Mi querido James Matthew, han pasado muchas cosas desde que estuvimos juntos, sin embargo, aún tengo conmigo la carta que me diste hace más de un año, jamás podrían alejarme de ti. Sé bien que es difícil, pero quiero que sepas que te amo.
Oh James... Eres el chico de mis sueños, nunca me importó nada mas que estar a tu lado y ser feliz juntos, aun tengo ese brazalete que me diste y además, tengo que confesarte algo:
He decidido escribirte esta carta para decirte lo mucho te extraño, amo cada tarde que pasé junto a ti, en el lago, en la cafetería, en el estudio, en tu casa leyendo, escribiendo juntos, las tardes de películas, los bailes de salón y los conciertos.
Eres el motivo de mi felicidad, sin importar la distancia, ¿Lo recuerdas?, "A pesar de la distancia, siempre te he de alcanzar".
Mi amado James, mi Universo, mi Sol, mi poesía más bella, mis cuadros más exitosos, el dueño de este amor, y de mi corazón, no te costó nada conquistarme, ya que no es algo que se diera planeado, simplemente sucedió y estoy más que enamorada de tí, te amaré por siempre, por lo que dure la eternidad, te amaré infinitamente, te amaré, te amé y te amo, mi dulce ángel, mi caballero de reluciente armadura... Gracias por llegar a mi vida.
A veces no soy buena escribiendo, pero tratándose de ti, haría un Quijote, reescribiria la Enciclopedia, cruzaría mil laberintos, atravesaría el mar en un velero de papel, correría sin desmayar un maratón infinito... Y mil cosas más, pues el sentimiento que tengo por ti es inmenso y jamás se apagará, pues hay llamas que ni con el mar.
Antes de ti, yo era como una polilla que de tanto dar contra el cristal, se coló en la bombilla, era una triste pintura, era una chica tan ordinaria como decir "Presente", y ahora, que tengo la dicha de estar contigo aunque no sea físicamente por el momento, soy cual estrella reluciente.
Quizá siempre tuve ese brillo, pero fuiste tú quien me mostró hasta dónde podría llegar.
Te amo, y te veré muy pronto, mi dulce ángel.
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28 de Septiembre de 2016
