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~Capitulo 2

Después de la tercera vuelta que el cochero dio, ______ se vio obligada a admitir que no parecía estar llevándola al puerto espacial. De hecho, el barrio donde se encontraban estaba tan arruinado y sucio que no podía imaginarse nada más lejano a los edificios de un blanco resplandeciente que albergaban los cohetes que llevaban a los turistas al espacio. Las pasarelas móviles a ambos lados de la carretera estaban rotas, y en algunos casos, lo estaban tanto, que aún si se hubieran podido usar, no habría peatones que los pudieran utilizar.

Se pasó una mano por su pelo oscuro miel nerviosamente ¿Dónde estaba y por qué tenía el chofer que llevarla allí?

No podía dejar de notar que, a medida que el coche pasaba lentamente el distrito se hacía más feo y más decadente, la gente que al parecer la habitaba se volvía más colorida. Mientras miraba, una joven no mucho mayor que ella pasó con un contoneo de cadera que parecía diseñada a atraer la atención. Llevaba un par de pantalones cortos de cuero negro tan diminutos que la mitad de sus nalgas colgaban completamente fuera de ellos y una camiseta sin mangas, mostraba no sólo la parte superior de sus pechos, sino también la mayoría de los arcos de color rosa de sus areolas. Sus pies tenían zapatos con joyas incrustadas y tacones tan altos que era una maravilla que pudiera caminar. ______ volvió la cabeza para seguir viendo a la mujer mientras el coche se movía silencioso ¿Dónde podría ir vestida así? ________ sabía que moriría si se veía obligada a usar tal ropa. Siempre se había vestido con largas y modestas túnicas, que la cubrían desde el cuello hasta los tobillos y siempre llevaba guantes, para proteger sus manos.

- Se ve como la mujer de uno de esos videos... – “Que encontré escondidos en el ático“.

Pero _______ desecho el pensamiento por ser inapropiado. Ahora iba a ser sacerdotisa y era hora de purgar su mente de todo pensamiento equivocado y perverso. Pronto todo su encantador y largo cabello sería cortado como un sacrificio a la Diosa de la Luz y se pondría el vestido blanco virginal para siempre. Había oído rumores de que las sacerdotisas en el convento al que iba eran obligadas a llevar inhibidores, cinturones de castidad atados a la cintura y para contener cualquier sensación lujuriosa que se produjera en las zonas prohibidas. _______ sólo deseaba que aquél que lo hubiera inventado también hubiera inventado algo que trabajara en el cerebro para mantener los pensamientos lujuriosos al margen.

Cuando esté en el convento meditando en la bondad de la diosa y en la pureza de los pensamientos de luz, tales pensamientos serán expulsados sin esfuerzo, se prometió. Y nunca voy a pensar en las cosas malas y vergonzosas que vi en esos videos.

Mientras tanto lo que tenía que pensar era donde el cochero la estaba llevando y cómo podía conseguir que diera la vuelta y se dirigiera al puerto espacial.

Inclinándose hacia adelante, miró la variedad confusa de luces y controles en la parte delantera de la cabina vacía. Estas máquinas estaban programadas y _______ había tenido siempre a alguien cerca para programarlas por lo que no podía hacer nada en este caso. Pensó en tratar de presionar algunos de botones o palancas, pero tenía miedo de empeorar las cosas. Sin embargo, las cosas ya estaban bastante malas, ahora que el coche parecía decidido a llevarla cada vez más dentro de este barrio de mala muerte ¿Podría realmente lastimarse para tener una oportunidad?

Justo cuando estaba revolviéndose hacia adelante para tratar de mover algunos de los controles, el coche se movió en silencio y se detuvo delante de un edificio en ruinas con unas particulares palabras. “La Zona Erógena”, parpadeando en neón. “Chicas-Chicas-Chicas” proclamaba un nuevo intermitente signo moviéndose en letras carmesí a tres pies en alto del aire justo encima de la entrada principal del establecimiento en lamentables condiciones. El mensaje se alternaba con el aún más preocupante “Calientes-Desnudas-Dispuestas Nuestras chicas satisfaceran sus deseos más oscuros”.

Mientras leía el anuncio, _______ tuvo un repentino destello de reconocimiento.

- Ah, mi Diosa ¡Sé dónde es esto! Es el “Estrella Roja” del distrito ¿Por qué el cochero se detendría aquí?-

Domando a la bestia; lynchWhere stories live. Discover now