3

14 2 1
                                    

Otro día más, ella no estaba allí. Me preguntaba si le habría sucedido algo. Me preocupaba demasiado por una desconocida, ¿Qué me pasaba? Terminó el recreo y volví a mi curso, esperando verla en el segundo.

Ese día decidí no ir a a la biblioteca, me temía que ella estuviera allí. Y si la veía, iba a tener hablar, cosa que me aterraba. No se me hace fácil hacer amistades.

Sonó el timbre que indicaba el final de la clase. Ambas se dirigieron a la biblioteca.

Iba bajando las escaleras tranquilamente hasta que alguien me choca. No lo podía creer, era ella. Ambas nos ruborizamos. Ella me pidió disculpas y me ayudó a juntar mis libros. Le pregunté si se dirigía a la biblioteca. Dijo que sí. Me puse feliz. Y juntas bajamos el resto de las escaleras hacia la biblioteca.

Nunca bajo las escaleras rápido, no sé porqué ese día fue así. Al ir tan rápido me choqué a alguien. No podía ser más estúpida. Era ella. ELLA. La única vez en mi vida que bajo rápido y arruino todo. No sé quién se ruborizó más. Inmediatamente la ayudé a juntar sus libros. Luego ella me preguntó si iba a la biblioteca, en realidad iba a sacar fotocopias, pero le dije que sí, no iba a desperdiciar una oportunidad así.

Una vez que entramos a la biblioteca me invito a sentarme con ella en los sillones, ella los llamaba "espacio aislado". Decidí preguntarle su nombre. Me dijo que se llamaba Elena Abbott. Amé su nombre.

Cuando entramos a la biblioteca fuimos a mi espacio aislado y nos sentamos a charlar. Le pregunte su nombre. Candelaria Bonham. Me gustaba, era raro. Todo es raro a veces. También le pregunté a que curso iba, era del 3° B, yo iba al A. ¿Qué importaba? La biblioteca sería nuestro punto de encuentro. Sonó el timbre del recreo y volvimos cada una a su respectivo curso.

En la misma soledad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora