucharlo, sin embargo sigo en silencio por respeto). - Dios me duelen mucho los pies.

- Eso es por falta de movimiento- Escuché decir a alguien, y cuando me di la vuelta pude ver que era un chico alto, delgado casi desnutrido que me miraba con una sonrisa burlona.

-Ja. Ja. Necesito irme de acá Jayden, no aguanto más a nadie- Era mi amigo, el primer amigo que me hice cuando vine de intercambio. Siempre fue muy simpático conmigo y hacerme su amigo hizo que no tenga que pasar por el tan conocido "bullying" que hay en las escuelas. A decir verdad, Jayden no era una persona "popular" pero tiene muchos contactos y amigos que sí lo son, y eso me benefició mucho, en realidad, NOS benefició.

-Y ve a dar un paseo, no se que decirte - A veces no podía creer lo despreocupado que era él en muchas ocasiones, parecía como si nada lo alterara, como si nada le preocupara. Pero creo que en esta ocasión tenia razón. No quería escuchar al señor Owens y mucho menos a su espantosa clase.

-Excelente idea, mejor me voy por ahí a dar unas vueltas, después regreso.

-Pero... bah, adiós Tom. Se lo notaba confundido, y no lo culpo, conociéndome es obvio que soy una persona hiper preocupada por todo. Sin más me di la vuelta y me escabullí.

Me metí entre los arboles y continué por un sendero angosto hacia un pequeño lago, el "Turtle Pond", y a cada paso que daba, una extraña sensación recorría mi cuerpo. En un momento pude distinguir en la orilla un leve destello lila, algo me dice que me acerque, pero siento miedo, como si algo malo fuera a suceder. Dicen por ahí que la curiosidad mató al gato, y creo que este felino ya está muerto hace tiempo.

Me acerco y comienzo a remover un poco de tierra y puedo distinguir un trozo de un cristal lila, lo desentierro bruscamente y me llevo una gran sorpresa, es un cristal hermoso de una tonalidal lila con partes transparentes, similar a una amatista, sólo que podría jurar que no lo era.

Comienzo a sentir un fuerte dolor de cabeza, de repente siento mi nariz húmeda y puedo distinguir un poco de sangre goteando, me altero un poco y me limpio.

-¿Que mierda? - Puedo sentir todo a mi alrededor, como si todo estuviera conectado, como si pudiera sentir hasta el vuelo de una mosca al otro lado del mundo. Me siento mareado, no puedo soportarlo. Mi cabeza da giros y siento que voy a desmayarme. Me levanto a los tumbos como más puedo y sigo adelante, mi visión se esta nublando, no entiendo que pasa, necesito estar bien, sigo unos metros más y de repente choco contra una persona.

-Disculpe, no me siento bien- Dije con pocas fuerzas

-No te preocupes - Distingo una voz femenina - Acabo de ver que conseguiste uno de esos. Yo también tengo uno. A duras penas puedo verle la cara, era una chica, quizás de mi edad, un poco más baja, de cabello plateado y grandes ojos celestes. Me miraba con una sonrisa enorme mientras me mostraba un trozo de cristal lila muy similar al que acababa de encontrar yo.

-Tienes idea de cual puede ser el motivo por el cual me puse así? Quizá debo ser alérgico o algo. La miré por unos segundos agarrándome la cabeza y haciendo un esfuerzo inhumano por no desmayarme y poder enfocar con mi mirada, a lo que hace una mueca de burla.

-Alérgico? Es broma?- rió con un dejo de soberbia- acaso no sientes la conexión que hay? Acaso no sientes todo a tu alrededor? - Lo decía como si esto fuera la cosa más normal del mundo, cuando para mí, esto era la cosa más horrible que me había pasado.

-Si, no se, me siento confundido, necesito sentarme.-
Miro hacia la chica de pelo plateado como la luna y veo que está sonriendome, cierro los ojos y veo unas luces multicolor en mi cabeza, siento que estoy en la cima de una montaña tocando esas luces cuando de repente vuelvo a la realidad.

-Debe ser un cristal muy poderoso el tuyo. Por cierto, mi nombre es Aurora.

- C O N Q U E R O R -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora