Capítulo 5.

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Narra Ken.

—¿Hyuk? ¿qué haces aquí? —Pregunte, aún medio mareado por las medicinas, al ver a mi hermano en el costado de la camilla.

—Me han llamado del hospital y me han dicho que casi mueres por culpa de una bala. ¿Se puede saber qué diablos te pasó ahora? —Se le oía bastante preocupado.

—No ha pasado nada grave, ¡veme!, estoy bien. —Intente sentarme pero fue inútil, al parecer me habían hecho unas cuantas puntadas en la costilla herida y dolían demasiado.

—Ay Jaehwan, debes dejar de meterte en tantos problemas. A mamá no le va a gustar saber que te volviste a pelear y casi te matan.

—¡Hey! Tranquilo, sigo vivo, y eso es lo que importa. —Reí un poco para aminorar la situación. —Así que no puedes comentarle nada al respecto, ¿ok?

—Y se puede saber ¿en qué lío te metiste esta vez para que casi te maten? —Ignoró por completo mi amenaza.

—Mira, por ahora solo puedo decirte que fue por algo bueno. Ya te lo diré bien en cuanto me digas si sabes algo de Lisa, ¿sabes cómo está? ¿si llegó a salvo a casa? ¿se ha comunicado contigo? —No pude evitar llenarlo de preguntas, pero quería sentir esa tranquilidad de saber que ella estaba completamente bien.

—Supongo que ella fue quién te trajo al hospital y quién llenó el expediente para que me pudieran llamar.

—Pero ¿sabes dónde está? —Independientemente de que lo que haya hecho estas horas, me interesaba saber que estaba a salvo, saber que JungKook no le había hecho algo y lo que Hyuk me había dicho no respondía nada; aunque, saber que ella había sido quien me trajo al hospital, me hacía sentir alguna clase de felicidad, después de todo, quizá, después de lo de ayer no estaba tan enojada y aún podía recuperarla.

—Está afuera, durmiendo en la sillas de la sala de espera. Decidió quedarse porque estaba muy preocupada que no fueras a despertar o que algo malo te ocurriera y por ello no quiso ir a dormir a su casa. Le dijeron en la noche que fuera a descansar y que regresará hoy por la mañana, pero se negó.

—¿Y cómo sabes eso?

¿Realmente había hecho eso por mi?

—El enfermero me lo ha dicho cuando llegué.

—Oh, pobre de ella. Debe de estar un poco cansada, dudó que en esas incómodas sillas haya podido dormir. Y todo por mis jodidas estupideces. —Volte a observar hacia la ventana que daba con el pasillo.

—¿De qué hablas? —Me miró fijamente a los ojos intentando descifrar mi respuesta.

—De nada. Nada importante. —Baje la cabeza.

—Ajá...Bueno, como sea. ¿Sabes? Eres muy, muy afortunado; Lisa es una chica muy linda, tiene una apariencia tierna pero es todo lo contrario, ella es una chica fuerte, que sobre todo siempre va a cuidar de los que ama; y sus hermosos ojos marrón, sus pequeños labios y sus mejillas tan lindas cuando se ruborizan... y te ama demasiado, incluso podría decir que te ama más de lo que yo amo molestar a Leo hyung, —rió al recordar las veces que lograba sacar de quicio a su amigo. —creo que eres un maldito suertudo... —Ya sabía a dónde iba su sermón que se aproximaba pero no era momento para echarme en cara mis acciones, estaba consciente de ellas. —Así que opinó que deberías dejar de hacer tanta estupidez, y sabes bien a qué me refiero Jaehwan.

—Prometo que lo haré. —Contesté dejando salir un suspiro lleno de pena, pena de mi mismo.

—Más vale que sea pronto, porque si no lo haces tú, tendré que hacerlo yo. —Levante de nuevo la cabeza y abrí los ojos enormemente al escuchar su amenaza.

Jamás olvides que te amo.♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora