UNDERTALE: una historia que contar

Capitulo 10: Dispara, falla, acierta

Narra Sans:

Camine con la duda, Frisk estaba un poco extraña y realmente no sé qué le pasa, debe de ser algo con... ¿qué? La duda no se me quitaría hasta saberlo, talvez no sea nada, solo cosas de humanos.

Pensaba, pero algo me distrajo, pisadas viniendo rápidas detrás de mí. Active mis poderes pero ya me había alcanzado. ¿Magia? ¿Cuchillo?¿Animal? No se sintió como nada de eso, eran dos brazos envolviéndome, dejándome sentir una respiración por mi clavícula, cortando la mía.

-¿Qué de- quería salir corriendo de ahí, su voz detuvo mi viaje, tomando parte de mí en sus palabras.

-Sans... algo de lo que jamás me he arrepentido es haberlos conocidos, tomando cada una de mis decisiones para llegar aquí dejándome momentos que he guardado en lo más profundo de mí, ya siendo parte mía. Pasando por todo esto con ustedes. Gracias por dejarme ser una humana en Underground, ser como una familia, ser un... monstruo. He cometido errores, pero ustedes jamás serán uno de ellos. Sans... yo... los amo... te amo, Sans.

Algo repentino ardió dentro, no sabía como responder a esto. Frisk siempre ha sido alguien importante en este tiempo para nosotros y de repente no tenerla sería fatal, es nuestra niña monstruosa.

Di unas palmadas sobre su cabello marrón tratando de transmitir el cariño que siento ahora.

-Y nosotros a ti, niña.

Caminamos por la nieve, un poco separados el uno del otro, ya que necesitaba espacio para pensar... en todo.Ella decía ese tipo de cosas todo el tiempo, a cada uno de nosotros, ahora se sintió más profundo, pero... que más lo hacía diferente. ¿Qué hizo a mi corazón... dudar?

-...ans, mira adelante- escuche a lo lejos, pero yo seguía perdido en pensamientos, hasta que choque con algo dejándome caer, emite un gruñido.

-Sans, ¿estás bien?- Abrí mis ojos para encontrarme con los de Frisk al frente. Su cercanía me estremeció.

-No hay huesos rotos, nada de qué preocuparse- me levante y sacudí la nieve de mis shorts.-Como sea, ¿qué fue eso?- mire arriba a un chico alto de piel azul, mirándome como algo normal, Frisk al levantarse de la nieve vio al chico y su rostro cambio drásticamente. Dejando una sonrisa radiante.

-¡Speed!-exclamo mientras lo abrazaba. Dudo en abrazarla, pero al final lo hizo cubriéndola con sus brazos

-Heya, Frisk.-una sonrisa de lado apareció en él.- Ha pasado tiempo.-ella se separó de él viéndose apenada.

-Un poco... supongo.-sus mejillas se pintaban de rosa-Creo... que no te he presentado a Sans.-perfecto siendo utilizado para cambiar el tema.

-Hey.- acerque mi mano. Tratando de sonar natural, aunque me sentía irritado sin razón. Apretó mi mano y las metí en los bolsillos y empezó a escanearme de cuerpo completo.

-¿Acaso es parte de tus razones, Frisk?- cambio su mirada a ella, lo cual me irrito más.

-Sí...-gire para verla, y la nostalgia de su parte me llego- ...sí, lo es. Una de muchas... razones.-No lo pronuncio con seguridad, para no revelarme algo... y me dolió. Saber que de alguna manera confía en ese chico más que en mí, que en nosotros, me duele. ¿Por qué... no confías, Frisk?

Un sentimiento cayó sobre mí, dejándome muy incómodo y la presencia de este chico no ayuda.

-Bueno, hermoso día para todos, nos tenemos que ir, pero claro fue un placer el conocerte Steve, nos vemos luego.

-De hecho es Spee- tomé a Frisk de los hombros y la empuje hacia delante dejando al chico atrás y no parando de avanzar.

-Sans, ¿qué te pasa?