Los preparativos

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Brújula, navaja suiza y comida enlatada. Había contemplado la lista de lo que necesitaba para ir a la excursión de la escuela. Todos los años me veía obligado a ir a un patético parque de atracciones como última actividad del año. La sola asistencia me valía muchísimos punto como para no ir; aunque prefería estar en mi casa, jugando videojuegos o simplemente echado en mi cama leyendo algún libro o con la mente en las nubes, como es de costumbre.

Pero este año sería algo completamente diferente, sobre todo especial. La maestra había conseguido permiso para llevar a toda la clase, veinte alumnos incluido yo, a acampar en las afueras de la ciudad. Nos iríamos durante dos días y regresaríamos en la tarde del tercero. No tendría que estar esperando más de media hora para poder subirme a uno de esos estúpidos juegos mecánicos. Además, Gabriel también iría. No sería el único con más de medio cerebro en la excursión.

-¿Ya tienes todo? - vi que se acercó Gabriel con su cesta de compras. También tenía su lista de compras en la mano.

A diferencia de mi lista, Gabriel ya había tachado la mayoría. Gabriel había sido mi más viejo amigo. Lo conozco desde que tengo memoria; ha estado innumerables veces en mi casa y yo en la suya. De no ser por mis dos hermanos, ambos menores, podría decirse que Gabriel es como de la familia; es como un hermano para mí. Es una lástima que estudiaría lejos, luego de salir de graduarse.

-Me faltan unas cosas, nada más – sonreí al enseñarle mi lista. – Puedes adelantarte, si quieres.

Gabriel me hizo un gesto con la mano y se adelantó a las cajas registradoras. No es que me falte mucho, papá dijo que podía usar sus viejas cosas de boy scout que estaban en el sótano. Entre ellas había varios metros de soga, cantimploras, una estufa pequeña y una tienda de acampar para una persona. Antes de volverlas a usar, tenía que asegurarme que todas funcionaran bastante bien. Con la tienda de acampar tenía que sacarla al jardín para que todo el moho se fuera poco a poco. Josué, mi hermano menor, me había dicho que me ayudaría. A pesar que acababa de cerrar la secundaria, Josué es muy activo. No es de los típicos adolescentes que preferían dormir de día y navegar por internet toda la noche. No podía estar sentado o sin algo qué hacer por mucho tiempo. Mi hermana, Adriana, la menor de los tres, es totalmente diferente a las niñas de su edad. Le entusiasma mucho enseñar y dar clases. La he atrapado varias veces en su habitación mientras le explicaba a sus peluches cómo hacer una limonada. Al verme allí de pie en su puerta me empujó y cerró la puerta en mis narices.

Me despedí de Gabriel con la mano; él cruzó en dirección contraria dónde yo iba. Le había comentado que jugaría más tarde en línea, por si le interesaba. Me comentó mediante señas que seguiríamos hablando por mensajes. Me di la vuelta y ahora caminaba con las bolsas llenas de comida y todo lo que había comprado en dirección a mi casa. Realmente, no estaban pesadas. Se me dificultaba ya que el plástico del que estaban hecho las bolsas me lastimaban la palma de las manos. Menos mal que vivo a unas cuadras del supermercado, sino esto hubiese sido prácticamente imposible.

Mamá había salido con sus amigas y se había llevado a Adriana, Josué era el único en casa cuando yo llegué.

-¿Tanta comida es necesaria para tres días, Samuel? – bromeó mi hermano al ver la gran bolsa con comida.

-Ya sabes, no sé cómo irán los de mi clase de preparados – sonreí al dejar las bolsas en la cocina.

-¿Quieres que te ayude con las cosas de papá en el sótano?

Sonreí ante la pregunta de mi hermano.

-Contaba con ello.

El viaje sería en tres días más, tenía tiempo de sobra para ver videos en internet de sobrevivencia y demás trucos para no morirme de frío. Me desvelaría esa noche para ver todo un especial de sobrevivencia en el Discovery Channel. Iba a ser un "jueves salvaje", según los anuncios del canal. Quién iba decirlo, estaba bastante emocionado con esta excursión. Era la primera vez que deseaba ya estar en la escuela. El punto de reunión sería allá a las seis de la mañana, partiríamos todos juntos; espero que la maestra tenga todo el recorrido programado. De lo contrario, sería una excursión bastante interesante. 

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