La última peor noche

182 34 0
                                    

Y esa gran noche, me lleva a la última peor noche.

Treinta de enero, el último día que lo vi.

Me mandó un mensaje, avisándome que estaría en Gorlero una vez más antes de irse, el primero de febrero.

Al verlo, el corazón se me partió en dos, ya no estaba despampanante, ni siquiera sonreía. Estaba sentado en un banco de por allí, con el móvil en la mano, y la mirada en el suelo.

—Hola. —lo saludé—.

Julián me saludó, y nos encaminamos a una zona un poco más pacífica, para poder hablar con tranquilidad.

—Hay que aceptar que todo termina hoy. —y al él decir eso, sentía cómo mis ojos se colmaban de lágrimas—. Sabíamos desde un principio que esto acabaría acá. Me tengo que ir, y no puedes venir conmigo. Vos harás tu vida, yo la mía, y es mejor que dejemos todo finalizado esta noche, como si nunca nos hubiéramos conocido. De otra forma, se nos hará más difícil a ambos. —suspiró, yo no repliqué, y sin siquiera despedirse, se retiró—.

No se me pasó por la cabeza seguirlo, el orgullo me ganaba en esos instantes.

Luego de ese día, jamás volví a saber de él. Me bloqueó de todas las redes sociales, y de pronto ya no podía mensajearlo, ni llamarlo. Creo que había dejado bastante en claro, que sólo me quería para pasar el rato, y unas vacaciones más amenas. O al menos eso pienso, porque, en mi cabeza, no se me ocurriría jamás terminar el contacto con alguien que quiero, por el simple hecho de que no lo podría ver, hasta quizá dentro de un año o dos. Y ese era otro de los problemas, para mí, el amor se siente con el corazón, no con el cuerpo. Los sentimientos traspasan barreras de espacio y tiempo. Pero tenemos conceptos distintos, es entendible. Aunque ese choque de conceptos, me desmoronó en menos de un segundo.

Entre lágrimas y un café te escribí estoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora