capítulo 9

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* Hola queridas lectoras, que tal su día espero que bien, les dejó  él capítulo 9 espero lo disfruten mucho ...*
De tarde quizás subo otro cap.  +Sobre la sorpresa me voy a demorar un  poquito más pero en cuanto pueda la subo besos cuídense   mucho mucho una abrazo grande y nos vemos :) I love you ....

Capítulo 9

 Recapitulemos.

 Borrado todo lo anteriormente dicho, el socorrista es eso socorrista y punto. No es el tío bueno que tiene buen cuerpo y una cara bonita. Es un socorrista que trabaja en la playa que frecuento, y que si hay suerte y se ahoga en un rescate no pasaría nada… y eso seguro que le pasa, porque con lo bocazas que es… cuando se meta en el agua y abra la boca, se le llena al completo y se ahoga fijo, le tiene que caber ahí al menos medio océano… con el buzón que tiene.

 Y por cierto… odio esa maldita frase “las verdades ofenden”, “las verdades ofenden”, ¿quien narices la inventaría? Algún tonto lava que no tenía nada útil que hace por el mundo. Al próximo que me a diga le parto la cara de cuajo… y luego le llamo todo lo que se me venga a la mente… y que luego me diga si le ofende o no.

 — ¿Te importaría irte? Me tapas el sol—le dije lo más indiferente que pude, no era plan de darle el gusto de verme de los nervios

— Es que no tengo que hacer nada.

— Pues… ve a salvar a alguien.

— No hay nadie a quien salvar. ¿Te importa?— y sin darme tiempo a contestar el muy… corto se sentó en MI toalla, a MI lado!

— ¿Qué crees que estás haciendo?

— Sentarme. ¿Tienes un poco de crema?

 No… ¿es que a todos los colgados del mundo me los encontraba yo? ¿Qué pasaba que los soltaban del manicomio y les decían vete a ver a ____, ya verás lo bien que te lo pasas?

 Por favor, soy un imán viviente

 Que se creía este, que podía venir conmigo como si nada, y encima le iba a dejar mis cosas… por mí como si se ponía rojo guiri.

 — ____, por fin te encuentro. ¿Por qué no te has puesto donde siempre?— me preguntó Mery que acababa de llegar y tiró las cosas junto a mí.

 La miré flipando. Definitivamente era un imán. Un imán de gilipollas. La pobre no pillaba las directas. No la quería ver ni en pintura…

 Entre unos y otros me iban a matar.

Nota personal: Cambiar de playa, de teléfono, de casa. Mejor cambiar de ciudad y de identidad… así no me podrían encontrar.

 — Uy, a ti no te conozco— dijo la rubia mirando a ashton

— Soy ashton, y tu eres la de los codazos ¿no?

— ¿Qué codazos?— me miró sorprendida con cara de no entender— Uy nena… Que mala cara tienes— se llevó las manos a la boca — ¿Que te pasó en la cara? —mirando a ashton con desconfianza— No te habrá pegado ¿verdad ____?

 Bueno esto ya era el colmo. Ni siquiera se había enterado de nada… se podía ser más alerdada…

 Y ahora el otro se echaba a reír. ¿No sabía hacer otra cosa?

 Ufff, mi nivel de estrés estaba por las nubes… un poco más y explotaba.

 — No, él precisamente no fue—le reproché

— Ah, bueno… Entonces bien. ¿Qué haces aquí? ¿Estáis juntos?—me miró con reproche— ¿Por qué no me lo has contado?

 Si las cosas estaban poco liadas… ya viene Mery y se encarga de pifiarlas un poco más.

 Inteligencia tiene poca, pero una imaginación desbordante.

 — Al principio creí que estabas loca, pero ahora se que las dos lo estáis. Aunque aún tengo que decidir cual de las dos es la que lo está mas— dijo el socorrista prepotente sin dejar de reírse.

 Me cansé, ya no aguantaba más, se acabó. Que se arreglaran ellos dos como pudieran. Yo iba poner tierra de por medio. Así que me levanté y me dirigí al agua. A ver si me despejaba un poco, que falta me hacía.

The Lifeguard ( El Socorrista ) Ashton Irwin y Tu * Adaptada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora